domingo, 2 de mayo de 2010

1408 de Mikael Hafström – 2007 – (“1408”)


Mike Enslin es un escritor un tanto particular: se dedica a visitar lugares supuestamente encantados para, tras comprobar que no ocurre nada especial en ellos, desmitificarlos en sus libros. Mike no cree en lo sobrenatural y lleva una vida triste marcada por la muerte de su hija pequeña. Todo va a cambiar cuando se aloje en la habitación 1408 del Hotel Dolphin de Nueva York, una habitación de la que según dicen nadie ha salido vivo… El escéptico Mike Enslin va a hundirse en su peor pesadilla.

El sueco Mikael Hafström lleva una carrera irregular entre su país y los Estados Unidos que constantemente se mueve entre obras solventes y fallidas, aunque en todos sus proyectos intenta siempre aportar por lo menos buenos acabados fílmicos y trabajar ideas originales. Es pronto aún para valorar su filmografía, corta y a la que le falta todavía una personalidad autoral definida. Debutó con los dramas sobre la juventud sueca “Vivir la vida” y “Evil”, tras los que llegó el filme de terror “El fantasma del lago”. Ya en los USA ha dirigido el thriller “Sin control” y el nuevo filme de terror “1408”.

“1408”, basada en un relato corto de Stephen King, es una película de terror en líneas generales fallida que goza de un excelente comienzo y de un desenlace hasta cierto punto sorprendente y que simultáneamente y por desgracia cuenta con una desinfladísima parte intermedia que hunde al cojunto casi por completo. John Cusack da vida de manera solvente a un escritor que se dedica a visitar lugares supuestamente encantados para desmitificarlos en libros cargados de escepticismo y que vive atormentado por la muerte de su hija pequeña. Su nuevo trabajo consiste en pasar una noche en la habitación, también supuestamente maldita, de un hotel de Nueva York, habitación que desmontará sus teorías sobre la inexistencia de lo sobrenatural y que le sumirá en la peor pesadilla de su vida. La premisa atrae, ya que, a pesar de que siempre se mueve entre la novela aceptable y el bodrio más infumable, a Stephen King si algo le suele sobrar es imaginación. No he leído el relato que Hafström ha adaptado, pero, ciñéndome exclusivamente a su filme, he de decir que, tras un interesante arranque en el que se muestra la vida como fracasado del protagonista y unos primeros momentos bastante coseguidos en la habitación fantasma todo cae bruscamente en la vulgaridad más absoluta. Un terror que comenzaba resultando sugerente y que contenía comedidos y atractivos golpes de efecto (sonidos extraños, objetos que aparecen de la nada, electrodomésticos que se encienden solos, espejos irreales en las ventanas…) se transforma, poco antes de la mitad del filme, en el terror más tópico, predecible y aburrido imaginable gracias a que, una vez más, los efectos especiales se convierten en los protagonistas casi totales de la obra: todo pierde de golpe su misterio y su capacidad para asombrar y se sume en un barroco sopor. Aparecen monstruos cada vez más feos dentro del cuarto, las paredes se alargan de manera efectista, se empieza a mover la estancia como un barco en medio de una tormenta y se termina inundando para más tarde congelarse y estallar por los aires. Nada da ya el más mínimo miedo, pues lo que encontramos a partir del mencionado cambio es acción pura y dura (y además sin mucha imaginación), aunque se dé dentro de un espacio reducido. El desenlace sí levanta algo el destrozo efectuado, pero no es suficiente. Una lástima, porque se podía haber hecho un filme de terror interesante con “1408”, que de hecho resulta bastante prometedora en sus inicios. Triste.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mediocre, como el mismo Stephen King.

Lord Ghoultiérrez dijo...

El relato original es una maravilla, de hecho. De lo mejor en narrativa breve escrito por King ultmamente. Pero sí, la adaptación es una mierda, para que nos vamos a engañar. Lo que en el cuento es sugerencia, inquietud y atmósfera aquí es una sucesión de patochadas una detrás de otra.

Lasssstima.