lunes, 10 de agosto de 2009

BATMAN BEGINS de Christopher Nolan – 2005 – (“Batman Begins”)


Sumergido en una profunda depresión tras contemplar impotente el asesinato de sus padres y tras comprobar cómo Gotham, su cuidad, es pasto de la corrupción y de la criminalidad, el millonario Bruce Wayne emprende un viaje alrededor de todo el mundo para encontrarse a sí mismo y para hallar una manera de enfrentarse al mal. Años después, está de regreso en la ciudad gótica… Como un hombre nuevo preparado para defenderla de las mafias y de los políticos y empresarios sin escrúpulos que la dominan. Sin embargo, va a tener que enfrentarse a un enemigo de su pasado que quiere aplicar en Gotham su propio concepto de justicia... El hombre que le entrenó y que le convirtió en el experto en lucha que es: el todopoderoso Ra’s al Ghul.

Ocho años transcurrieron desde que (menos mal) Joel Schumacher abandonara la saga de Batman después de haberla destrozado sin miramientos en las dos entregas que de ella que dirigió. Nadie volvió a tocar al personaje hasta entonces debido al merecido fracaso de “Batman & Robin” y a que los productores pensaron que una quinta parte en la misma línea que las anteriores ya no iba a tener ningún tirón comercial porque el hombre murciélago, por aquel entonces, estaba demasiado explotado (cuatro películas suyas en menos de una década). No fue hasta el año 2005, en plena efervescencia de la última fiebre de cine de superhéroes (que todavía dura y que todavía va a durar bastante más), cuando una nueva y fascinante entrega llegó a las salas de la mano de la consolidada promesa Christopher Nolan, que había alcanzado la fama de manera fulminante con la genial “Memento”. Antes, hubo un intento de adaptar el comic de Frank Miller “Batman: Año Uno” por parte de Darren Arofnosky, aunque por diversas razones el proyecto se acabó quedando en el camino. Nolan, digamos, lo retomó y lo logró acabar, y, por suerte, Nolan no era Joel Schumacher. Él sabía, como sabía Tim Burton, que los superhéroes son personajes que a menudo, y en contra de una prejuiciosa creencia generalizada, van más allá del concepto que habitualmente se tiene de ellos: el concepto del héroe infantil y maniqueo que Schumacher recuperó, concepto que él descartó de nuevo en “Batman Begins” para volver al estilo con el que Burton había creado escuela en las salas (fue el primer director en tratar estas figuras con toda la dignidad y seriedad que se merecían). Batman, ahora un soberbio Christian Bale que por momentos llega a dar verdadero miedo, volvería a ser el hombre-monstruo atormentado que fue, el super”héroe” humano que autores como Frank Miller, Alan Moore, Jeph Loeb o Grant Morrison supieron reivindicar. “Batman Begins” es una historia basada en algunas de las que estos creadores contaron y con la que cambiaron para siempre al personaje y todo su complejo mundo. Nolan se apartó de la saga que conforman las anteriores películas para reiniciarla en una génesis del universo del hombre murciélago y de sus amigos y enemigos. Es “Batman Begins”, a mi juicio, la mejor película creada hasta la fecha no sólo de su personaje, sino de todo el cine de superhéroes, junto a su secuela, "El Caballero Oscuro". Es la de Nolan toda una disección de los más ambiguos sentimientos que laten en el ser humano. En ella es Batman por vez primera el verdadero y absoluto protagonista de la narración, sin ningún villano a su lado que le eclipse (aunque los villanos de esta entrega tengan un carisma excepcional). Nolan ya ha tratado el miedo en otras obras suyas: “Memento” e “Insomnio” consiguen hacer reflexionar sobre este sentimiento, y “Batman Begins” no es una excepción. Batman tiene miedo a los murciélagos, un miedo atroz, un terror irracional provocado por un susto infantil que le dejó marcado junto al trauma de ver a sus padres ser asesinados. Batman aprende a enfrentarse a su miedo, a bañarse en él (inolvidable la escena del baño de murciélagos en la caverna) y, posteriormente, a controlarlo para luchar contra sí mismo y contra el mal. Los murciélagos darán miedo, a partir de ahí, a los villanos que atemoricen a Gotham. Por otra parte, la película plantea el complejo, contradictorio y polémico dilema entre dos conceptos de justicia bien distintos: la de Batman, horrorizado por su pasado y que por momentos no llega a distinguir entre justicia y venganza pero que, finalmente, se aleja del camino de la Ley del Talión y del propio interés para servir, simplemente, al ser humano (y darle posibilidades de redención) , y la de su maestro y posterior enemigo Ra’s al Ghul, traumatizado por otro pasado oscuro y que cree que la maldad ha de ser limpiada con fuego (genial Liam Neeson como uno de los villanos más importantes de la saga después del eterno Joker). La trama de “Batman Begins” se centra en ambos personajes con especial detenimiento, aunque, casi, podríamos calificarla de trama coral. Una inmensa galería de personajes se abre ante el espectador además de estos dos, y todos tienen un protagonismo decisivo, desde la amiga de infancia de Wayne y futura abogada luchadora hasta el desquiciado Espantapájaros pasando por el mayordomo Alfred o por el Comisario Gordon. Todos están desarrollados como si de personajes principales se tratase, y todos tienen su momento de gloria y su escena decisiva (el trabajo de guión de Nolan y David S. Goyer es realmente grandioso). Están, además, interpretados por un elenco soberbio de principio a fin: Michael Caine, Katie Holmes, Morgan Freeman, Gary Oldman, Cillian Murphy, Rutger Hauer y Tom Wilkinson, nada más y nada menos. La representación de Gotham vuelve al tenebrismo de Burton, pero otorgándole una mirada completamente realista. La ciudad sirve de símbolo de la decadencia de ella misma y del camino de la oscuridad que domina a su protector: en sus inicios aparece como una megalópolis luminosa, moderna, cuidada y limpia, y posteriormente se va oscureciendo hasta quedar apartada entre nieblas, noches eternas y suciedad, símbolo de la corrupción que la corroe sin pausa. Es, a su vez, el tratamiento de la historia igualmente realista: Batman es un ser humano que se somete a un duro entrenamiento y que adquiere su condición de superhéroe gracias a éste y a un equipo especial que adquiere con su inmensa fortuna. No hay trucos ni fantasías (dentro de la propia fantasía que supone el trasfondo del héroe), todo está explicado y fundamentado en una “realidad” posible. El filme mantiene, además, un ritmo excelente que nunca decae y que consigue que dos horas y media de metraje se pasen en un vuelo. Además, sus escenas de acción están meticulosamente dosificadas y tratadas con la espectacularidad justa y necesaria que requieren. “Batman Begins” es la película de superhéroes definitiva junto a su mencionada secuela, "El Caballero Oscuro". Un ejemplo que muchos directores deberían seguir para dejar de hacer tantas mediocridades.

1 comentario:

Lucifer, Becario del Mal dijo...

El mejor Batman, sin duda. No tengo nada contra el "Caballero Negro" pero como película la vi mas completa y menos basada en persecuciones y malabarismos.
Un Saludo!