domingo, 29 de agosto de 2010


Amigos y amigas, me mudo a otro blog, con el que empezaré de nuevo mi andadura de críticas cinematográficas. Creo que éste no lo he aprovechado todo lo que debería. El nuevo tendrá más fotos, un texto más cuidado y una imagen "menos sosa". Así que nada, os veo en mi nueva dirección :)

http://cinemagnificus.blogspot.com/

miércoles, 18 de agosto de 2010

PIRATAS DEL CARIBE: EN EL FIN DEL MUNDO de Gore Verbinski – 2007 – (“Pirates of the Caribbean: At world’s end”)


La Compañía de las Indias Orientales se ha aliado con el malvado Davy Jones, el demonio de los mares, con un objetivo: erradicar la piratería de todo el mundo. Sólo hay una esperanza: que los grandes jefes piratas se unan para acabar con ellos. Sin embargo, uno de estos jefes falta: el capitán Jack Sparrow, que está atrapado en el mundo perdido de Davy Jones. Will y Elizabeth han de encontrarlo antes de partir hacia la batalla final. El camino que les espera es muy peligroso, pero tienen nuevos aliados: el capitán Barbossa, que ha vuelto del mundo de los muertos, y el capitán Sao Feng, uno de los señores piratas de oriente.

Nadie sabía qué esperar, en el día de su estreno, de esta hasta ahora última parte de las aventuras de los Piratas del Caribe, entre otras cosas porque la anterior, un prólogo de ella, dejaba pocas pistas de lo que podía ser. ¿Un resurgimiento de la saga? ¿Otra película mediocre más o menos divertida? ¿Un nuevo bodrio para la cartelera comercial? Lo último de todo fue, por desgracia, lo que la mayoría del público se encontró. Y una vez más la culpa fue del guión. “Piratas del Caribe: El cofre del hombre muerto” tenía también este problema, especialmente por su condición de simple prólogo (de dos horas y media) de la que hoy nos ocupa compuesto por un cuerpo de acción incesante aderezado con unos cuantos apuntes argumentales. Sin embargo, y a pesar de este gran lastre que la hundía casi por completo, resultó ser una película por lo menos coherente. Lo que ya no es “Piratas del Caribe: En el fin del mundo”, un infumable batiburrillo inconexo y precipitado lleno de lagunas argumentales (algunas hasta de bulto). La historia narra la búsqueda del perdido Jack Sparrow por parte de sus amigos y de sus viejos enemigos y el posterior enfrentamiento de todos los piratas de todos los mares contra la flota de la Compañía de las Indias Orientales, que se ha aliado con el malvado Davy Jones. Como se puede observar, la trama es bien simple… Pero una vez más está pésimamente llevada. Si el pecado de la segunda parte de la trilogía era su poca trascendencia argumental, el de la tercera es precisamente el contrario, pero desde el peor de los sentidos: en la segunda se ha contado y resuelto tan poco que hay que soltar todo lo que queda por soltar en la tercera, y además de golpe. Así, la película, que vuelve a tener un metraje de dos horas y media, es, además de una imparable cascada de escenas de acción, también una imparable cascada de hechos, y ahora los que están metidos con calzador son precisamente éstos, que por su cantidad y por su frenético discurrir acaban ahogando al espectador. Pero, por si fuera poco, tiene este guión además una estructura farragosa y gratuitamente retorcida que no ayuda en absoluto a su comprensión. Llega un momento en el que nadie sabe qué está pasando exactamente y quien está en cada bando y por qué. Los personajes también se resienten: de la manera más absurda los guionistas sacan de la historia a caracteres clave de la anterior entrega: el Kraken y el Comodoro James Norrington. Es especialmente estúpida la manera de morir que tiene el primero, que demuestra la pésima planificación que han tenido las dos películas desde un principio. Por otra parte, el nuevo pirata interpretado por Chow Yun-Fat no aporta absolutamente nada a la trama salvo la forzada concesión del título de jefa de su flota a Elizabeth Swann, que, al igual que Will Turner, termina convirtiéndose en una pirata de la manera más tonta. Sin embargo, el desastre más grande viene con la historia de amor de Davy Jones y de Calipso, que se queda completamente colgada después de una vergonzante escena en la que la segunda se convierte en una gigante y explota desatando una tormenta (¿tanta leyenda y tanto cuento con Calipso para esta chorrada?). Jones, por cierto, pierde una notable importancia en la trama: supuestamente es el villano principal, pero su historia personal no avanza y se ve ensombrecido por el líder de la Compañía de las Indias Orientales. Sólo dos personajes conservan algo de frescura: Jack Sparrow, graciosillo, y el capitán Barbossa, acertadamente recuperado. Para terminar, decir que las escenas de acción han perdido inventiva, el humor es menos efectivo y más facilón y hay cabos sueltos por todas partes (el papel de Calipso, la muerte del Kraken, la explicación del “mundo de Davy Jones”, la batalla final en la que sólo lucha el barco de los protagonistas…). Un total desastre. Y otra saga que se cargan vilmente. ¿Por qué siempre tiene que pasar lo mismo?

martes, 17 de agosto de 2010

PIRATAS DEL CARIBE: EL COFRE DEL HOMBRE MUERTO de Gore Verbinski - 2006 – (“Pirates of the Caribbean: Dead Man’s chest”)


Antes de casarse, Will Turner y Elizabeth Swann se meten sin quererlo en problemas. La culpa es, una vez más, del capitán Jack Sparrow, que es buscado tanto por sus habituales enemigos de la Compañía de las Indias Orientales como por Davy Jones, el demoníaco capitán del Holandés Errante y señor del lado más oscuro de los mares. Ambos habrán de ayudar a su viejo aliado porque no sólo está en juego su pellejo… Sino el de todo el mundo de la piratería. Davy Jones es el enemigo más terrible al que van a enfrentarse…

Tres años después del enorme éxito de “Piratas del Caribe: La maldición de la Perla Negra” llegó a los cines su esperada segunda entrega, que era a su vez la primera parte de la tercera, que llegó a las salas al siguiente año. Las dos fueron rodadas a la vez y ambas componen una nueva aventura en la que todos los personajes de la primera parte repiten para enfrentarse (o aliarse) con un nuevo y ciertamente muy carismático villano: otro pirata maldito llamado Davy Jones que está basado en una leyenda nórdica real. Por desgracia, del excelente producto de entretenimiento que fue la película del 2003 queda muy poco en esta del 2006 (y en su continuación, una triste bazofia del todo infumable). Aciertos los tiene, no hay que negarlos, pero no solucionan el principal problema del filme (de éste y del posterior): su guión, no por poco interesante (porque la historia básica que plantea podría haber sido efectiva tratada con otra fórmula) sino por lo pésimamente compuesto que está. Entre los aciertos de “Piratas del Caribe: El cofre del hombre muerto” encontramos un mejor desarrollo de todos los personajes, en cuyos pasados se profundiza o a los que se les refuerza con nuevos objetivos para otorgarles un renovado interés; así como un tratamiento de la trama más serio e incluso violento (aunque en ningún momento se deja de lado el humor familiar presente en su antecesora) y un ambiente más cuidado, más oscuro y onírico y por momentos casi rococó (las escenas pesadillescas dentro de la nave de Davy Jones están realmente bien recreadas). Por desgracia, aquí queda todo. “Piratas del Caribe: El cofre del hombre muerto” es un prólogo para “Piratas del Caribe: En el fin del mundo”, su continuación directa. La película está estructurada como una interminable sucesión de secuencias de acción frenética justificadas con cuatro o cinco apuntes argumentales. Parece mentira, pero es cierto, y por si fuera poco este prólogo dura más de dos horas. En el filme se presentan a los nuevos personajes, se presenta la nueva trama y se presenta lo que va a ser la tercera entrega de la hasta ahora trilogía. Y punto. El resto es puro relleno, relleno que consiste en acción, acción y más acción gratuita y colocada con calzador: carreras constantes de un lado para otro, un objeto que va sin cesar de un personaje a otro (el corazón del villano) y traiciones y alianzas incesantes y a cada cual más rebuscada. Cualquier excusa es buena en esta película para colocar una escena de acción. Mientras, la trama no avanza y el espectador siente que lo están timando. Y con un timo, como he dicho antes, de dos horas y media (tiradas por la borda, nunca mejor dicho). Lo peor sin embargo es que “Piratas del Caribe: En el fin del mundo” fue aún más infame.

lunes, 16 de agosto de 2010

PIRATAS DEL CARIBE: LA MALDICIÓN DE LA PERLA NEGRA de Gore Verbinski – 2003 – (“Pirates of the Caribbean: The curse of the Black Pearl”)


Cuando la próspera ciudad de Port Royal es asaltada por el temido capitán pirata Barbossa, el destino une a dos hombres muy distintos: al joven herrero Will Turner y al también capitán pirata Jack Sparrow. Ambos parten en persecución de la Perla Negra, el barco en el que viaja el invasor, aunque lo hacen por motivos bien distintos: Will quiere rescatar a Elizabeth, su amada, y Jack quiere “rescatar” a su amada nave, la propia Perla Negra. Aunque pertenecen a mundos distintos, los dos van a tener que colaborar para acabar con Barbossa y sus hombres, prisioneros de una terrible maldición ancestral.

Aunque le falta una personalidad como autor (a la que se acerca con la que para muchos es su mejor obra, “El hombre del tiempo”), nadie puede negarle al estadounidense Gore Verbinski el calificativo de director comercial digno y versátil, lo que en la industria hollywoodiense de nuestros días es ya no mucho, sino muchísimo. Casi todas sus películas han tenido un gran o notable éxito de taquilla y no por ello han resultado ser películas mediocres o bodrios: pertenecientes a una amplia variedad de géneros, han conjugado sin problemas el simple entretenimiento (un objetivo que ya algunos ni son capaces de alcanzar) con una mínima calidad. Gore Verbinski es un excelente artesano a todos los niveles cuyo cine familiar debería servir de ejemplo a muchos. Su filmografía se compone de la comedia “Un ratoncito duro de roer”, de la comedia romántica negra “The mexican”, del remake de la exitosa película de terror “The Ring”, de la comedia agridulce “El hombre del tiempo” y de la trilogía de aventuras “Piratas del Caribe: La maldición de la Perla Negra”, “Piratas del Caribe: El cofre del hombre muerto” y “Piratas del Caribe: En el fin del mundo”.

El género de los piratas llevaba muerto demasiado tiempo, y los intentos de resurrección por parte de la industria habían resultado hasta la llegada de “Piratas del Caribe: La maldición de la Perla Negra” completamente fallidos. Ni un genial creador como Roman Polanski pudo devolverle la vida con su comedia “Piratas”, que fue un estrepitoso fracaso (a pesar de que, sin ser de sus mejores obras, era bastante divertida), y mucho pudo menos el mediocre Renny Harlin con la infumable “La Isla de las Cabezas Cortadas”, carísima superproducción que se dio otro enormísimo batacazo en las taquillas (uno de los mayores de los noventa junto a “Waterworld”). Basada en una atracción de Disneylandia, “Piratas del Caribe: La maldición de la Perla Negra” ha sido, además de uno de los mayores éxitos de esta década que no ha terminado, el filme que por fin pudo devolver al ruedo al género del que hablamos (por lo menos por ahora), filme que por supuesto ha tenido dos secuelas, una primera bastante flojita y una segunda, por desgracia, deleznable. Gore Verbinski demuestra en ésta, la primera de la hasta ahora trilogía, una habilidad pasmosa para regalar una película de aventuras “como las de antes” (frase hecha que creo que se ajusta muy bien al caso). Todos los tópicos y lugares comunes del género y de más allá están reunidos en ella: las mencionadas aventuras aparecen mezcladas con la comedia familiar más delirante en una historia de acción frenética muy imaginativa que bebe tanto de los clásicos de Errol Flynn como de grandes e injustamente menospreciadas creaciones de serie B o del cine de acción y humor de los ochenta (la sombra de Indiana Jones es alargada). Dos horas y veinte minutos se pasan en un vuelo entre constantes peligros, batallas, trampas, desastres, enigmas, maldiciones y monstruos que se sitúan en un acertado ambiente de aura romántica y toques barrocos. Los diálogos no son una maravilla (y tampoco pretenden serlo), pero sí que son ocurrentes y acertados en todo momento y se deslizan con una agilidad pasmosa, y el humor, claramente familiar, no resulta por ello estúpido o vergonzante. La trama es simple hasta decir basta, pero interesante desde el primer momento y con toda su información dosificada con gran acierto. Los personajes, muy bien interpretados por un excelente reparto, resultan carismáticos en todo momento (hasta el de Orlando Bloom lo es), aunque haya que destacar el de los capitanes Barbossa y Jack Sparrow (geniales Geofrey Rush y Johnny Depp). La casi total falta de pretensiones eleva el conjunto más si cabe, un conjunto explosivamente disfrutable, un seguro de un gran rato de diversión sin nada más. Película comercial por encima de la media que, tristemente, nos estamos acostumbrando a encontrar en las grandes salas.

viernes, 13 de agosto de 2010

PEQUEÑA MISS SUNSHINE de Jonathan Dayton y Valerie Faris – 2006 – (“Little Miss Sunshine”)


Los Hoover al completo (padres, hijos, abuelo y tío) se ven obligados a hacer un viaje relámpago a California para que Olive, la más pequeña de la casa, cumpla su sueño: participar en el famoso concurso de belleza infantil Pequeña Miss Sunshine. Durante el viaje, los distintos caracteres de los miembros de la familia chocan. Todos excepto Olive viven decepcionados y hastiados de sus vidas. Sin embargo, todos van a tener que luchar por mantenerse unidos, lo único que los va a salvar.

El matrimonio real y artístico conformado por Jonathan Dayton y Valerie Faris posee una amplia y muy reconocida carrera en el mundo de los videoclips. Además del programa de la MTV “The Cutting Edge”, han dirigido para Red Hot Chilli Peppers, REM, The Smashing Pumpkins, Jane’s Addiction, Janet Jackson, Macy Gray, Oasis, Weezer o los Ramones. Su primer largometraje es “Pequeña Miss Sunshine”.

“Pequeña Miss Sunshine” conjuga a la perfección la comercialidad de cara a las salas de cine y la narración de una historia con hondura que, a pesar de tener un tono amable en todo momento, no deja de estar cargada de lúcidas ironías. El filme presenta a una familia normal y corriente de clase media norteamericana que ha de realizar un inesperado viaje relámpago a California para que la hija pequeña, el único personaje sano y no tocado por la decepción de todo el grupo, cumpla su sueño: participar en un concurso de niñas modelos muy exigente y esnob. Dicho viaje desatará los conflictos que todos llevan arrastrando años y propiciará los roces entre los protagonistas de la cinta. Hay que señalar que el gran atractivo de “Pequeña Miss Sunshine”, aparte de en un guión tan inteligente (y cruel por breves momentos) como tierno llevado por Dayton y Faris con una agilidad tremenda, reside en las magistrales interpretaciones de todo su elenco protagonista. La pequeña Abigail Breslin realiza un papel memorable como la niña de la familia (con lo difícil que esto resulta), mientras que los que le rodean brillan con esplendor: Greg Kinnear lo hace como el padre mediocre y fracasado pero obsesionado con el triunfo, Toni Collete lo hace como la madre comprensiva pero a la vez agotada, Alan Arkin reluce como el abuelo hedonista pero entregado en cuerpo y alma a su nieta, Paul Dano como el hijo adolescente perdido y hastiado y Steve Carell como el tío homosexual depresivo. Sin ellos, nada habría sido lo mismo. Hay que sumar, además, el mencionado guión, amable pero, como he dicho, lúcido, inteligente e irónico (con lugar para los momentos optimistas y felices y, también, para los patéticos) y el ritmo que hilvana toda la trama. “Pequeña Miss Sunshine” es una excelente road movie familiar sobre los sueños y las ilusiones perdidas, encontradas y reencontradas y sobre la unión de la familia ante toda adversidad (a pesar de este mensaje que guarda el filme, no está tratado el asunto central de una forma ñoña o sensiblera ni con moralina, como tantas veces se ha hecho).

domingo, 8 de agosto de 2010

ORIGEN de Christopher Nolan – 2010 – (“Inception”)


Dom Cobb posiblemente sea el mejor maestro del mundo del arte de la extracción, el arte de apoderarse de los secretos del subconsciente de las personas mientras están soñando. Es codiciado en todo el planeta por sus servicios, pero también es un fugitivo internacional que no puede volver a los Estados Unidos, su país, al estar allí acusado de haber hecho algo horrible con su mujer que en realidad no hizo. Pero Dom tiene ahora la oportunidad de rehacer su vida en una misión especial que tiene que ver con una gigantesca e importante empresa y un terrible conflicto paterno filial. Dom, acompañado de su equipo, se lanza a este sueño...

Christopher Nolan siempre ha sido un cineasta con gran gusto por los dilemas y los juegos metafísicos, lo que se puede comprobar en obras como "Memento" o "El truco final". Tal vez su obra "definitiva" (hasta hoy por lo menos) en lo referente a estos dilemas sea la excelente y recién estrenada "Origen", que somete al espectador a un tenso descenso a los diversos niveles del subconsciente mezclando el thriller, la aventura fantástica y la acción pura y dura en un efectivo mix de géneros en el cual también hay lugar para una maravillosa historia de amor y otra de relaciones paterno-filiales. Nolan reflexiona sobre las relaciones entre la realidad y el sueño y sus naturalezas y sobre la posibilidad de la existencia de distintas realidades (en lo cual interviene poderosamente lo subjetivo -y lo obsesivo-) y de que dichas realidades terminen tanto solapándose como alejándose las unas de las otras de manera radical. Lo puramente metafísico se une además a otra reflexión sobre los sentimientos y las reacciones humanas y emocionales que la existencia "real" de la mencionada telaraña metafísica podría suscitar. "Origen" habla definitivamente, tras el envolvente juego que propone al espectador, de la necesidad de escapar que todos alguna vez hemos tenido hacia el mundo de los sueños y de cómo dicho mundo puede terminar suplantando al real. Y también de la posibilidad, dolorosa pero necesaria cuando se traspasa el límite, de volver o por lo menos de buscar "lo verdaderamente verdadero". Todo juego metafísimo está sometido por supuesto a ciertas trampas (aunque Nolan las esquiva con limpieza y dignidad casi todas) y a cierta polémica (no todos van a coincidir con la visión metafísica del que lo expone -a algunos les parecerá un timo-), pero "Origen" es, en este aspecto, coherente (pienso) y no trata de engañar al espectador. Por otra parte, sus espectaculares efectos especiales están justificados y no son abusivos en el artificio, mientras que el reparto del filme es destacadísimo, encabezado por un como siempre gran Leonardo DiCaprio al que acompañan geniales secundarios (todos). Una muy notable película es la nueva propuesta de Christopher Nolan después de su soberbia y alabadísima "El Caballero Oscuro".

viernes, 6 de agosto de 2010

MONSTRUOS CONTRA ALIENÍGENAS de Rob Letterman y Conrad Vernon – 2009 – (“Monsters Versus Aliens”)


La vida de la joven californiana Susan era perfecta: estaba a punto de casarse con su novio, un presentador de televisión de gran éxito, y de marchase a París a vivir su luna de miel. Sin embargo, todo se va al garete cuando un meteorito le cae encima y la transforma en Genórmica, una mujer enorme y con una fuerza inmensa. Para colmo, el gobierno de su país, tras encerrarla, la requiere para que salve a la Tierra de unos alienígenas que planean invadirla. Susan se une a la masa B.O.B, al Doctor Cucaracha, al hombre pez Eslabón y a la larva de 100 metros Insectosaurio para salvar al planeta y... Contra todo pronóstico, descubre junto a ellos que su vida anterior era una completa farsa.

“Monstruos contra Alienígenas”, la segunda película que dirige Rob Letterman tras “El Espantatiburones” y también la segunda que dirige Conrad Vernon tras “Shrek II” es un espectáculo visual (en 3D visión estereoscópica) impresionante que, además, combina muy bien dicha espectacularidad con una gran dignidad como comedia infantil y juvenil con toques adultos y con un humor inteligente y lleno de referencias cinéfilas (desde “Una verdad incómoda” de Al Gore hasta “Mars Attacks!” de Tim Burton) sustentado en un delicioso homenaje a la ciencia ficción y al pulp clásico. Un grupo de variados monstruos se enfrentan a los alienígenas que quieren invadir la Tierra (pulpos cabezones e intelectuales, por supuesto) y eso da lugar a un conjunto de hilarantes situaciones cómicas que divierten muchísimo (demasiadas películas de la nueva hornada de animación en 3D no lo logran), a unas escenas de acción bien ideadas y montadas y a una historia de autosuperación, de amistad y de lucha contra los convencionalismos de la mediocridad protagonizada por freaks amigos de los niños muy vista pero que se sostiene sin caer en excesivos tópicos. Lo mejor de “Monstruos contra Alienígenas” viene de la mano de sus protagonistas, los que, en gran parte, salvan a la película de caer en la simple mediocridad a pesar de su buen hacer (que no sería suficiente sin estos mencionados protagonistas). Una sufriente jovencita ansiosa por casarse se transforma en una mujer gigante y superpoderosa que hace referencia directa a “El ataque de la mujer de 50 pies” y se hace amiga de una masa bastante ingenua que remite a “The Blob”, de una inteligentísima cucaracha científica que parodia a “La mosca”, de un hombre pez que hace lo propio con “La cosa del pantano” y de un aberrante insecto enorme al más puro estilo “Godzilla”, “King Kong” o “Gamera”. Por supuesto, les acompañan los militares que les esconden de la sociedad en el Área 51 y que no podían faltar. “Monstruos contra Alienígenas” es una comedia muy digna y muy divertida.

martes, 3 de agosto de 2010

UN FUNERAL DE MUERTE de Frank Oz – 2007 – (“Death at a Funeral”)


Una rica familia inglesa prepara el funeral del fallecido padre en su gran casa de la campiña. Todo está listo para el solemne momento y, poco a poco, los invitados van llegando. Todo tiene que salir perfecto. Sin embargo, los problemas no hacen más que proliferar: vuelven a surgir las rencillas entre los hermanos, algunos miran mal a las parejas de los otros, alguien toma drogas sin quererlo, estallan rivalidades y aparece de la nada un apuesto enano que asegura ser… el amante del muerto. El caos ha llegado a la casa.

Frank Oz continuó su carrera en 2007 con la humildad y el buen hacer que ha caracterizado a casi toda su filmografía con “Un funeral de muerte”, una divertida comedia que hace un homenaje a la comedia clásica inglesa de situaciones tanto en su brillante estética (preciosa la fotografía) como en su estilo limpio, conciso y directo que sin embargo se desquicia en los momentos clave para terminar resultando alocado y nervioso. La excusa es simple y la hemos visto ya en muchas otras ocasiones: el funeral de un viejo padre de familia sirve para destapar, por medio de constantes y locas peripecias, el mundo oculto que late en esa propia familia, adinerada, hipócrita, clasista y algo esnob y residente en la habitual (como no) gran mansión de una campiña de las profundidades del Reino Unido. El protagonista es coral y está excelentemente interpretado, mientras que los gags beben del mencionado humor inglés, de cierto humor absurdo, del humor negro y ligeramente del slapstick y del humor zafio, que aparece representado con formas refinadas conscientemente para hacer al conjunto más desternillante si cabe. Con una más que solvente agilidad y con un gran pulso Oz va revelando todos los secretos de la familia protagonista y de sus allegados más próximos, secretos que en su mayoría el espectador descubre junto a los propios personajes. Se repasa así, con un ojo muy agudo, un gran número de asuntos: los mencionados clasismos, hipocresías y esnobismos varios, los prejuicios, las drogas, la homosexualidad vista como una vergüenza y las relaciones amorosas desaprobadas en general. El tono satírico empleado para tratar estos asuntos es ácido en todo momento, aunque en líneas generales “Un funeral de muerte”, como otras cintas de su autor, se muestra básicamente amable ante la crítica social que lanza (lo que no quita que resulte una crítica inteligente), amabilidad que queda ensalzada con el apropiado final feliz, esa amabilidad que tanto le critican al cine de Frank Oz. Muy recomendable a pesar de todo para pasar un buen rato con ironías, elegancia que encubre decadencia y delirantes gags.

viernes, 30 de julio de 2010

APPALOOSA de Ed Harris – 2008 – (“Appaloosa”)


El policía federal Virgil Cole y su socio Everett Hitch, justicieros nómadas, se instalan temporalmente en el pequeño pueblo de Appaloosa para arrestar al ranchero corrupto y violento Randall Bragg, que con su grupo de forajidos tiene al lugar sumido en el terror y que ha asesinado sin piedad al anterior sheriff. Virgil y Everett van a experimentar un cambio radical en sus vidas: se van a asentar en Appaloosa, en donde Virgil va a encontrar el amor, y se van a destacar como los nuevos defensores del pueblo. Sin embargo, esta decisión puede tener terribles consecuencias para ellos: su amistad puede verse rota por las circunstancias que están a punto de vivir en su lucha contra Bragg.

Aunque es sobradísimamente conocido como actor, en su faceta de director Ed Harris ha dirigido hasta la fecha dos películas; el biopic del pintor Jackson Pollock “Pollock” y el western “Appaloosa”, ambas muy destacadas e interesantes. Aún así, es todavía muy pronto para valorar su filmografía, en estos momentos demasiado escueta aunque prometedora.

Basada en la novela homónima de Robert B. Parker, “Appaloosa” es el segundo filme de Ed Harris como director y un excelente western que rescata lo mejor del género en su vertiente más clásica sin renunciar a un realismo de corte épico pero también brutal y sin concesiones. Unos excelentes Ed Harris y Viggo Mortensen (especialmente éste brilla con luz propia ante las cámaras) dan vida a dos justicieros que se establecen en el pequeño pueblo que da nombre al filme para enfrentarse a un grupo de rancheros que actúan al margen de la ley comandados por un también genial Jeremy Irons. Allí, casi sin buscarlo, se terminan estableciendo y desarrollando sus nuevas vidas junto a la mujer que se queda al lado del personaje de Harris y que está interpretada por una igualmente excelente Renée Zellweger. En su nueva vida, la amistad de los dos protagonistas (la amistad es el asunto central del filme) se pondrá a prueba: tendrán que dejar la existencia nómada que les unía, tendrán que luchar juntos contra los forajidos usando las armas y también las leyes, tendrán que demostrarse la confianza mutua que se profesan cuando las inseguridades de una mujer aterrada las ponga en duda y tendrán que enfrentarse al hecho de que los criminales que combatieron, tras pasar de criminales armados con pistolas a criminales armados con la corrupción, puedan llegar a resultar aceptados por una sociedad hipócrita, pusilánime e interesada. En un estilo de corte clásico, pausado y poético pero siempre anclado en el realismo, Ed Harris construye una fantástica película sobre las mencionadas confianza y amistad, sobre la violencia, la cobardía, el miedo, la hipocresía y la corrupción que contiene escenas verdaderamente antológicas como el duelo final (magistralmente resuelto), el combate contra los indios o la lucha a disparos cercanos a bocarrajo en Mexico (precisa, brutal, impactante y alejada de efectismos baratos). El elenco actoral, como he comentado, brilla con luz propia y, especialmente, lo hace un Viggo Mortensen inspiradísimo y con un carisma apabullante. “Appaloosa” es un genial western en todos los aspectos y una de las más bellas historias de amistad, compañerismo y sacrificio en una sociedad inhumana de 2008.

martes, 27 de julio de 2010

UN PUENTE HACIA TERABITHIA de Gabor Csupo – 2007 – (“Bridge to Terabithia”)


Jesse es un chico tremendamente imaginativo y amante del dibujo y de las carreras que no se siente integrado ni en su colegio ni en su casa. Todo cambia cuando llega al vecindario Leslie, una chica que comparte sus mismos intereses. Junto a ella, construirá una cabaña en un árbol y, en las profundidades del bosque, vivirá grandes aventuras imaginarias. Sin embargo, un hecho terrible le hará volver al mundo real… Al que tendrá que enfrentarse.

El cineasta, restaurador y músico húngaro Gabor Csupo es uno de los nombres más importantes de la animación actual. Junto a su mujer, la estadounidense Arlene Klasky, fundó la compañía Klasky Csupo, que se ocupó de animar varias temporadas de las series “Los Simpsons”, “Los Rugrats” o "Ah!!!!!! Real Monsters", además de los largometrajes basados en la última de ellas. Su primera película para la gran pantalla fue la muy irregular aunque interesante “Un puente hacia Terabithia”, a la que siguió el filme de animación "Inmigrants" y el nuevo filme para niños "El secreto de la última Luna".

“Un puente hacia Terabithia” está basada en la famosa y premiada novela homónima de Katherine Paterson, y estuvo en su día también claramente orientada a aprovechar en las taquillas el tirón de sagas fantásticas de los últimos años como “El Señor de los Anillos”, “Harry Potter” o “Las Crónicas de Narnia”. La película, orientada a un público infantil y muy juvenil, trata de ser una obra digna destinada a este mismo público, cosa que básicamente consigue, aunque de ahí no pasa. Narra “Un puente hacia Terabithia” (uno de los reinos mencionados en los libros de Narnia) la historia de Jesse y Leslie, dos niños llenos de inventiva que están a punto de entrar en la adolescencia y que, inadaptados y marginados en su colegio y también en su hogar (el chico especialmente en el segundo), inventan un mundo mágico en las profundidades del bosque que hay cerca de sus casas, en donde, en una cabaña en un árbol, viven aventuras imaginarias enfrentándose a toda clase de seres fantásticos extraídos de cuentos y narraciones como las mencionadas de Tolkien, Rowling o Lewis. La vida feliz que llevan, sin embargo, se les hunde con una inesperada tragedia que les devuelve al mundo real. La novela fue escrita originalmente para el joven hijo de su autora, que había perdido a uno de sus mejores amigos. Por ello, la trama no consiste en que los protagonistas se enfrenten a las fuerzas del mal, ni en que tengan que buscar un tesoro o salvar a un pueblo oprimido, sino en el paso a la madurez de éstos, por lo que el filme se muestra ciertamente fresco en, por lo menos, este aspecto (especialmente cuando sorprende hasta cierto punto con el giro argumental que desencadena la mencionada tragedia -y que no desvelo-). Por desgracia, aquí se queda casi todo. Hay que destacar unos buenos efectos especiales, unas buenas actuaciones de los dos jóvenes protagonistas y un aceptable manejo del drama. El resto de la película es completamente mediocre: argumento lineal, seres mágicos sin demasiada inventiva y personajes y acciones predecibles. Cierto es que es una cinta destinada para niños y que posiblemente muchos de estos niños no pidan nada más. Sin embargo, hubo otras épocas en las que incluso las películas para niños tenían una gran sensibilidad y madurez. “Un puente hacia Terabithia” se queda en el camino de esa sensibilidad y esa madurez. Trata un asunto duro, crudo incluso, pero no sabe llevarlo por un cauce ni duro, ni crudo, ni artístico y ni siquiera imaginativo.