miércoles, 12 de agosto de 2009

EL CABALLERO OSCURO de Christopher Nolan – 2008 – (“The Dark Knight”)


Batman por fin se ha consolidado como el gran defensor de Gotham junto al Comisario Gordon y junto al incorruptible Fiscal del Distrito Harvey Dent. Juntos, luchan de manera implacable contra el crimen organizado de la ciudad y contra la corrupción que late en todos sus rincones. Un nuevo enemigo va, sin embargo, a amenazar sus objetivos: el Joker, un hombre maquillado como un payaso que ha salido de la nada y que está dispuesto a sumir a Gotham en el caos puro… Y que, además, quiere convertirse en la cara oscura del propio Batman, que, una vez más, va a enfrentarse a un gran dilema que cambiará su vida para siempre.

Christopher Nolan, que ya entregó en 2005 la mejor película de superhéroes realizada hasta esa fecha (la soberbia “Batman Begins”, primera parte de la que hoy comentamos), rizó el rizo de la maestría y nos regaló el pasado 2008 otra obra maestra que por lo menos iguala a su antecesora. La historia continúa en donde aquella se quedó: Batman sigue consolidándose como defensor de Gotham junto al Comisario Gordon, aunque ahora tiene un nuevo enemigo, el clásico Joker (que del gran Jack Nicholson pasa a un sobrecogedor Heath Ledger) y un nuevo aliado, el incorruptible abogado Harvey Dent, que (y no sigan leyendo si no han visto la película –aunque creo que cualquiera que haya tenido contacto con cómics, series o anteriores filmes de Batman sabe esto-) terminará transformándose en el segundo villano de la cinta: Dos Caras (interpretado en sus dos facetas por un también genial Aaron Eckhart). El estilo vuelve a ser el mismo desplegado en “Batman Begins”: vuelve la Gotham realista y el Batman vulnerable (que llega a ser apaleado por vulgares esbirros de sus enemigos principales) de aquella, el Batman superhéroe producto de su entrenamiento como ninja y de los inventos que usa y, por supuesto, el Batman atormentado, freak y casi monstruoso por momentos que ya explotó en su día el gran Tim Burton. Vuelve, además, una trama seria, complejísima y cargada de hondura que hace justicia al género de los superhéroes como pocas películas lo han hecho (y lo siguen sin hacer). Si “Batman Begins” era un filme sobre el miedo y sobre la lucha entre dos concepciones radicalmente opuestas de justicia (la de Batman y la de su maestro y posterior enemigo Ra’s al Ghul), “El Caballero Oscuro” se centra en la lucha del orden contra el caos puro y profundiza en un asunto con el que cualquiera de nosotros puede identificarse: el del compromiso con cualquier causa justa, compromiso que puede implicar la incomprensión, la burla, la persecución, la marginación e incluso la muerte, pero que no puede ser eludido ni por Batman, ni por el Comisario Gordon ni por Harvey Dent, la triple alianza contra los mafiosos de Gotham. Nolan y sus guionistas, David S. Goyer y su hermano Jonathan Nolan, trabajan excepcionalmente este aspecto de la trama colocando al Joker como un agente del caos que, además de convertirse (por su propia voluntad) en el complemento oscuro de Batman, le recuerda constantemente con palabras y con hechos que su compromiso le costará su vida y la de sus seres queridos y que, debido a su concepción del mundo, tendrá que resignarse irremisiblemente al sacrificio. El ejemplo perfecto, ideado por el propio Joker, un psicópata lucidísimo y portador de un humor negro delirante (genial y a la vez estremecedora la escena de la desaparición del lápiz, su carta de presentación), es el de Harvey Dent, el ser más íntegro, valiente y entregado de la película, el ser que, tristemente, termina transformándose en el ángel caído de Gotham y, paradójicamente, en su esperanza final tras el sacrificio del propio Batman, que se convierte en un villano más para llevar la salvación a su ciudad después de que su teoría del caos al mismo Joker le haya propiciado un revés (tras las grandes sorpresas de los dos barcos). Repite en “El Caballero Oscuro” prácticamente todo el reparto de “Batman Begins” exceptuando a Liam Neeson por razones obvias, a Rutger Hauer y a Tom Wilkinson (que tampoco pintaban ya mucho) y también a Katie Holmes, que es sustituida por Maggie Ghyllenhaal, mientras que se pueden disfrutar de pequeños cameos de secundarios de aquella (como el de Cillian Murphy como el Espantapájaros, muy divertido y supongo que encaminado a preparar su aparición en la tercera película de esta trilogía –lo será al parecer-). El viejo reparto sigue excelente (destacando a un genial Gary Oldman que repite como Comisario Gordon y a un divertidísimo Michael Caine que hace lo propio como el mayordomo Alfred) y entre las caras nuevas brilla con luz propia la del recientemente fallecido Heath Ledger, que entrega un Joker verdaderamente terrorífico y capaz de poner los pelos de punta bastante alejado del mítico que Jack Nicholson entregó en el primer “Batman” de Tim Burton (aquel era más estrambótico y dandy, este es bastante más sucio y descuidado). También Aaron Eckhart entrega una interpretación excelente como Harvey Dent/Dos Caras, bordando al que es el personaje más trágico de la película junto al de Rachel (correctísima Maggie Ghyllenhaal). “El Caballero Oscuro” es una obra maestra que se configura, junto a “Batman Begins”, como la mejor película de superhéroes creada hasta la fecha. No se la pierdan.

2 comentarios:

Paula Lago dijo...

Aunque por momentos se me hizo un tanto lenta, reconozco que este film es uno de los mejores para presentar el aspecto atormentado de este super héroe. Para mi la figura de Batman es la que siempre másme ha gustado en el sentido que es tipo común, sin poderes extraordinarios que se ha preparado para combatir el mal desde un pasado basado en el odio y eso es lo que me gusta que haya rescatado Nolan, es un ser tal y como me gusta!!. Muy buenas reseñas estas de Batman! has elegido mi heroe favorito! Gracias.

Crowley dijo...

Me pasa como a Pabela, algunas veces se me hace lenta, pero sólo por la actuación del mejor Joker que dará el cine, ya merece la pena verla.
Saludos