domingo, 13 de septiembre de 2009

DONNIE DARKO de Richard Kelly – 2001 – (“Donnie Darko”)


Middlesex, Virginia. 1988. Donnie Darko es un adolescente de clase media con problemas mentales, imaginativo, extraño y rebelde que una noche escapa de la muerte milagrosamente: se despierta en mitad del campo y, cuando vuelve a su casa, descubre que el motor de un avión ha caído sobre su habitación destrozándola por completo. Su familia por suerte se ha salvado, pero, extrañamente, no hay ni rastro del avión. En poco tiempo, Donnie empieza a verse con su amigo Frank, un enorme conejo que le predice la llegada del fin del mundo… Nadie comprende el extraño comportamiento que Donnie empieza a tener. ¿Es un visionario o un loco de atar?

Richard Kelly todavía sólo ha dirigido dos filmes muy diferentes: el ya de culto “Donnie Darko” y la extrañísima y mal recibida "Southland Tales", además de haber firmado los guiones de “The Box” de Eli Roth y de “Domino” de Tony Scott. Su tercera obra está por llegar: “La caja”. Es todavía demasiado pronto para hacer una valoración de su espaciada carrera.
Aunque en las carteleras de las salas de cine pasó bastante desapercibida en su año, “Donnie Darko” es hoy, gracias al boca a boca y a Internet, un filme de culto absoluto, a pesar de que está (en mi humilde opinión) algo sobrevalorado. A la hora de analizarlo se presenta un problema: lograrlo sin descifrar las claves de su trama. Voy a hacer, por esto, su valoración de manera muy general. “Donnie Darko” narra la historia de Donnie (un genial y entonces jovencísimo Jake Gyllenghal), un chico con problemas mentales (psicosis, según dicen en algunas páginas) que tiene un amigo llamado Frank que los que le rodean creen que es imaginario. ¿Lo es? El espectador lo no sabrá hasta el final, por supuesto. Frank va siempre disfrazado de un enorme, siniestro y oscuro conejo, y siempre encuentra a Donnie en los lugares más inesperados para hacerle revelaciones. ¿La última? La fecha en la que, supuestamente, se va a acabar el mundo. A partir de estas premisas, comienza un juego entre la realidad y el sueño, juego en el que ambos se acaban fundiendo en una paradoja temporal. Donnie actúa siguiendo ciertos designios de Frank, aunque sin ser su fiel esclavo. Donnie parece ser un visionario: es un chico trastornado y extraño, el bicho raro del instituto, un chico aparentemente anodino pero con la fuerza y la personalidad necesarias para revelarse contra los dictados y los convencionalismos de los que le rodean (sus profesores, sus padres, los chulos de su clase, los intelectuales de pacotilla…). Si es este visionario lo descubrirá el espectador. ¿Son reales sus visiones o son sólo producto de su mente enferma? Poco más puedo explicar sin fastidiar el filme al o a la que no lo haya visto. Interpretaciones del mensaje que Kelly quiere transmitir en su ópera prima las hay a millones: “Donnie Darko” dice algo distinto a cada persona que la ve. Sólo he de decir, aparte de esto con respecto a su trama, que me parece llevada con un pulso genial, con un gran sentido de la dosificación dramática y del suspense y, además, que está estructurada con precisión e inteligencia para que su sorprendente desenlace cale hondo. Sin embargo, creo, a pesar de esto, que todo empieza a intuirse llegando el final del metraje. Hay momentos que me resultaron predecibles. Por eso creo que "Donnie Darko" está algo sobrevalorada (que, repito, no significa que para mí sea una mala película en absoluto). El filme es una acertada y original mezcla entre thriller y drama adolescente con toques de comedia que parodia a películas "ochenteras" de jóvenes (el mismo filme se desarrolla en la década de los ochenta). El ambiente, que muchos han calificado como “lynchiano”, es onírico y enrarecido, realmente muy parecido al que Lynch ha recreado en tantas de sus obras para retratar sus pueblos y pequeñas ciudades de la Norteamérica profunda. Las dosis de lirismo realista que contiene son también muy acertadas, dosis que otorgan una tremenda aura poética al filme, que pasa de terrible y siniestro a realmente conmovedor y entrañable. La banda sonora está llena de grandes clásicos de los ochenta: Joy Division, Duran Duran, Echo & The Bunnymen o Tears for Fears, así como la historia está plagada de referencias culturales a estos años (la novela “It” de Stephen King, la trilogía de “Regreso al futuro” – emparentada mucho con la propia película -, la serie “Los Pitufos”, las películas “Posesión Infernal” y “Karate Kid”…). Hay también un homenaje aparte al gran escritor Graham Greene que no comento porque es vital a la hora de entender la trama del filme en toda su hondura. Un debut más que apreciable es “Donnie Darko”.

3 comentarios:

Lucifer, Becario del Mal dijo...

De acuerto totalmente con el desglose, que te lo has currado, pero en mi opinión la cagaron con el final. De ser más explícito y más dramático (y dramatizado) ahora hablaríamos de una peli "grande" y no solo "de culto". Si entendí bien la película, que podría ser que no ...

Dr. Quatermass dijo...

Hola, no creo que esté sobrevalorada, en mi opinión goza de un estatus merecido por muchos agujeros que pueda tener la trama. Es brillante como te conduce por ese mundo tan críptico dándote poquito a poquito contenido para montarte la historia. Eso que llaman progresión dramática, vamos. Por llevar una vez la contraria a Lucifer, no veo necesario un final más aparatoso, tal como está me parece muy acertado.

Cecil B. Demente dijo...

Para mi el final es uno de los encantos del filme, pero por otro lado la atmósfera se me atraganta un poco, sobretodo por esos diálogos, extrañamente fuertes y desagradables en muchas ocasiones.

El tratamiento de la peli en si me recuerda un poco a Un hombrelobo americano en Londres, pero sustituyendo el hecho licántropo por los viajes temporales.