A John McClane, de nuevo en el servicio, le han encargado una misión aparentemente fácil y rutinaria: recoger en su apartamento a un joven pirata informático llamado Matt Farrel al que sus superiores quieren interrogar por un caso que desconoce. Cuando llega a la casa del chico, unos misteriosos hombres les atacan y, tras huir de ellos, los dos descubren que el caos reina en las calles porque todos los sistemas de los Estados Unidos están controlados por un misterioso grupo terrorista. Ambos tendrán ahora que unir sus fuerzas para salvar al país.
El joven y hasta ahora mediocre Len Wiseman, formado en la publicidad, ha dirigido únicamente tres películas hasta la fecha: las muy olvidables “Underworld” y “Underworld Evolution” y la aceptable “La jungla 4.0”.
Nada más y nada menos que trece años después de “Jungla de cristal. La venganza” nos encontramos en las salas de cine con la cuarta parte de una saga que ya todos pensaban que iba a quedar para siempre como una trilogía: “La jungla 4.0”. Su salida al mercado coincidio con una nueva y hasta cierto punto polémica moda que se ha instaurado en el Hollywood totalmente falto de ideas de hoy: la del rescate de sagas comerciales clásicas (especialmente de los años ochenta y noventa) por medio de nuevas y del todo inesperadas secuelas: “Terminator III: La rebelión de las máquinas” (no hablo de la cuarta entrega de esta saga porque la considero, de alguna forma, una entrega aparte que inaugura una nueva trilogia), “Rocky Balboa”, “John Rambo” o “Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal” ya han asentado esta mencionada moda. Es lógico que, cuando se resucitan las andanzas de personajes míticos que llevan tanto tiempo “jubilados”, un cierto halo de desconfianza envuelva al público y a sus fans. Además, el hecho de que la propia industria norteamericana ponga en evidencia la crisis artística total en la que lleva sumergida ya más de una década no ayuda mucho a mirar con confianza un filme de estas características. Los resultados de estas sorpresivas resurrecciones pueden ser catastróficos, como en el caso de la tercera parte de “Terminator”, o medianamente aceptables (por lo menos eso opino yo), como en el caso de las mencionadas “Rocky Balboa”, “John Rambo”, “Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal” o la película que nos ocupa. “La jungla 4.0” no va a sorprender ya a nadie y, sin embargo, y a pesar de la mediocridad de la que hasta ahora ha hecho gala el director encargado de dirigirla, Len Wiseman, resulta en todo momento un producto de acción divertido (lo cual hoy, tristemente, es ya extraño, y más tratándose de la cuarta parte de una serie). Bruce Willis interpreta a un John McClane más viejo, más cínico y más desilusionado con el mundo que nunca que, de nuevo (y ya van), tiene que hacer de héroe a su pesar enfrentándose a unos nuevos terroristas con la ayuda de un nuevo compañero, un joven y experto hacker (muy solvente Justin Long, aunque se echa muchísimo de menos al genial Samuel L. Jackson de la anterior cinta). Los mencionados terroristas ahora, además de usar las armas, utilizan la informática para paralizar todos los sistemas de los Estados Unidos. Para enfrentarse a ellos McClane pondrá la fuerza, y su compañero Matt Farrell sus conocimientos del mundo de los ordenadores. La química entre ambos está muy bien instaurada, y la trama, lineal y básicamente bien llevada y con buen pulso y ritmo, avanza alternando frenéticas y espectacularísimas escenas de acción con pequeños enigmas que hay que resolver. Los efectos especiales son más y mejores que nunca, y la acción que articula la historia es verdaderamente delirante (en el buen sentido, ya que ciertas escenas ni se toman en serio ellas mismas –la película “goza” de una total falta de pretensiones en todos los sentidos que la hace tremendamente fresca-). El villano de turno, interpretado por Timothy Olyphant, aporta un carisma aceptable (aunque no llega al nivel de los anteriores Alan Rickman y Jeremy Irons), al igual que sus secuaces, entre los que se encuentran hombres saltarines y expertas en artes marciales (la pequeña aparición de Kevin Smith es también muy destacada). “La jungla 4.0” no va a enseñar nada nuevo y tampoco va a aportar nada a una saga que tal vez debería haberse dejado cerrada. Sin embargo, tampoco pretende ninguna de las dos cosas. Lo único que busca es divertir, y lo cierto es que lo consigue con una dignidad que pocas películas de su género ya tienen.
2 comentarios:
Perdonad si no os firmo ultimamente, estoy haciendo un curso de ingles en Irlanda y no tengo mucho tiempo (estoy actualizando con material que ya tengo escrito). En Diciembre vuelvo a Espanha y volvere a firmar mas a menudo, I promise :)
¡Buen repaso a la saga!
Mis favoritas son la primera y la tercera, llenas de grande momentos y con el mejor McClane.
¡Saludos!
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