martes, 17 de noviembre de 2009

BRAINDEAD de Peter Jackson – 1991 – (“Braindead”)


El joven Lionel Cosgrove vive con su sobreprotectora, remilgada y clasista madre en su lujoso caserón familiar y está enamorado de Paquita, a la que ésta odia por ser de poder adquisitivo inferior. La vida para Lionel cambia radicalmente cuando su madre es mordida en el zoológico por un mono-rata de la Isla de la Calavera y se transforma en un zombie. Lionel la encierra en el sótano, pero ella escapa y muerde a otros que también se transforman en zombies… Lionel los encierra en el sótano a todos, y la vida prosigue normalmente… La sociedad no puede saber que existen. Y claro, el terror termina llegando a la ciudad.

El neozelandés Peter Jackson es uno de los directores modernos de cine fantástico más famosos y más apreciados tanto por el público más minoritario (por obras como “Braindead”) como por el de las grandes salas (por su adaptación de “El Señor de los Anillos”). Cultivada entre Nueva Zelanda y los USA, su filmografía, de corte fantástico casi toda ella, está compuesta por obras de todo tipo dentro del mencionado género al que pertenecen. Mitómano apasionado, ha sido Jackson un gran adaptador de obras literarias a la pantalla y hasta un autor de más que solventes remakes. Sus muy variadas películas, llenas de referencias y homenajes a grandes clásicos, cargadas unas de sádico, desprejuiciado y desquiciado humor negro, otras de poética minimalista y otras de exaltado lirismo romántico y épico, se mueven entre la pura cinta gore, la parodia inmisericorde, el thriller cotidiano, la historia de amor imposible, la comedia familiar y la película de aventuras de aura homérica. Ha sabido Peter Jackson encontrar un equilibrio justo entre la comercialidad y el cine de autor que todavía muchos le niegan haber alcanzado. Su estilo visual es recargado, muchas veces barroco (“Criaturas celestiales”) y a veces directamente colosalista y hasta desmadrado (“Braindead”, “El Señor de los Anillos”, “King Kong”…). Debutó con una comedia gore dirigida junto a sus amigos en su tiempo libre: “Mal gusto”, que obtuvo una cierta fama en festivales independientes y hasta en Cannes, lo que le permitió rodar sus siguientes películas: la comedia negra de marionetas “El delirante mundo de los Feebles” y la nueva comedia gore “Braindead”, que le lanzó a la fama como una nueva promesa del cine fantástico. Llegaron después la sorprendente “Criaturas celestiales”, el drama de dos jóvenes lesbianas que no pueden estar juntas por culpa de una sociedad hipócrita (un cambio de registro inesperado y una de sus mejores obras) y la ya irregular comedia familiar “Agárrame esos fantasmas”. Tras ellas, rodó la polémica adaptación de la trilogía de “El Señor de los Anillos”: “La Comunidad del Anillo”, “Las dos torres” y “El retorno del Rey”, que todavía siguen dividiendo a todos respecto a su calidad (en mi opinión, salvo ciertos errores, son más que solventes y una gran trilogía de aventuras) y un aceptable aunque demasiado largo remake de “King Kong”.

Rodada con tres millones de dólares, “Braindead”, también conocida en España como “Tu madre se ha comido a mi perro”, fue la película que disparó a la fama y al reconocimiento a Peter Jackson por ser, además de una delirante y divertidísima comedia (hay que tomársela en todo momento como una comedia, lo que queda bien claro desde el primer minuto de metraje), por ser una de las películas más sangrientas de toda la historia del cine (incluso dentro del propio gore). La trama es así de absurda: la madre del protagonista es mordida en el zoo por un mono-rata de la Isla de la Calavera (la isla de King Kong) y se transforma en un zombie que el protagonista intenta ocultar de la sociedad en su sótano. Posteriormente, la madre muerde a más personas y las transforma en zombies, y el mencionado y sufrido protagonista ha de llevar una vida normal con todo el sótano abarrotado de monstruos que nadie puede ver. Por supuesto, los zombies escapan, y no tarda en llegar el desmadre de sangre, miembros y vísceras, coronado por una inolvidable escena final con monstruo enorme y repugnante incluido en la que se derramaron 30.000 litros de sangre artificial bombeada a cinco galones por segundo. “Braindead” fue censurada en muchísimos países, y en otros fue expuesta con escenas cortadas. En Suecia hasta se alquilaba en los videoclubs con bolsitas para vomitar. Tampoco es para tanto (creo)… La película tiene un contentido y una violencia completamente lúdicos: tanto el argumento (sobre madres sobreprotectoras y clasistas, amores no consentidos por estas madres y tíos malvados que buscan herencias ocultas) como la propia violencia sucia son una excusa para el desmadre y para que los espectadores se carcajeen sin parar. La sola idea de que el protagonista intente ocultar a los zombies de la sociedad ya es delirante (aunque muchos le han extraído dobles lecturas, así como al complejo de Edipo que se adivina entre el protagonista y su madre). En “Braindead” se corta, aplasta, mutila, destripa y destroza a un zombie de todas las formas posibles: hachazos, cuchillos, licuadoras, sierras y hasta segadoras de césped. El desenlace, a lo “Grupo Salvaje” de Sam Peckinpah, alcanza la media hora de matanza frenética e incesante. Posiblemente esta, la obra más famosa de Jackson, sea la película gore definitiva. Hasta ahora ninguna la ha igualado. Él mismo afirmó que no rodaría una película gore nueva hasta que apareciera otra más sangrienta que esta.

9 comentarios:

Cinemagnificus dijo...

Perdonad si no os firmo ultimamente, estoy haciendo un curso de ingles en Irlanda y no tengo mucho tiempo (estoy actualizando con material que ya tengo escrito). En Diciembre vuelvo a Espanha y volvere a firmar mas a menudo, I promise :)

Crowley dijo...

Perdonado quedas jejeje pero a la vuelta...
Esta loca comedia gore la disfruté en mi adolescencia, pero hace poco volví a verla y no me ha gustado tanto el exceso que la puebla.
Saludos

Kike Ibáñez dijo...

y yo todavía sin verla, esta también me la apunto.

John P. dijo...

Como bien comentas, para no parar de reir, especialmente durante el paseito por el parque con el bebé zombi. Un clásico.

Un saludo.

elprimerhombre dijo...

Pues yo también me divertí con esta película y la verdad es que es penoso que en algunos lugares se vea esta violencia como algo para censurar siendo que es pura diversión y pura ficción (en mi opinión, Asesinos natos, de Oliver Stone, es mucho más censurable que esta, por mala y por la violencia gratuita que muestra, aunque Stone dijera que era una reflexión sobre la violencia).
Y de Peter Jackson he visto todo menos Mal gusto (la tengo pero no doy el paso) y la de Agárreme esos fantasmas. He de decirle que Criaturas celestiales sólo la he visto una vez y hace mucho tiempo cuando la alquilé en el videoclub y no me gustó. Quizás viéndola ahora todo cambiaría. Y la de los Feebles tiene puntos muy buenos pero quizás en conjunto sea floja. La trilogía del Señor de los Anillos es entretenimiento del bueno y a mí el resultado de King Kong me pareció bastante aceptable, pero sí que tiene algunas escenas un poco largas. Un saludo!

john mcclane dijo...

A mi gusto, una de las mejores cintas de zombies que me ha tocado ver. Recuerdo haberme reido a carcajadas la primera vez que la vi.

Saludos.

Anónimo dijo...

obra maestra del ketchup cachondón!

Perradesatan dijo...

Sí, hay que tomársela como una comedia, que lo es, pero hay reconocer que no es para estómagos sensibles, puesto que yo misma, que pensaba que tenía un estómago algo curtido ya, tuve que parar la peli en algún que otro momento.

Möbius el Crononauta dijo...

Casquería sublime ésta, demonios