Andy y Hank son dos hermanos de Nueva York muy distintos. El primero ha triunfado en el mundo inmobiliario y es rico, aunque su matrimonio marcha mal y es adicto a las drogas de diseño. El segundo es un perdedor que vive aplastado por su ex mujer, que, sin trabajar, vive de su dinero con la excusa de criar a la hija pequeña de ambos. Juntos, Andy y Hank planean un atraco perfecto, el atraco secreto a la joyería de sus propios padres, que les permitirá vivir desahogadamente durante años mientras además su familia cobra el dinero del seguro. Sin embargo, algo sale mal y la madre de ambos resulta herida de muerte… El drama se precipita irremisiblemente.
Es verdaderamente increíble que un director con más de ochenta años sea capaz de mantener la buena forma artística hasta del punto de poder dirigir hoy en día una obra maestra del calibre de “Antes que el Diablo sepa que has muerto”. Sidney Lumet volvió a las salas en 2008 con uno de los más grandes dramas negros de ese año y de su década. Una vez más, disecciona con agudeza, ingenio, ironía y lucidez las relaciones humanas dentro de la opresiva sociedad moderna por medio de un thriller en el que dos hermanos muy distintos destruyen, sin quererlo, a su propia familia poseídos por la ambición, que enmascara toda necesidad. Un soberbio Philip Seymour Hoffman da vida al mayor de ellos, triunfador y rico y también adicto a las drogas de diseño, y un igualmente genial Ethan Hawke hace lo propio con el menor, un perdedor monetariamente extenuado por una ex mujer parásita que sin trabajar vive de su dinero y por una hija pequeña caprichosa y desconsiderada. Les acompañan un sobrecogedor Albert Finney, que interpreta al padre de ambos, un pequeño empresario de joyería que desprecia a uno de sus descendientes mientras que idolatra al otro, y una también adecuadísima Marisa Tomei, que es la esposa florero insatisfecha del primer hermano que se acuesta con el segundo a sus espaldas. Un crimen va a destrozar las existencias de todos, un crimen planeado por los dos hijos de la familia que va a acabar con la vida de la madre, prácticamente el único ser inocente del filme. El juego de venganzas, traiciones y luchas parricidas se precipita y atrae a la violencia: nuevos asesinatos se ejecutan para tapar los anteriores; el de un aprovechado chulo que quería chantajear a los hermanos y el de un camello de lujo. La vuelta atrás ya es imposible, la familia ha sido hundida por la ambición y por el dinero. Lumet se mueve con una agilidad sin par y con una sobriedad cotidiana fría terrorífica por las vidas de todos los personajes avanzando sin cesar en el tiempo y construyendo un rompecabezas maravillosamente ideado para tener al espectador atado a la silla desde el primer momento hasta el descorazonador desenlace de la trama, verdaderamente terrible. “Antes que el Diablo sepa que has muerto” demuestra que este octogenario cineasta todavía tiene mucho, muchísimo que decir. Uno de los thrillers norteamericanos del 2008 sin ninguna duda (si no el thriller norteamericano de ese año).
2 comentarios:
A mí me gustó y me sorprendió muy gratamente; un thriller de los de toda la vida y sin pelos en la lengua...
La mejor peli de ese año, y creo que ni estuvo nominada a los oscar. Ojo a la guionista, hay que seguirle la pista.
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