domingo, 28 de marzo de 2010

CUENTOS DE TERRAMAR de Goro Miyazaki – 2006 – (“Gedo Senki”)


El bondadoso mago Gavilán encuentra en medio del desierto a un joven misterioso con una espada aún más misteriosa. Tras salvarle de unos lobos que iban a devorarlo, le permite unirse a él en su viaje… Un viaje hacia un reino corrupto sumido en la decadencia al que acude para enfrentarse a alguien terrible, a otro mago como él que quiere vivir para siempre y que está dispuesto a todo para lograrlo. Gavilán y su nuevo compañero están a punto de enfrentarse al reto más oscuro de sus vidas. No van a estar solos: en su camino se les van a unir otros como ellos.

Paisajista antes que animador, el hijo del gran Hayao Miyazaki, Goro Miyazaki, ha seguido los pasos de su padre y ha heredado su oficio. Únicamente cuenta con un filme dirigido hasta el momento: “Cuentos de Terramar”.

“Cuentos de Terramar” supone el debut de Goro Miyazaki al frente de una película de animación, debut cuya gestación le ocasionó numerosos problemas con su padre Hayao, que pensaba que no estaba preparado todavía para dirigir un filme de estas caracterísiticas (de hecho, no se hablaron durante la producción de la película que comentamos, aunque posteriormente hicieron las paces). Está esta cinta basada en el tercer libro de la famosa serie de Terramar de la escritora estadounidense Ursula K. Le Guin, llamado “La costa más lejana”, y narra una clásica historia épica de amor, amistad, arrepentimiento y redención en la que un grupo de héroes se enfrenta a un malvado mago que quiere vivir para siempre, personaje ambiguo por medio del cual se reflexiona sobre la vida y la muerte y sobre el sentido de ambas, unidas indisolublemente. La película, como todas las del Studio Ghibli, goza de una factura técnica sencillamente soberbia: la animación, realista y fluidísima, es una delicia, al igual que los escenarios en los que todo se desarrolla, esplendorosos y cargados de belleza y de innumerables detalles. La trama es ágil y el ritmo está llevado con pulso, mientras que las escenas de acción resultan notables en todo momento. “Cuentos de Terramar” ha sido una película tremendamente criticada a pesar de su gran éxito de taquilla en Japón: la primera en no estar conforme con el trabajo de Goro Miyazaki fue la propia autora de las novelas en las que se basa, mientras que otros sectores también la vapulearon. Hay que decir que no es ésta, en absoluto, una de las mejores obras de un estudio de animación que desde su fundación no ha parado de regalar maravillas; además, tampoco se puede negar que el filme tiene elementos confusos que no son explicados tras su desenlace (la transformación de la chica en dragón, la identidad de la “sombra” del protagonista, el asesinato inicial del padre de éste…). Sin embargo, hay que tener en cuenta que Miyazaki Hijo ha adaptado únicamente el tercer libro de toda una saga, por lo que es de esperar que estos puntos oscuros queden explicados en las novelas (lo cual no le excusa tampoco de no haber tratado de dejar el conjunto más claro). Por otra parte, se trata “Cuentos de Terramar” de una ópera prima, y en este aspecto no deja der ser recomendable. Hay que dejar tiempo para que los nuevos autores deslumbren.

2 comentarios:

Lucifer, Becario del Mal dijo...

pude verla en su momento en un festival, y como devorador de novelas de Leguin me pareció flojilla, una adaptación libre en extremo (sacada de varios libros creo) y para cargarse todos los personajes importantes salvo dos, los retrata de forma plana y banal. Y la animación, nada nuevo.
saludos!

dvd dijo...

El problema es que la comparación es inevitable; ahí siempre saldrá perdiendo, pero no descartemos sorpresas, sobre todo por si el progenitor se retira un día...