Diez años después de que Rick y Evelyn acabasen con la maldición de Imhotep, ambos llevan una vida tranquila en Londres con su hijo pequeño, Alex. Ellos no lo saben, pero están a punto de volver a enfrentarse a su viejo enemigo... Ank-Su-Namun, su ancestral amada, tiene planes para, una vez más, devolverle la vida. Pero no sólo Imhotep entra en sus planes de resurrección: también quiere revivir al legendario Rey Escorpión, un guerrero maldito que vendió su alma al dios Anubis y que tiene un poder inimaginable. La familia O’Connell al completo va a tener que volver a unirse a Ardeth Bay para pararle los pies a las momias, que han regresado.
Tras el enorme éxito de “La Momia”, no tardó mucho en llegar a las salas su esperada secuela, “El Regreso de La Momia”, en la que todo el equipo principal de la primera parte repetía (tanto director como elenco actoral) para entregar, por desgracia, una terrible bazofia que poco tenía que ver con aquel desprejuiciado y divertidísimo homenaje a la obra homónima de Karl Freund, al cine de aventuras y fantástico clásico y de serie B y a la entonces trilogía de Indiana Jones. “El Regreso de La Momia” vuelve a ser una película de aventuras sin pretensiones en la que los personajes de la primera entrega junto a algunas nuevas adquisiciones se enfrentan una vez más al otra vez resucitado Imhotep y a un nuevo enemigo, El Rey Escorpión (interpretado por el luchador profesional The Rock, que a partir de aquí se lanzaría hacia una fructífera carrera como intérprete en Hollywood). El problema y el lastre de esta secuela radica, principalmente, en la arriba mencionada falta de pretensiones. Y es que, inexplicablemente, se dedica Stephen Sommers, anclándose en ella, a hacer de la trama de su nuevo filme un aberrante e inconexo batiburrillo en el que todo vale para incluir una escena de acción más y un giro argumental “más sorprendente”, giro argumental que casi siempre resulta ser absurdo. Una cosa es rodar una película cachonda, delirante, paródica y totalmente desprejuiciada (como lo eran “La Momia”, “Indiana Jones y el Templo Maldito” o “Piratas del Caribe: La Maldición de la Perla Negra”), y otra rodar un popurrí sin sentido ninguno de hechos y situaciones en el que de Londres se pasa al desierto y del desierto a una selva poblada por momias enanas y en el que nadie se aclara con las resurrecciones y las muertes y las maldiciones cada vez más rebuscadas que van surgiendo al tuntún. Para colmo, en este popurrí los personajes están mal desarrollados. El Rey Escorpión aporta muy poco a la trama salvo un combate final mediocre, la familia O’Connell e Imhotep y su amada han perdido mucho carisma y, siendo los protagonistas, tampoco aportan mucho salvo una idiota historia de amor y de odio ancestral de la que en “La Momia” no se dijo nada de nada. Porque resulta que los O’Connell y los egipcios de marras están unidos por un pasado milenario común que Sommers se saca de la manga y que es, sin ninguna duda, el elemento más chorra, tonto y gratuito de la película (de vergüenza ajena los flashbacks de las luchas a muerte entre concubinas en el Antiguo Egipto). Por si fuese poco, el hijo pequeño de Rick y Evelyn no sólo no funciona como secundario cómico, sino que resulta verdaderamente despreciable, ridículo e irritante, al igual que el personaje de John Hannah, ya totalmente desquiciado. Tampoco se salva demasiado el de Oded Fehr, que se empantana en intentar, sin éxito, poner un orden en el argumento tontorrón de esta cosa. Hay que sumar que la trama de “El Regreso de La Momia”, además de ser enrevesada, no tiene ritmo ninguno, ya que apenas existe descanso entre las escenas de misterio (casi inexistentes) y las de acción, que son tan inagotables y que han perdido tanta inventiva que llegan a ser soporíferas. Los efectos especiales, para colmo, han empeorado (El Rey Escorpión parece sacado de un mal videojuego). Es una verdadera lástima que el propio Stephen Sommers sea incapaz de repetir película (algo que no era tan difícil). “El Regreso de La Momia” sí que repitió sin embargo recaudación en taquilla, lo que propició una cinta sobre su nuevo villano llamada “El Rey Escorpión” dirigida por Chuck Russell, la cual me abstengo de comentar dado su grado de patetismo (suelo comentar las sagas completas a pesar de lo terribles que puedan ser, pero esta película no aporta nada a las dos primeras entregas de “La Momia” y para colmo es un enorme despropósito). Mañana: “La Momia. La Tumba del Emperador Dragón”, la cual es todavía peor que “El Regreso de La Momia”.
2 comentarios:
Pues mira que a mí aún me gusta más El rey escorpión que tercera entrega, porque mira, es sin pretensiones, es cachonda, y me hace gracia que The Rock intente hacerse el gracioso y ponga cara de pervertido en no se qué escena que da vergüenza ajena. Al menos para un sábado por la tarde aburrido vale!
Cada persona es un mundo. Amo la pelicula la momia 1 y 2 la 3 no me gusta.
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