viernes, 14 de mayo de 2010

IRON MAN de Jon Favreau – 2008 – (“Iron Man”)


Tony Stark es el fabricante de armas más importante e innovador de todo el planeta. Multimillonario, lleva una vida de Don Juan de lujo que se ve interrumpida repentinamente cuando es secuestrado en Afganistán por un grupo terrorista que le obliga a diseñar armas para ellos. Tony escapa de su cautiverio con un traje especial que construye en secreto… El traje que va a cambiar su vida, la cual va a dedicar a la protección de los más débiles. Sin embargo, alguien de su propia empresa no está dispuesto a permitirlo.

Actor y director todoterreno, Jon Favreau ha aparecido como intérprete (casi siempre secundario) en muy variadas películas (desde “Swingers” o “Very Bad Things” a “Daredevil”) y ha dirigido, centrado en el cine familiar, las comedias “Made” y “Elf”, la película de aventuras para niños “Zathura” y los filmes de superhéroes “Iron Man” e "Iron Man II". Aunque su carrera tras la cámara es muy irregular, con sus últimas películas ha logrado despuntar como un muy buen adaptador de cómics de superhéroes.

Las adaptaciones de aventuras de superhéroes para la gran pantalla han tenido, desde mi punto de vista, muy poca suerte en líneas generales. Dentro de éste “género” existen tres claras divisiones de adaptaciones: las de los cómics de la casa DC, las de los cómics de la casa Marvel y las de los cómics de otras casas (división a la que pertenece la terrible y ya lejana “Spawn”, la cual es mejor olvidar). Hasta ahora ha sido DC Cómics la que ha tenido más suerte dentro de éste difícil campo: ha gozado de dos excelentes primeras entregas de “Superman” (la de Richard Donner y la que éste mismo co-dirigió a su pesar con Richard Lester), de dos excelentes entregas de “Batman” (las de Tim Burton) y de tres geniales resurrecciones de ambos personajes (las soberbias “Batman Begins” y "El Caballero Oscuro" de Christopher Nolan y la muy destacada aunque injustamente denigrada por muchos “Superman Returns” de Bryan Singer). Por supuesto, también ha sido víctima de grandes despropósitos como “Superman III” y “Superman IV”, como “Batman Forever” y “Batman & Robin”, como el delirio de “Catwoman” o como la olvidadísima “Super Girl”. Sin embargo, han sido las que menos: la casa Marvel se ha llevado sin duda la peor parte (hablo de parte artística, por supuesto) en lo referente a adaptaciones de sus famosos cómics. Ni sus productos estrella (“Spiderman” y “X-Men”) han logrado resultados satisfactorios en lo que a calidad artística e incluso de puro entretenimiento se refiere: ambos gozan de dos primeras entregas muy irregulares (aunque el “X-Men II” de Bryan Singer puede librarse ligeramente de la quema) y de sendas terceras partes directamente bochornosas. Para colmo, la cosa empeora cuando nos adentramos en las adaptaciones que se han realizado hasta la fecha de las otras creaciones de la compañía y nos percatamos de que incluso resultan más tristes. Son verdaderamente horripilantes en todas sus versiones “Daredevil”, “Elektra”, “The Punisher” (aunque en este caso hay que poner un punto y aparte con su tercera "entrega", más digna), “El Motorista Fantasma”, “Los Cuatro Fantásticos”, “Los Cuatro Fantásticos y Silver Surfer” (el pobre Silver Surfer ni ha llegado a tener película propia) y alguna más que me dejo en el tintero. Únicamente, desde mi punto de vista, se salvan dos superhéroes de esta compañía en lo que a sus adaptaciones se refiere: Hulk con el excelente e injustamente denigrado “Hulk” de Ang Lee y con su dignísima "segunda entrega/remake", "El Increíble Hulk" de Louis Leterrier, y el que nos ocupa, Iron Man, con las dos entregas de sus aventuras que Jon Favreau nos ha regalado. ¿Qué tienen estas películas que las demás no tienen? Lo de siempre: un tratamiento mínimanente serio y adulto del drama del superhéroe. Favreau ha sabido ofrecer con "Iron Man" y también con su secuela (que ahora está en las salas) lo que no han logrado otros a priori más experimentados cineastas como Sam Raimi: una película que conjuga a la perfección comercialidad, una mínima hondura y una mínima personalidad artística. “Iron Man” está protagonizada por un Robert Downey Jr. en total estado de gracia que borda al millonario que se convierte en defensor de la justicia con su traje especial. Tiene un carisma insuperable que se ve afianzado por un guión inteligente e irónico en el que todo tiene cabida con un equilibrio impresionante: humor, romance, aventura, acción y suspense. Los secundarios le acompañan maravillosamente: una Gwyneth Paltrow muy divertida, un Terrence Howard igualmente divertido y un Jeff Bridges muy solvente como villano de turno. La película es ágil, entretenidísima, fresca y seria: no trata al personaje como a un tonto y mucho menos al público. Dicho de otra manera: se toma en serio lo que adapta y no presupone que un cómic es un producto exclusivamente para niños o para un público poco o nada exigente. “Iron Man” esquiva además hábilmente los patrioteríos baratos en los que podía haber caído y propone una reflexión sobre el uso de las armas, aunque sea mínima y pueda resultar finalmente algo simple. Y repito: Robert Downey Jr. está genial, maravilloso, casi soberbio en su papel. Con él me he reído y me he emocionado. “Iron Man” es una gratísima sorpresa, una pequeña joyita.

1 comentario:

Lord Ghoultiérrez dijo...

¿Pero que tercera parte de Punisher???? Ya estamos con las sagas que no existen XDD Del castigador hay dos películas modernas que no estan conectadas (la segunda es un relanzamiento, porque la primera no tuvo mucho éxito ni crítico ni taquillero) y luego está la cosa esa de los 80 con Dolph Lundgrend, aparte de las otras dos.

Y sí, este domingo cashondeo. Concreta con Nacho, que por cierto ya ha convertido a divx para poder verla cierta película animada con un Watson de acento gutural XDD

Jarrll!!