viernes, 4 de junio de 2010

LOS TRES ENTIERROS DE MELQUÍADES ESTRADA de Tommy Lee Jones – 2005 – (“The three burials of Melquíades Estrada”)


El mexicano Melquíades Estrada, inmigrante en los Estados Unidos, aparece asesinado y enterrado en el desierto cerca del pueblo de Texas en el que residía. Las autoridades locales no se preocupan lo más mínimo de aclarar el crimen y le dan sepultura en el cementerio público. Sólo a alguien le importa lo ocurrido: al capataz Pete Perkins, el mejor amigo de Melquíades, que va secuestrar al asesino, un policía violento y racista llamado Mike Norton, para obligarle a llevar el cadáver a Eldorado, en Mexico, con el objetivo de que sea en enterrado en su hogar. Entre Pete y Mike va a surgir el odio y la violencia, pero también la redención va a planear sobre ellos.

“Los tres entierros de Melquíades Estrada”, el debut tras la cámara del actor Tommy Lee Jones, es una genial película ambientada en la Norteamérica profunda más cercana a la frontera mexicana que narra una tremendista historia de racismo y de redención, asuntos habitualmente tratados por el escritor de su guión, Guillermo Arriaga, entre cuyas obras se encuentran los de “Amores perros” o “21 gramos”. Tommy Lee Jones, además de dirigirla, la protagoniza, dando vida a un hombre taciturno, brutal y atormentado que, tras el asesinato de su mejor amigo a manos de un policía racista y machista, secuestra a este mismo policía para obligarle a enterrar a la víctima en su Mexico natal, como era su deseo. El duelo interpretativo entre Lee Jones y Barry Pepper (que da vida de manera soberbia al referido policía, retratado espléndidamente en unos pocos trazos al inicio del metraje) es verdaderamente antológico: ellos solos son capaces de mantener el filme en alza y en tensión (una tensión casi insoportable) con sus miradas, sus muestras de odio y de afecto, sus rostros desencajados o perdidos que trasnpiran una alienación descorazonadora o un hastío tal vez irreparable (no en vano, para preparar el filme, Lee Jones entregó a todos los actores un ejemplar de “El extranjero” de Albert Camus). Junto a ellos destaca un Julio César Cedillo como Melquíades en un breve y cándido papel que salva al personaje principal de su alienación por medio de la amistad, amistad que le es arrancada de golpe. Con una trama que se articula por medio de las acciones minimalistas de los personajes o de sus impulsos más directos y espontáneos, con una maravillosa fotografía (los paisajes por los que se mueven son esplendorosos en toda su desértida soledad y hostilidad), con una violencia brutal y verdaderamente descarnada y con un ritmo pausado y contemplativo que deja hablar al silencio (la trama se articula en gran parte gracias a éste), “Los tres entierros de Melquíades Estrada” queda para la posteridad como un fascinante western moderno crepuscular que se ha erigido por méritos propios como una de las mejores películas fronterizas de los últimos años. Esperemos que Tommy Lee Jones vuelva a dirigir en estas condiciones.

1 comentario:

Crowley dijo...

Sin duda un grandísimo film que merece ser recuperado a toda costa. Un trabajo brillante el de Lee Jones.
Un saludo