domingo, 19 de julio de 2009

FUNNY GAMES de Michael Haneke – 2007 – (“Funny Games U.S.”)


Una familia burguesa normal y corriente compuesta por un matrimonio y un hijo pequeño se marcha de vacaciones a su mansión a las orillas de un gran lago. Allí, mientras el padre navega con el hijo, la madre, que prepara la cena en la casa, recibe la visita de dos extraños y fríos jóvenes que le piden huevos en una actitud muy sospechosa. Una pesadilla sin final está a punto de comenzar para esta familia…

Lo tenemos asumido: Hollywood está, creativamente, en las últimas, y gran parte de su estrategia comercial para los próximos años va a estar sustentada en dos tipos de filmes: la resurrección nostálgica de aventuras de personajes míticos de décadas pasadas (ya lo han hecho con desigual fortuna con Terminator, con Rocky Balboa, con John McClane, con John Rambo o con Indiana Jones) y el remake, esa aberración consistente (en casi todos los casos) en volver a rodar una obra ya rodada bien realizando un puro calco o bien trastocando elementos de la trama original para hacerla políticamente más correcta. Creo que muy pocos, poquísimos remakes, son plenamente justificables. El hecho de realizar una nueva versión de una obra puede resultar interesante, pienso, en muy contadas ocasiones. Por ejemplo, creo que está justificado cuando esta obra es verdaderamente lejana en el tiempo o cuando aún siendo reciente es bastante irregular o directamente un bodrio. Para ilustrar el primer caso se me viene a la mente la genial “Nosferatu, el vampiro de la noche” de Werner Herzog, que supo aportar una nueva y totalmente innovadora visión a todo un clásico, una hazaña que pocos directores han podido lograr. Para hacer lo propio con el segundo, pienso siempre en la magistral e infravalorada por ciertos sectores “Las colinas tienen ojos” de Alexandre Aja, que supera amplísimamente a la versión original de Wes Craven estrenada en los años setenta. Hay, sin embargo, remakes que nunca deberían haber existido (la gran mayoría): calcos infames de grandes películas, calcos de películas menores que no salen de la mediocridad y horrendas adaptaciones políticamente correctas de películas que no lo son. Ahí quedan las vulgares fotocopias americanas de clásicos o de cintas famosas del terror oriental reciente (“The Ring”, “Dark Water”, “La maldición”, “The Eye”, “Llamada perdida”…), las de “Godzilla”, “Psicosis”, “Abre los ojos” (“Vanilla Sky”), “El planeta de los simios”, “Rollerball”… Ahora, hay que sumar uno nuevo a la lista, el de la maravillosa, polémica y revulsiva “Funny Games”, perpetrado por… Su propio creador, Michael Haneke, un tipo que siempre ha lanzado durísimas críticas a Hollywood y al cine comercial y que al final, después de mucho bla bla bla, se ha vendido. Diez años después de que “Funny Games” escandalizara a gran parte del público y de la crítica del momento, llegó a las salas un calco plano por plano (salvo por nimios elementos las películas son idénticas) en el que se narra exactamente lo mismo que en aquella. ¿Hay necesidad de esto? No. En absoluto. Haneke se ha apuntado al carro de los remakes y ha adaptado al mercado global una de sus historias punteras. Hay que decir algo a su favor a pesar de esto: no ha cambiado el contenido ni el mensaje original y no ha transformado el conjunto en algo políticamente correcto. Sin embargo, no es suficiente, especialmente porque, entre dos obras idénticas, siempre, siempre y siempre será preferible la original, la que rompió moldes, la que marcó una época (“Funny Games” fue una de las películas más escandalosas de 1997, y con razón). Es triste pero no se puede negar la evidencia: Haneke se ha vendido. Ha mantenido su personalidad pero se ha vendido. Y es una lástima, ya que él mismo presumió en más de una ocasión de integridad artística y de independencia creativa respecto a la industria global. Esta fotocopia de “Funny Games” es puro oportunismo, no un golpe a esta industria, ni una burla, ni una consciente tomadura de pelo al norteamericanito más rancio y al asiduo de las salas comerciales acostumbrado a un cine mil veces menos provocador. Esto fue lo que se intentó colar desde ciertos medios con el “Psicosis” de Gus Van Sant (otra pura fotocopia sin interés ninguno) y es lo que se intenta colar ahora con el “Funny Games” del año 2007, fotocopia interpretada por excelentes actores y actrices (Naomi Watts, Tim Roth, Michael Pitt y Brady Corbet hacen tan buen papel como Susanne Lothar, Ulrich Mühe, Arno Frisch y Frank Giering en su día) pero nada más. Un auténtico timo, una farsa para sacar dinero. Me quedo con la original y, también, con el Haneke independiente. Esperemos que este maestro del cine austríaco no vuelva a venderse tan vilmente como se ha vendido.

3 comentarios:

Lucifer, Becario del Mal dijo...

ciertamente la falta de ideas es crónica, ya forma parte del sistema. Lo único que podemos esperar es que alguna adaptación de algo no sea mala del todo. Lo raro es que estos proyectos sigan siendo rentables.

CINEXIM dijo...

Hola!!!!

Bueno el tema de los remakes es un poco espinoso. Yo por ejemplo aún no he tenido oportunida ni creo que la tenga en los próximos 60 años de ver el remake de Ultimatum A La Tierra, al contrario, revisé la original cuando estrenaron el remake...

Hay películas como el Psicosis de Van Sant que sí vi y a mi personalmente me maravilló cómo consiguió copiar plano por plano la obra maestra de Hicth. Realmente no aportaba nada, es cierto, pero era alucinate.

Respecto a The Ring, sé que me van a odiar por lo que voy a decir, a mi me gusta más el remake, jajaja que la original. Lo siento.

Pero bueno, es sólo, una opinión personal...

Un Placer pasarme por aquí!!!

Gabriel Noguera dijo...

El Pitt con esa cara no da ni la mitad de mal rollo que el austriaco de la primera versión.