sábado, 29 de agosto de 2009

LA MOMIA de Karl Freund – 1932 – (“The Mummy”)


1921. Un grupo de arqueólogos y científicos del Museo Británico encuentra en Egipto la momia de un desconocido que, al parecer, fue embalsamado y enterrado vivo. Esa momia desaparece al poco tiempo y uno de los integrantes del equipo se vuelve loco de atar para siempre. Once años después, algunos de los miembros de aquella expedición conocen a un misterioso hombre llamado Ardath Bey que también es experto en egiptología. Muy pronto, sus vidas cambian: empiezan a sucederse asesinatos y extraños hechos sobrenaturales y sospechan que él puede estar detrás de todo… Y que la momia que desapareció también.

Karl W. Freund es uno de los más grandes fotógrafos de la historia del séptimo arte, auténtica pieza clave del expersionismo alemán y del cine de terror de todos los tiempos y creador de bellísimas, líricas, oníricas, decadentes y delirantes atmósferas que cambiaron para siempre a éste arte. Fue, además, uno de los más firmes impulsores de la utilización de la movilidad de la cámara. Nacido en Alemania en 1890, emigró a Hollywood, en donde terminó asentando su carrera. Fue director de fotografía de Fritz Lang (en “Metrópolis”), de Friedrich W. Murnau (en “El último” o en “Tartufo”), de Walter Ruttmann (en “Berlín, sinfonía de una gran ciudad”), de Paul Wegener (en “El golem”), de Tod Browning (en “Drácula”), de George Cukor (en “Margarita Gautier”) o de John Huston (en “Cayo Largo”). Ganó un oscar con “La buena tierra” de Sidney Frankin y también el llamado “Oscar técnico” y, ya en la televisión, fue el primero en usar el sistema Multicam. Como director únicamente conozco dos películas suyas: la soberbia “La momia” y el remake “Las manos de Orlac” (posiblemente, hayan sido las únicas que dirigió). En ambas aplicó sus decisivas técnicas fotográficas para crear unos geniales ambientes. Murió en 1969 ya plenamente instalado en los USA.

“La momia” es una de las más grandes obras maestras del cine de terror de todos los tiempos y una de las películas míticas y clave de los ciclos de este género de la Universal. Carl Laemmle produce, Karl Freund dirige y Boris Karloff protagoniza el filme, en el que da vida a un faraón que, embalsamado vivo y maldecido por su padre y por su pueblo, vuelve a la vida en nuestros días para recuperar a su viejo amor… Una joven reencarnada que debe de morir para estar junto a él toda la eternidad. Por supuesto, un grupo de héroes se lanza a pararle los pies al malévolo y atormentado resucitado. “La momia”, de apenas una fascinante hora de duración cargada de ritmo, es una maravillosa historia de amor imposible y de maldiciones ancestrales que hace gala de uno de los ambientes más sugerentes de su tiempo, heredero directo de las formas del expresionismo alemán que Freund había impulsado decisivamente en su tierra natal. El onirismo se da la mano con la sensualidad para crear una atmósfera de sombras y nieblas tan superficialmente sosegada y mesmerizante como interiormente terrorífica y violenta. El Antiguo Egipto de las leyendas invade la edad contemporánea y la transforma rompiendo sus reglas y obligando a los hombres de ciencia a creer en lo fantástico, eso que desprecian (uno de los asuntos centrales del filme junto a la fatalidad, la muerte, el tiempo y el amor). Boris Karloff hechiza literalmente al público con su soberbia interpretación, que ha quedado inmortalizada junto a su otra grande, la del monstruo “Frankenstein”. “La momia”, el debut de Karl Freund tras las cámaras, es un debut imprescindible, una película de terror revolucionaria en su momento y todavía hoy.

1 comentario:

Crowley dijo...

Qué gran aportación al cine hizo la Universal con esa seri sobre los monstruos de Dracula, Frankenstein, el Hombre Lobo, el hombre invisible, La Momia y la Criatura de la laguna.
Irrepetibles!
Saludos