martes, 8 de septiembre de 2009

EL CHACAL DE NAHUELTORO de Miguel Littín - 1969 - ("El Chacal de Nahueltoro")


En agosto de 1960, José del Carmen Valenzuela Torres, campesino miserable, analfabeto y alcohólico de la pequeña y pobre localidad chilena de Nahueltoro, asesina de forma cruel y despiadada a su compañera sentimental Rosa Rivas y a los cinco hijos pequeños de la mujer, entre ellos un bebé. José es apresado e ingresado en prisión. Allí aprende a leer y a escribir, se hace católico y se especializa en el oficio de la fabricación de guitarras, que le podrá ayudar a reinsertarse en la sociedad con un trabajo digno. Sin embargo, la sentencia de pena de muerte por fusilamiento a la que es condenado no es anulada, ni siquiera por el propio presidente, y el Chacal de Nahueltoro, como todo Chile lo conoce tras sus crímenes, ha de cumplir su condena...

Tras el Primer Festival de Cine y Encuentro de Cineastas Latinoamericanos, efectuado en Viña del Mar, en Chile, en 1967, eclosionó un nuevo movimiento latinoamericano que, en contra del cine comercial burgués y conformista, enarbolaba la bandera del compromiso social para luchar a través de éste arte contra el subdesarrollo, contra los gobiernos corruptos y las dictaduras de Sudamérica y contra el dominio de las potencias extranjeras y a favor de las revoluciones políticas y sociales de la época. De nuevo surgía un cine contestatario y revulsivo en el que el contenido primaba sobre la forma. Multitud de autores surgieron en este contexto y en su país de orígen, y uno de los más importantes fue el chileno Miguel Littín, también novelista de raíces griegas y palestinas. Su cine es de temática básicamente social y comprometida sobre las tierras latinoamericanas. Debuta con la comentada "El Chacal de Nahueltoro", a la que seguirían "Compañero presidente" y "La tierra prometida". Tras el golpe de estado de Pinochet, se vio obligado a exiliarse en México, en donde conoció a Emilio Fernández, a Luis Buñuel y a Arturo Ripstein, de los que se enriqueció notablemente aunque sin perder su estilo. Rodó en el extranjero "Actas de Marusia", "El recurso del método", "La viuda de Montiel" y "Alsino y el cóndor". A riesgo de perder su vida volvió a Chile en 1985 para rodar en secreto una crónica clandestina de la dictadura: "Acta general de Chile", hazaña por la que Gabriel García Márquez le dedicó un libro. Más tarde rodó "Los náufragos", una película sobre la memoria de la tragedia y de la injusticia, de aquellos días de terror del golpe en honor a todos los desaparecidos. Su última obra ha sido "La última luna", sobre el conflicto de Medio Oriente (como he señalado, Littín tiene familia y raíces palestinas).

Basada en un hecho real ocurrido en la década de los sesenta en Chile, "El Chacal de Nahueltoro" narra, en un estilo documental de reconstrucción de hechos desabrido y tremendamente crudo, la lucha de un hombre supestamente reinsertado en la sociedad para escapar de la pena de muerte por fusilamiento que el presidente de su momento, Jorge Alessandri, no cambió a pesar de las muestras de reinserción que este hombre dió públicamente a todo el país. Presa de su analfabetismo y de haber crecido en un ambiente brutal y miserable, este hombre mató cruelmente a seis personas en el que fue uno de los crímenes más sangrientos y aborrecibles de la época. No existen discursos de ningún tipo: sólo muestra Littín los hechos con una precisión de crónica, con un distanciamiento provocado, sin disculpar al asesino de ninguna de las maneras pero dejando claro que fue la incultura total y la miseria absoluta lo que le llevó a la inconsciencia en la que cometió sus crímenes y que la sociedad, por fin, le ha dado unas herramientas para que no vuelva a repetir estos terribles hechos. El debate está servido. ¿Redención? ¿Castigo? ¿Pago a la sociedad? ¿Injusticia? ¿Pena de muerte? ¿Inconsciencia de lo que significa un asesinato? "El Chacal de Nahueltoro", rodada en los lugares en donde el drama que narra ocurrió (el pequeño pueblo de Nahueltoro, la celda que habitó el Chacal, su vieja choza de campo...) es uno de los filmes imprescindibles de la filmografía chilena y de todo el continente sudamericano, cronista de un asunto extrapolable a montones de países de todo el mundo. Y no hay que olvidar la actuación soberbia de Nelson Villagra como "el Chacal" José del Carmen. Ambos personajes logran fundirse en uno solo.

2 comentarios:

Crowley dijo...

Película desconocida para mi. Grcias por descubrírmela.
Saludos

Crowley dijo...

A pesar de que no te dejen comentarios (por lo que me has puesto en mi entrada) no te desanimes. Creo que es muy loable y de agradecer que escribas sobre cine desconocido y que nos des a conecer obras como estas, que no todo van a ser superproducciones.
Mucho animo