domingo, 20 de septiembre de 2009

EL TERCER HOMBRE de Carol Reed – 1949 – (“The Third Man”)


Viena, 1947. Plena posguerra. El escritor de novelas baratas Holly Martins viaja hasta allí desde los Estados Unidos para encontrarse con su mejor amigo, Harry Lime, que le ha prometido un trabajo en la destrozada ciudad. Cuando llega, le dicen que Harry ha muerto atropellado. Holly no lo cree y descubre que el atropello se produjo en circunstancias extrañas. Comienza a investigar la muerte de su amigo y muy pronto descubre una horrible intriga criminal… Que le va a impactar de lleno.

Acusado, tal vez con cierta razón, de no ser un cineasta original, Carol Reed es uno de los directores ingleses que más destacaron en su época, autor de un buen puñado de geniales obras que ya forman parte de la historia del cine. Con un gran sentido de la narración y del ritmo, excelente director de actores y maestro de la puesta en escena, su cine fue siempre un cine básicamente comercial pero que buscaba conseguir una alta calidad artística. Por ello, siempre destacó por un aspecto visual muy cuidado y por unos personajes delineados a la perfección que se adaptaron a todo tipo de géneros. Sin embargo, sí que se echaron en falta en sus obras unas constantes temáticas o estilísticas que existen en otros cineastas, una cierta personalidad como autor que muchos no encuentran en su filmografía, irregular a pesar de algunas geniales películas. Fue, además, acusado de ser “una extensión” o “un vehículo” de otros artistas como Orson Welles o Graham Greene, con los que colaboró. Comenzó dirigiendo en los años treinta. Algunas de sus mejores obras fueron los thrillers “Su nombre en los periódicos”, “Larga es la noche”, “El tercer hombre”, “El ídolo caído” o “El precio de la muerte”, la bélica “The way ahead”, la histórica “El vencedor de Napoleón”, la comedia “Kipps”, los dramas “Trapecio” (otra de sus mejores obras) o “La llave”, la comedia de espionaje “Nuestro hombre en La Habana”, el biopic de Michelangelo “El tormento y el éxtasis” o la adaptación musical de la obra de Charles Dickens “Oliver!”. Murió en 1976. Todavía sigue abierto el debate sobre si Carol Reed es un autor o no lo es. ¿Qué piensan ustedes?

Denostada por la crítica del momento, “El tercer hombre” es una de las películas negras imprescindibles de la historia del cine y tal vez la obra maestra de Carol Reed, producida por el gran Alexander Korda, basada en la novela homónima de Graham Greene y con la música inolvidable de Antón Karas, todo un hit de su momento que es otro de los protagonistas del filme. Bajo la estructura de un thriller, “El tercer hombre”, que traslada el mundo del cine negro Hollywoodiense a un escenario europeo para retratar la dureza de la posguerra, expone la historia de una decepción, del descubrimiento de una verdad inesperada y odiosa, de la caída de un mito de la infancia y, también, el dilema de un hombre atrapado que se debate entre sus sentimientos más hondos y entre su propia integridad, que le impide cerrar la boca o volver la cara a un hecho claro de injusticia, por mucho que tenga que sacrificar (amistad o incluso amor). El dilema es brutal y triste, y muy alejado del humanismo que tenía el de la novela original de Greene, por lo que el director y éste discutieron largamente. La estética, de rasgos expresionistas, lóbrega y oscura pero cargada de romanticismo, es una de las más evocadoras de su época (ayudada por la mencionada banda sonora), y la trama está desarrollada con una fluidez, una agilidad, una sugerencia y una capacidad de impacto y sorpresa inimitables. Se llegó a decir y todavía se dice que fue el propio Orson Welles, protagonista junto a Joseph Cotten y Alida Valli (soberbios los tres) el que la dirigió… Nunca se sabrá. Tampoco estoy seguro de que importe mucho. “El tercer hombre” nunca dejará de ser una obra maestra. Inolvidable su “mcguffin” y su vuelta de tuerca inesperada, inolvidable la escena final en las alcantarillas, inolvidable la primera aparición de Welles, inolvidable la noria, inolvidable el niño acusador, inolvidable su melancólico desenlace. No se olviden de verla si aún no lo hicieron.

2 comentarios:

Lucifer, Becario del Mal dijo...

Esta película en su momento me pareció 'correctilla' simplemente, pero lo flipé cuando vi la fecha de filmación, apenas acabada la guerra. Sin duda alguna sentó cátedra en los millones de pelis de cine negro de la época. Para mi de los mejores papeles de Welles, quizá junto con Touch of Evil.
Saludos!

El Deme dijo...

Esa melodía musical, tan penetrante, me acompaña siempre que ando por calles poco iluminadas... Gracias por la visita y tienes una delicia de blog que, poco a poco, iré leyendo (¿preparado para el nuevo Tarantino?)