miércoles, 14 de octubre de 2009

FORREST GUMP de Robert Zemeckis – 1994 – (“Forrest Gump”)


Forrest Gump tiene un coeficiente intelectual de 75 pero una gran valentía y un gran corazón. En su vida de aventuras constantes va a hacer amigos eternos, va a ser jugador de rugby en la universidad, soldado en Vietnam, campeón de ping pong y se va a convertir en un multimillonario con el negocio de las gambas. Toda la historia norteamericana de la segunda mitad del siglo XX va a pasar ante sus ojos y él va a ser una parte decisiva de ella aún sin proponérselo. Forrest, sin embargo, sufre por lo único que parece escapársele: el amor de su infeliz amiga Jenny.

Robert Zemeckis es uno de los más famosos directores de cine familiar norteamericano, autor de muchos de los filmes comerciales más míticos de las décadas de los ochenta y los noventa del pasado siglo. Fue Steven Spielberg quien le ayudó a introducirse en el mundo del cine, y él ha bebido mucho de su forma de crear. Su estilo es de raíces clásicas pero siempre está abierto a la imaginación tanto visual como narrativa aunque sin excesos ni efectismos. Artesano creador de cintas de primorosa factura dedicado al cine de entretenimiento, ha tocado una gran variedad de géneros y es un excelente director de actores y de actrices. En sus dramas, de auras épicas y de finales felices o esperanzadores, destacan sus personajes luchadores, optimistas y de fondo bondadoso que han sido identificados en más de una ocasión con los hombres y mujeres que todavía creen en el sueño americano, lo cual le ha acarreado críticas y desprecios. Es cierto que Zemeckis suele dar al público familiar estrictamente lo que éste pide y que le falta un cierto aliento autoral. Sin embargo, como director comercial está muy por encima de la media y en ningún momento resulta idiotamente patriotero como resultan, por ejemplo, otros cineastas de su quinta (Ron Howard) o el más joven y artísticamente horrendo Michael Bay. Debutó con las comedias “Locos por ellos”, sobre la fiebre de los Beatles, y “Frenos rotos, coches locos”, tras las que llegaron las películas de aventuras “Regreso al futuro” y “Tras el corazón verde”, la revolucionaria película de animación y actores reales “¿Quién engañó a Roger Rabbit?”, las secuelas de su gran éxito “Regreso al futuro II” y “Regreso al futuro III”, la comedia negra “La muerte os sienta tan bien”, el drama “Forrest Gump”, el drama fantástico “Contact”, el filme de terror “Lo que la verdad esconde”, el nuevo drama “Naufrago”, la nueva película de animación “Polar Express”, la nueva cinta de aventuras “Beowulf” y una nueva versión del clasico de Charles Dickens “Cuento de Navidad” , la cual está a punto de estrenarse en las salas.

“Forrest Gump” es una de las mejores y más famosas películas de Robert Zemeckis, exitosísima adaptación de la novela homónima de Winston Groom que narra la vida del personaje del mismo nombre, al que interpreta un inspiradísimo Tom Hanks. Forrest tiene un coeficiente intelectual de 75 pero un corazón de oro y una gran valentía, y, a pesar de las muchísimas y enormes barreras que le va a poner por delante la sociedad en la que le ha tocado vivir, va a luchar por lo que quiere (su amada Jenny, su madre y sus pocos amigos) y va a conseguir ser feliz mientras de paso conoce de primera mano varios de los grandes acontecimientos de su tiempo. Forrest es una encarnación más del éxito del sueño americano y la película, un drama épico lleno de buenas intenciones, está claramente destinada a arrasar con los Oscars, lo cual logró. Sin embargo, se aleja limpiamente Zemeckis en todo momento de patrioteríos baratos, de maniqueísmos tontos y de cursilerías para ofrecer un producto tremendamente digno que en ningún momento, a pesar de su mensaje, trata a los espectadores como a tontos. La historia norteamericana más reciente es visitada por el público junto al protagonista mientras es expuesta con un agudo ojo irónico que en pocos momentos ahonda con verdadero ímpetu crítico en los hechos pero que tampoco engaña ni falsea la realidad. Forrest Gump viaja por todos los USA y más allá realizando trabajos de todo tipo, triunfando en el ejército y en los deportes casi sin proponérselo y haciéndose multimillonario casi de casualidad. Destacan los personajes que le rodean, excelentemente interpretados y entre los que brillan sus amigos Bubba y el Teniente Dan y su amada Jenny (verdaderamente geniales Mykelti Williamson, Gary Sinise y Robin Wright Penn), que configuran un acertado elenco de perdedores a los que él salva en todos los sentidos a pesar de que algunos de ellos le tratan en un principio con desprecio o con egoísmo. El drama es comedido durante todo el metraje y salvo pequeñas escenas sin importancia no resulta excesivo ni forzado, el ritmo y el pulso narrativo están muy bien llevados (a pesar de su larga duración la película es agilísima y se pasa en un vuelo) y es especialmente divertida la legión de seres y de hechos que se suceden. A lo largo de varias décadas animadas con sus respectivas bandas sonoras (Elvis Presley, Bob Dylan, The Mamas and The Papas, Credence Clearwater Revival, The Doors, Lynyrd Skynyrd…) somos testigos de la excelente salud de la que goza el racismo en la Norteamérica sureña profunda, del triunfo del mencionado Elvis Presley, de la apertura de las universidades a la admisión de alumnos negros, de la Guerra del Vietnam, del movimiento hippie, del black power, del asesinato de John Lennon, del Periodo Ping Pong de negociaciones con China, del caso Watergate, del boom de la informática moderna, del nacimiento de la cultura pop, de numerosos asesinatos e intentos de asesinato de presidentes… “Forrest Gump” sigue resultando hoy tremendamente fresca y divertida, y logra emocionar sin cursilerías o pedanterías. Existe una segunda novela sobre el personaje, “Gump and Co”, que no ha sido adaptada.

4 comentarios:

Crowley dijo...

Pues, y no me lincheis, a mi nunca me ha terminado de convencer. Tiene sus buenos momentos, pero me parece demasiado artificiosa y no me llega. Una pena, porque todo el mundo está fascinado con ella.
Saludos

Hernán dijo...

¿Por qué habrá renunciado Zemeckis a filmar con actores reales, en locaciones reales, historias de pura fantasía pero también de carne y hueso? La animación, lamentablemente, se le subió a la cabeza y supongo que también le bajó a los bolsillos. Si los resultados no fueran bodrios como El expreso polar o Beowulf uno no diría nada, ¿no?

Saludos.

Möbius el Crononauta dijo...

Era un buen film, fácil de deglutir, pero con sus buenos momentos. Un buen film facilón vaya, pero tenía escenas que ciertamente me llegaron.

Saludos y gracias por pasarte por el blog!

ELLENA dijo...

Para hacer de Mongolete no se tuvo que esforzar mucho Tom Hanks ,en España lo habria hecho muy bién Emilio Aragón ,otro que tal baila.