Navidad. El Aeropuerto Dulles de Washington ha sido tomado por un grupo de mercenarios que piden la liberación inmediata de un dictador sudamericano que está a punto de aterrizar en dicho aeropuerto como prisionero. Sitiado el lugar, los aviones que lo sobrevuelan corren el riesgo de estrellarse al perder su combustible si los secuestradores no satisfacen pronto sus peticiones. En el lugar cunde el pánico. Sin embargo, nadie sabe que el hombre que liberó el edificio Nakatomi Plaza de Los Ángeles de los terroristas que lo asaltaron está en ese mismo aeropuerto, al que ha ido a recoger a su mujer, pasajera de uno de estos aviones. John McClane va a ser, una vez más, héroe a su pesar.
Renny Harlin es un director especialista en cine de corte familiar que no destaca por nada en especial. Autor de obras divertidas algunas, horripilantes otras y mediocres la mayoría, no tiene una personalidad destacada ni ninguna gran cinta digna de mención. Ha dirigido algunos grandes éxitos y, también, otros grandes fracasos. El género en el que mejor se ha movido ha sido el de la acción, aunque también ha realizado incursiones en otros. Su en líneas generales anodina filmografía se compone de las secuelas de terror y de acción “Pesadilla en Elm Street IV” y “La jungla II. Alerta roja”, de la comedia “Las aventuras de Ford Fairlane”, del filme de acción “Máximo riesgo”, de la película de piratas “La Isla de las Cabezas Cortadas” (con la que intentó resucitar el género – lo que no se logró hasta la llegada de “Piratas del Caribe: La maldición de la Perla Negra” - y con la que se dio uno de los más sonados batacazos de taquilla de la década), el nuevo filme de acción “Memoria letal”, la película de terror y acción “Deep Blue Sea”, el filme deportivo “Driven”, el thriller “Cazadores de mentes”, la precuela de terror “El Exorcista: el comienzo”, el thriller de aventuras “La Alianza del Mal” y los nuevos thrillers “Cleaner” y “12 trampas”.
Era de esperar que, después del enormísimo éxito de “La jungla de cristal” no tardasen en llegar sus correspondientes secuelas. La primera de ellas fue “La jungla II. Alerta roja”, la más flojita de todas junto a la cuarta entrega, que en mi opinión la supera ligeramente ya que por lo menos no es casi un calco de la mencionada “La jungla de cristal”. John McClane, de nuevo interpretado por Bruce Willis, que asentaba el carácter de su personaje más famoso en otro genial papel de héroe a su pesar, tiene que salvar de nuevo a su mujer y a otro grupo de personas de otros malvados terroristas en otra Navidad desafortunada y en otro lugar cerrado y aislado (un aeropuerto en este caso) que ha de usar como un arma más contra sus enemigos. Como pueden observar, el factor sorpresa no está ya por ninguna parte, y no sólo eso: “La jungla II. Alerta roja” no es únicamente una película que ya no sorprende, sino que además es, como he comentado arriba, prácticamente una copia de su antecesora (lo cual por lo menos no es “La jungla 4.0”). Eso sí, a pesar de esto no deja de ser una creación que, en líneas generales, y aún sin alcanzar a obras maestras como su antecesora u otros títulos míticos, está por encima de la media del resto de obras de su devaluado género: la dirección del mediocre Renny Harlin es aceptable, se incrementan las dosis de espectacularidad y de violencia, los efectos especiales son más y mejores, hay ahora tres villanos (tres, y uno es toda una sorpresa, lo cual siempre es de agradecer) con un carisma solvente (aunque no le llegan a los talones ni al anterior, Alan Rickman, ni al inmediatamente posterior, Jeremy Irons) y la acción sigue siendo frenética e imparable. La película no busca otra cosa salvo divertir, y como segunda parte de un clásico resulta en todo momento más que disfrutable. La saga mejoraría notablemente tras la marcha de Harlin de la dirección y el retorno de McTiernan para “Jungla de cristal: la venganza”.
1 comentario:
Perdonad si no os firmo ultimamente, estoy haciendo un curso de ingles en Irlanda y no tengo mucho tiempo (estoy actualizando con material que ya tengo escrito). En Diciembre vuelvo a Espanha y volvere a firmar mas a menudo, I promise :)
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