miércoles, 18 de noviembre de 2009

BEOWULF de Robert Zemeckis – 2007 – (“Beowulf”)


El gran guerrero Beowulf visita al Rey Hrothgar para ayudarle a matar al terrorífico Grendel, el monstruo que asola sus heladas tierras. Tras derrotarle y dejarlo moribundo, lo sigue hasta su oscura caverna con la intención de acabar con él y con su madre, otro ser diabólico. Beowulf vuelve triunfante y se convierte en un gran héroe que termina sucediendo al mismo Hrothgar en el trono. Años después, sin embargo, todo ha cambiado: Beowulf vive hastiado, su pueblo ya no le adora y su leyenda es simplemente eso… Una leyenda. Algunos en la corte sospechan incluso de que en realidad nunca llegó a vencer a la madre de Grendel. Algo terrible ocurre entonces: un fiero dragón ataca el reino, y sólo él, que está unido a la bestia por un turbio secreto, puede terminar con ella…

Robert Zemeckis siempre ha sido un director de cine familiar y comercial básicamente solvente, y su filme “Beowulf” es precisamente eso: un filme fantástico de aventuras solvente, sin sorpresas y que no llega al nivel de algunas de sus mejores creaciones (la trilogía de “Regreso al futuro”, “¿Quién engañó a Roger Rabbitt?”…) pero que básicamente se muestra divertido y que no pierde el ritmo ni el interés en ningún momento de su metraje. Escrito por el gran Neil Gaiman y por Roger Avary, director de “Las reglas del juego”, “Beowulf” se inspira en la leyenda homónima para narrar la clásica historia épica en la que un gran héroe se ha de enfrentar a un terrible rival que no es otra cosa que su parte oscura, su parte mentirosa y falsa, su parte decepcionante. Magnífico luchador, Beowulf se vende a un ser diabólico a cambio de sexo, de poder y de fama, hecho que le sumerge en el hastío y en la mediocridad y que hunde a su pueblo en el terror y en la miseria; hecho que le hará finalmente buscar la redención, que llegará por medio del mencionado combate interior y exterior. Bastante fieles al poema en sus inicios, Zemeckis, Gaiman y Avary se desligan de dicho texto en la parte final del filme para representar lo antes comentado en la lucha contra el dragón, monstruo que aparece en la narración original pero que no es el hijo del protagonista, que mataba a la madre de Grendel, la cual aparece en la película como la villana absoluta de la función y de la que no se volvía a saber nada en la obra escrita. Se puede sin embargo perdonar esta variación porque el objetivo de “Beowulf”, rodada mezclando animación con personajes reales como en anteriores y posteriores obras del autor, que parece estar pillandole el gusto a este estilo, es simplemente divertir y no resulta en absoluto pretenciosa. Acción a raudales, aventuras interminables, espectacularidad por todo lo alto, escenarios preciosos, monstruos imaginativos, intrigas palaciegas, pasiones desatadas y un conseguido ambiente crepuscular (el Cristianismo, recién llegado al indómito norte de Europa desde Roma, está acabando con los héroes del Mundo Antiguo) hacen del filme un entretenimiento más que aceptable.

2 comentarios:

Mike Lee dijo...

Entretenida, aunque esta técnica de animación no acaba de convencerme, habrá que darle tiempo.

¡Saludos!

Lucifer, Becario del Mal dijo...

Agradable sorpresa. Por su adecuada entonación sobretodo, las cosas épicas hay que contarlas de forma épica o no sirve para nada.
Otro acierto para Zemekis, y van ya unos cuantos
Saludos!