jueves, 26 de noviembre de 2009

WATCHMEN de Zack Snyder – 2009 – (“Watchmen”)


Mediados de la década de los ochenta. La Guerra Fría está en su máximo punto de ebullición y el mundo vive aterrorizado ante el horror atómico que puede desatarse en cualquier momento. En Nueva York algo ha venido a perturbar aún más el ambiente: el Comediante, el único superhéroe legalmente permitido por el Gobierno de los Estados Unidos junto al Dr. Manhattan, ha sido misteriosamente asesinado. Inmediatamente, Rorschach, el único de estos héroes que se negó a retirarse y que actúa clandestinamente en las calles como un terrible justiciero, comienza una investigación. Demasiado pronto, una conspiración mundial se va visumbrando... Y aunque hace mucho que están todos inactivos, los que fueron compañeros del fallecido y de Rorschach van a verse obligados a usar de nuevo sus trajes y sus poderes. Los superhéroes retornan a los Estados Unidos.

Todos teníamos bastante miedo de que la adaptación de “Watchmen”, uno de los mejores cómics del gran Alan Moore y de Dave Gibbons y una de las obras maestras y decisivas de la historia del noveno arte, terminase muy mal en las manos de Zack Snyder. Sin ser un mal cineasta (“El amanecer de los muertos” es un muy buen remake, y lo digo yo que por lo general detesto los remakes) y sin ser tampoco el “visionario” que anuncian (tiene tres películas en su filmografía y la segunda, “300”, es una adaptación de otro gran cómic –de Frank Miller en este caso- parcialmente lastrada por meras estupideces), Snyder sí que realiza en “Watchmen” una solvente copia de la obra en la que se basa. Lo mismo hizo con “300”, pero tuvo la malísima y estúpida idea de cargarse un producto que podría haber sido muy destacado (visualmente era una adaptación idéntica y casi perfecta) metiéndole con calzador un horrendo tufo magnificador de los bestias de los espartanos y otro peor diabolizador de los persas (todavía más acentuado que el que ya dejó Frank Miller) que incluso llevó a que en dicho ejército oriental apareciesen monstruos tales como ogros, gigantes con pinzas de cangrejo y hasta una cabra diabólica (de vergüenza ajena). En “Watchmen” el cambio con respecto a la obra de Alan Moore es mínimo (un giro sin demasiada importancia en el desenlace que no afecta a su esencia) y los planos son puras fotocopias del cómic, al igual que los personajes y el ambiente. Para mi, esto resulta muy de agradecer, sobre todo teniendo en cuenta las aberraciones que se han hecho en Hollywood adaptando otras obras de este autor inglés como “La Liga de los Hombres Extraordinarios”, directamente despreciable, o “Desde el Infierno” y “V de Vendetta”, que no me parecen malos filmes pero que pierden completamente la esencia de la obra original. Zack Snyder se muestra muy fiel al “Watchmen” del papel y conserva sin problemas la idiosincracia de sus caracterísiticos personajes introduciendo cambios apenas imperceptibles que no los desprestigian (la caracterización por otra parte es excelente, así como las actuaciones). Sí quedan en el tintero cierta profundización en el conjunto, y es lógico: no se puede adaptar un cómic complejísimo y muy extenso en dos horas y media. Pero el proyecto, a pesar de esto, consigue salir adelante por el buen hacer de Snyder y de su equipo, excelentes “calcadores” que incluso introducen toques muy personales dentro de lo que se pueden permitir (los créditos iniciales, al ritmo de "The Times They Are A-Changing" de Bob Dylan, son verdaderamente geniales, originales y maravillosos). De “Watchmen” voy a decir bien poco: tienen que leer el cómic. Solamente comentar que se trata de una obra capital de la historia de la narrativa que da una vuelta de tuerca completa a lo que conocemos como “género de superhéroes” presentando una desoladora parábola social y política sobre la Guerra Fría (el cómic se publicó entre 1986 y 1987, lo que el filme ha respetado escrupulosamente) y diseccionando con una hondura sin par un mundo de terror atómico, conspiraciones, patriotismo bien y mal entendido y tratando asuntos universales como el amor, la amistad, el compañerismo, el bien y el mal, la justicia y sus diversas concepciones o el dilema de si “el fin justifica los medios”. Lean el cómic y después vean la película (que ha perdido un poco de profundidad debido al metraje insuficiente pero que sintetiza muy bien todo el mensaje original de la obra de Moore).

5 comentarios:

Demóstenes dijo...

A mí el cambio del desenlace me parece incluso más lógico que el pensado por Alan Moore, aunque supongo que en los tiempos que corren el autor habría hecho algo un poco más contemporáneo.

Anónimo dijo...

cierto, el cambio en el final no desmerece sino que engrandece la historia.

un cómic perfecto y una adaptación perfecta (aunque como película exenta no resulte todo lo efectiva que debiera)

Lucifer, Becario del Mal dijo...

Disiento! Prefiero las adaptaciones más libres como "V de vendetta" o la mas literal de "300". El comic es una obra maestra pero esta peli es simplemente aburrida, por demasiado literal. Como mucho llega a ser un homenaje para admiradores de Watchmen pero lo que es "conectar con el espectador" ni por asomo.
Saludos!

Laura dijo...

Un peliculón de mucho nivel, digno del cómic que lo precede!

Constanza Aguilera dijo...

Sin ser una mala pelicula, tiene un problema..... se debe haber leido el comic para apreciarla, el problema nace en lo mismo que tu dijiste, resulta demasiado ligera en comparacion a la novela grafica, pero es exactamente lo que cruzaba por mi cabeza al momento de leerlo
para aquellos que no han leido el comic, van a encontrarla aburridisima