Jake Sully, joven marine paralizado en una silla de ruedas, se enrola para sevir en el bello pero inhóspito planeta selvático Pandora, en el que grandes y poderosas corporaciones están extrayendo un extraño mineral que en la Tierra da gigantescas cantidades de dinero. Jake tiene una misión: manejar un avatar, un cuerpo falso hecho a imagen y semejanza de los Na'vi, los nativos de Pandora, supuestamente salvajes y agresivos, para negociar con ellos y convencerles de que se marchen de su árbol sagrado, bajo el cual está una de las canteras más ricas del lugar. Un incidente inesperado va a cambiar la vida de Jake para siempre... Y la va a unir al planeta que intenta colonizar.
Dejando a un lado la polémica a veces estéril sobre si una película en la que el 40% de su metraje es acción real y el 60% es puro efecto especial es o no "una película" (polémica que además recientemente ha desatado ríos de tinta tras la aparición de cintas como "300" de Zack Snyder), "Avatar", el retorno al cine de James Cameron tras diez años sin rodar ficción después la exitosísima "Titanic", ha sido de una manera u otra la comidilla comercial de las pasadas Navidades y del inicio del año. Taquillazo fulminante (aún hoy, a finales de febrero, sigue llenando salas -doy fe de ello-), el filme ha dividido al público en todos los aspectos: a los que la tachan de obra maestra tanto técnica y visual como argumental se oponen frontalmente los que afirman que es un fiasco que bien podría llamarse "Pocahontas del futuro", "Un alien llamado Caballo" o "Bailando con lobos 2009". Yo pienso que no es ni una cosa ni la otra. Bien cierto es que el aspecto visual del filme (precioso y espectacular con 3D o sin 3D) es su gran baza, lo que Cameron más ha cuidado y mimado. Sin embargo, también hay que decir que la simpleza de la historia (sí, es predecible y tiene personajes tópicos como el viejo marine despiadado) consigue, desde mi punto de vista, conmover y emocionar y, además, lo hace transmitiendo bien el mensaje ecologista manido pero siempre necesario que "Avatar" desprende. Tiene otra gran baza: la de situar a los humanos como los depredadores de una función (visión que cada vez está siendo más tenida en cuenta en las historias modernas de ciencia ficción) en la que se critica sin piedad al capitalismo más agresivo e inhumano, al imperialismo, a la colonización o a la masacre de culturas movida por el poder del dinero (hay además frases puntuales geniales, como la que dice el villano principal en cierto momento alegando que los Na'vi tendrán "un trato humano" -irónica y brutal como pocas-). Todo muy simple, pero muy bien hecho, muy bien expuesto y muy bien dramatizado, además, por unos actores muy solventes con carisma en general. Que "Avatar" no es una obra maestra está claro, pero que es una excelente película de ciencia ficción con mensaje esperanzador y bienintencionado creo que también. Si la trama de "Avatar", por ejemplo, la hubiese llevado exáctamente igual a las pantallas Hayao Miyazaki (al que adoro, por cierto), muchísimos de los que la desprestigian sin piedad la habrían alabado. Estoy seguro de ello.
3 comentarios:
Ya lo siento, pero en lo de que si la habria dirigido Miyazaki muchos la habriamos clamado, te equivocas. No entiendo como comparas a Cameron con Miyazaki. Yo nunca he dicho que el film sea malo. Pero no se merece la nominacion al oscar a mejor pelicula. Si Miyazaki hubiera dirigido esta pelicula estoy seguro que no habria hecho una historia tan sinple. El daria otra dimension a la pelicula. Otro valor. Otro significado. Por ello Avatar se queda en segundo plano si la comparamos con cualquier pelicula de Miyazaki, una obra entretenida y ejectos especiales inolvidables, por lo demas no emociona ni impacta ni se te marca en la memoria.
Saludos
Acabo de verla. Ya estoy preparando el post. No sale nada bien parada. En fin, ya me explicaré, pero adelanto que parece una atracción de feria y poco más.
Saludos!
Puro artificio, sin alma, llena de tópicos y lugares comunes. Prescindible de todo punto. Y lo que más me mosquea es la actitud de Cameron diciendo que va a cambiar la historia del cine. La historia del cine la cambió primero Griffith, luego Eisenstein, luego Ford, luego la Nouvelle Vague, luego Bergman, luego Eustache y luego... Un poco de humildad no le iría mal...
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