domingo, 21 de febrero de 2010

EL EJÉRCITO DE LAS TINIEBLAS de Sam Raimi – 1992 – (“Army of Darkness”)


Por culpa de la maldición del Necronomicón, Ash es enviado a través del tiempo a la convulsa Inglaterra del siglo XIII, en donde las fuerzas del Mal reinan sembrando el terror en una comunidad humana que además está dividida por guerras entre clanes de caballeros. Ash, si quiere regresar a su época, ha de encontrar el Necronomicón y convencer a los caballeros ingleses para que se unan todos en la lucha contra el Mal.

Con “El Ejército de las Tinieblas”, tercera entrega de la saga de “Evil Dead” y secuela de la segunda entrega, “Evil Dead II”, en realidad un remake de la primera, Sam Raimi cierra su mítica trilogía presentando esta vez un filme de aventuras en una Edad Media fantástica que, como “Evil Dead II”, es una comedia gore absurda con toques de cine de terror (aunque muy pocos ya). Rodada con mucho más presupuesto que las dos anteriores, Raimi se permite en ella unos efectos especiales de mayor calidad, unos monstruos más variados (geniales los esqueletos que homenajean a la legendaria “Jasón y los Argonautas”), muchos más escenarios (las anteriores se desarrollaban sólo en una casa) y mejor definidos, más personajes secundarios y de mayor entidad, más extras y, también, más litros de sangre y más montones de vísceras (aunque es cierto que, a pesar de esto, el filme reduce su contenido gore ligeramente, tal vez por ser más comercial que sus dos antecesores). La trama, como en “Evil Dead” I y II, es bien simple: el pobre Ash, perdido en una época que no es la suya con miembros amputados y su ya inseparable sierra eléctrica, tiene que volver al siglo XX, y para ello ha de encontrar el Necronomicón y acabar con El Ejército de las Tinieblas, que él mismo libera sin querer. También como en las anteriores esta trama (que incluso tiene varias lagunas) es una simple excusa para desatar el festival gore más delirante, desenfrenado y exagerado, aunque cierto es que el protagonista, genial como siempre el rey de la mueca Bruce Campbell, está algo más desarrollado, e incluso tiene tiempo para enamorarse y para poner paz entre los clanes de caballeros enfrentados. Sin embargo y a pesar de ello en “El Ejército de las Tinieblas” sigue primando una sola cosa: la pura diversión, basada en el humor negro absurdo más sádico y macabro y también, en esta entrega, en el humor paródico de los tópicos del género fantástico e incluso de las dos anteriores, que no tiene otro objetivo que provocar la carcajada en todo momento. Fin de una trilogía (hasta la fecha) que hay que ver de la manera más desprejuiciada posible: no importan las tramas facilonas, no importa que a veces ni siquiera coincidan entre ellas de una entrega a otra, no importan los personajes simplones, no importan los diálogos de chiste, no importa la violencia y la acción gratuitas. Sólo hay que dejarse llevar y pasar grandes ratos, cosa que se logra sin problemas.

1 comentario:

dvd dijo...

Me encanta. Una ida de olla de Raimi antes de pasarse al lado oscuro de la industria...