domingo, 7 de febrero de 2010

ROCKY II de Sylvester Stallone – 1979 – (“Rocky II”)


Después de haberse enfrentado al gran campeón Apollo Creed y haber perdido por muy poco contra él, Rocky Balboa se ha convertido en una figura de éxito. Sin embargo, no parece estar hecho para el mundo de la fama. A causa de su bondad, sinceridad e ingenuidad, no llega a cuajar como producto publicitario y vuelve a verse en la mediocridad de su vida anterior y de nuevo en apuros económicos. Por ello, y para asegurarle un futuro a Adrian, con la que se ha casado, acepta enfrentarse otra vez a Apollo, que está sediento de revancha. Eso sí, esta vez Rocky piensa tumbarle de verdad.

Tras el brutal taquillazo que supuso “Rocky” era de esperar que una secuela hiciese pronto acto de presencia. Lo hizo tres años después, y vino de nuevo escrita y protagonizada por Sylvester Stallone, que, además, optó por dirigirla, como haría con las otras dos siguientes a ésta y con la sexta parte, la reciente “Rocky Balboa”. La película confirmó el éxito del personaje y propició que se rodasen todas las demás entregas sobre sus combates. “Rocky” iba a ser una de las sagas comerciales más largas de la historia (y una de las que más decayó con cada entrega, aunque alzase algo el vuelo en las últimas). Muy poco o casi nada hay que decir de “Rocky II”. No sé si es verdad eso de que es en realidad el desenlace alternativo de su antecesora ampliado a una película independiente, pero desde luego lo parece (si alguien lo sabe que me lo diga, por favor). En “Rocky II”, el boxeador italo-americano de los suburbios se convierte en un “campeón del pueblo” después de resistir todo el combate contra Apollo Creed, y, tras pasar un brevísimo tiempo como figura de éxito, vuelve a caer en la pobreza y en la mediocridad por su bondad, su sinceridad y su inocencia, no aptas para el cruel mundo de la publicidad y de la fama, que intenta exprimirle a fondo mientras está en lo más alto. La oportunidad de volver a alcanzar su perdido estatus de estrella le llega de nuevo en forma de un segundo combate contra Apollo, indignado porque casi perdió contra Rocky y, además, porque su popularidad ha decrecido considerablemente por ello. Balboa, después de dar muchas vueltas y de verse en una mala situación económica que puede acabar con su matrimonio, se enfrenta a él. Y sí, esta vez le gana y se hace con el título de campeón. Y fin de la película. “Rocky II” no es más que un calco absoluto de “Rocky” con un final distinto en el que el “triunfo moral” se sustituye por el “triunfo material”. Por si fuera poco, ya no sorprende en absoluto, porque todos los personajes y todas las situaciones están explotadas. “Rocky II” deja un regusto a algo ya visto, casi a puro timo. Es una de las segundas partes menos originales de la historia (y miren que hay segundas partes pésimas). Es distraída, sí, y se pasa muy rápido. Pero no es excusa para que sea este calco tan indignante que es. Es a partir de aquí cuando la saga empieza a caer en el vacío irremediablemente. Eso sí, repito que “Rocky V” presentaba apuntes interesantes (aunque era un filme fallido) y que “Rocky Balboa” me parece una entrega muy digna.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A partir de aquí empieza la decadencia...