domingo, 28 de marzo de 2010

LA MOMIA de Stephen Sommers – 1999 – (“The Mummy”)


El Cairo. 1923. La joven egiptóloga Evelyn Carnahan y su hermano Jonathan se unen al valiente y canalla legionario Rick O’Connell para buscar las ruinas de la legendaria Hamunaptra, la ciudad de los muertos del Antiguo Egipto, supuesta cuna de grandes tesoros. En su camino se encuentran con un grupo de arqueólogos que buscan lo mismo que ellos y también con un misterioso hombre que parece vigilarles desde las sombras. Algo más ocurre: una terrible maldición ancestral se cierne sobre todos cuando encuentran un extraño libro… La Maldición de Imhotep. Aunque Rick y los hermanos Carnahan colaboran a su pesar, van a tener que hacerlo estrechamente para sobrevivir…

El norteamericano Stephen Sommers es un director mediocre y sin una personalidad definida que, centrado especialmente en el género de la aventura, ha dado alguna película muy notable (“La Momia” sobre todo) y muchas bastante flojas o incluso terribles. Su filmografía se compone de la cinta de jóvenes generacional “Catch Me If You Can”, de las aceptables adaptaciones literarias “Las aventuras de Huckleberry Finn” y “El libro de la selva”, de la terrible película de terror y acción “Deep Rising”, de la excelente película de aventuras “La Momia”, de su horrenda primera secuela “El Retorno de la Momia”, de la aún más horrenda vuelta al cine de aventuras “Van Helsing” y de la todavía más horripilante vuelva al de acción “GI JOE”.

“La Momia” fue una película que, al igual que la primera entrega de “Piratas del Caribe” (sus dos despreciables secuelas mejor olvidarlas), fue capaz de resucitar, por lo menos momentáneamente, el concepto de cine de aventuras familiar que la trilogía (la entonces trilogía) de Indiana Jones supo establecer en la década de los ochenta. Basada muy libre y desprejuiciadamente en el clásico homónimo de Karl Freund de 1932, “La Momia”, apartada de toda pretensión posible, conjugaba a la perfección el cine de aventuras de aura clásica, la comedia familiar y paródica y el filme fantástico de aires pulp en lo que es un homenaje intencionadísimo a su mencionada “hermana” de Karl Freund, a las también nombradas peripecias de Indiana Jones, a cierto cine de terror sobrenatural, a la serie B y al también mencionado cine de aventuras clásico e incluso al de capa y espada. Stephen Sommers entrega su mejor película calibrando con efectividad la acción pura y dura (que es mucha) con el desarrollo de una trama de misterio simple pero efectiva e interesante desde el primer hasta el último momento en la que todos los tópicos de su género están servidos (y bien explotados para no resultar vergonzantes): batallas, trampas, maldiciones, magia, enigmas, monstruos de toda clase y persecuciones y luchas de todo tipo. Los personajes de la cinta, además, gozan de un genial carisma. Los entonces menos conocidos Brendan Fraser y Rachel Weisz interpretan a una pareja perfecta (el aventurero canalla y algo payaso y la chica mojigata pero finalmente de armas tomar –la sombra de “En busca del Arca Perdida” es alargada-), Arnold Vosloo es un villano genial (malvado y atormentado), Oded Fehr es un secundario con relieve y necesario para el desarrollo de la historia y John Hannah es un secundario cómico que aporta una dosis de humor que, por lo menos en esta primera película de la saga, no resulta cansina ni vergonzosa. Hay que sumar también un ambiente romántico muy conseguido, unos efectos especiales geniales y unas escenas de acción verdaderamente imaginativas y dinámicas. “La Momia”, muy injustamene denigrada por muchos, se configuró como la mejor película hollywoodiense de aventuras de finales del siglo XX. Por desgracia, sus dos secuelas (hasta la fecha) fueron terribles.

2 comentarios:

Atticus Grey dijo...

Vaya, hasta que por fin encuentro a alguien que hable bien de esta peli. A mí también me gustó mucho en su momento, y creo que ese estilo a lo "Indiana Jones" le favoreció mucho a su guión y a sus actores. No he visto sus dos secuelas, aunque cerca he estado de hacerlo, pero prefiero mantener la nostalgia por la primera parte sin que sus continuaciones arruinen mis recuerdos. Por cierto, la peli no solo fue un remake del filme homonimo de Karl Freund, sino que tiene mucho de su continuación, La Mano de la Momia (Christy Cabanne, 1940), que muy pocos han visto.

dvd dijo...

A ver, que voy a intentar, ahora que tengo algo de tiempo, recuperar el tiempo perdido con su blog y comentarle algunas películas, empezando por ésta.
Tiene su gracia, pero se pierde en un montón de efectos digitales que la convierten en un producto de consumo más. Prefiero mil veces la de Karloff, y es que no tienen nada que ver una con otra...