lunes, 8 de marzo de 2010

OPERACIÓN DRAGÓN de Robert Clouse – 1973 – (“Enter The Dragon”)


Lee, un joven y poderoso monje Shaolin, es invitado a un torneo de artes marciales en una lejana isla del Pacífico propiedad de un misterioso hombre llamado Han, propuesta a la que accede para encontrar al que mató a su hermana, que cree que participa en la competición. Sin embargo, Lee ha sido también contratado por el Servicio de Inteligencia Británico, que sospecha que la isla es la tapadera de una organización criminal dedicada a la trata de blancas, al tráfico de drogas y al entrenamiento de luchadores asesinos. En su misión, se le unen otros dos fuertes combatientes, el dandy y refinado Roper y el brutal Williams, y una bella agente china, Su Lin.

La década de los setenta fue la década de oro del cine de artes marciales (y especialmente del cine de kung fu), su capital fue Hong Kong y su estrella indiscutible fue Bruce Lee, del que voy a comentar exclusivamente su breve carrera como actor, ya que, además de ello, fue un importante teórico y filósofo del kung fu que ayudó a expandir este arte por todo el mundo y que además creó uno propio. Bruce Lee nació en San Francisco de un padre chino y de una madre chino-alemana y se crió entre los USA y Hong Kong. Estudió filosofía y enseñó kung fu a occidentales (no sin problemas con la comunidad china norteamericana) hasta participar en la serie “Avispón Verde” como secundario. Después de estar a un paso de protagonizar la serie “Kung Fu” (lo haría finalmente el mítico David Carradine), el magnate Raymond Chow le permitió debutar en una de sus producciones. Las primeras películas de artes marciales fueron mudas y se rodaron en los años veinte en China, aunque el género se dejó de lado con la llegada del sonoro. A finales de los años sesenta resucitó de la mano de Chow, que rodaba cientos y cientos de cintas de este tipo cada año en una ciudadela prohibida de su propiedad en la que explotaba a sus equipos, en, según comentan, condiciones cercanas a las de la esclavitud. Bruce Lee fue una de sus más grandes minas de oro. No era un gran actor (simplemente solvente y para algunos directamente malo), pero tenía un imparable carisma y era un genio de las artes marciales. Todos los arriesgados movimientos, todas las técnicas imposibles y todos los contundentes golpes de sus filmes están ejecutados por él mismo, sin ayuda de efectos especiales ni dobles. Sus películas eran como el resto de las películas de kung fu del momento: argumentos simples hasta la extenuación con buenos muy buenos y malos malísimos como excusa para desatar un festival de acción e imaginativos combates coreografiados como números de baile. Las historias se repetían hasta la saciedad: un hombre bueno y fuerte lucha contra un grupo de maleantes (muy a menudo mafiosos) para ayudar a los pobres y a los oprimidos, para salvar a una mujer, para vengar a un amigo o a un viejo maestro asesinado… Como banda sonora, los golpes y los chillidos. Estos filmes a veces son, desde el punto de vista técnico y estilístico, un auténtico desastre. Sin embargo, tampoco importa demasiado. Están hechos para divertir, y casi todo su peso recae en la soberbia exhibición física con la que sus protagonistas son capaces de sorprendernos. Bruce Lee, el más importante de todos a todos los niveles, consiguió llevar el cine de kung fu hasta occidente con un éxito sin parangón. Solamente protagonizó cinco películas: “Karate a muerte en Bangkok”, “Furia oriental”, “El furor del Dragón” (en el que se enfrentaba a Chuck Norris), “Operación Dragón” y “El juego de la muerte”, que quedó inconclusa y que fue terminada con imágenes de archivo. En 1973 murió en extrañas circunstancias: para unos epilepsia, para otros muerte súbita, para otros asesinato… Lo mismo le ocurrió a su hijo Brandon Lee, muerto de un disparo ¿casual? durante el rodaje de “El Cuervo” de Alex Proyas. Bruce Lee, que dejó un bonito cadáver de 32 años, se convirtió en un mito. Muchos imitadores tuvo y tiene: Lo Lieh, Wang Yu, el cómico y paródico Jackie Chan o el más joven Jet Li.

La película más importante de Bruce Lee junto a “Karate a muerte en Bangkok” es “Operación Dragón”, producción estadounidense ideada tras su éxito en Hong Kong que le confirmó definitivamente como estrella en occidente. Dirigida por Robert Clouse (un realizador sin personalidad que dirigió también “El juego de la muerte” y otras películas de artes marciales), desarrolla, sin innovar nada, la historia básica de este tipo de películas: Bruce Lee (junto a varios amigos, dos de ellos occidentales) se enfrenta a una organización criminal que utiliza las artes marciales con propósitos malignos y que tiene su base en una isla inhóspita en la que organizan un torneo de artes marciales para reclutar asesinos. Además de combates, “Operación Dragón” tiene buenas dosis de espionaje y suspense (simple y lineal y muy predecible, todo sea dicho), escenas de sexo sugerido y un cierto aire pulp, kitsch y de cine de James Bond (su villano es un clásico, exótico y excéntrico “villano Bond”, como otros tantos villanos de este tipo de cintas). Lee aparece acompañado por los también luchadores John Saxon y Jim Kelly (gran actor blaixplotation) y por una joven y bella espía. La película, bastante violenta y efectista, se sigue bien desde el primer hasta el último momento y resulta amena y divertidísima, además de espectacular por sus combates y sus coreografías (la lucha final en la sala de los espejos es genial e inolvidable). No hay que pedirle peras al horno: “Operación Dragón” es un divertimento para exhibir luchas cuerpo a cuerpo. Pero es espectacular, entretenidísima y no ha perdido un ápice de su encanto original. Para disfrutar sin prejuicios.

2 comentarios:

Demóstenes dijo...

Con esta pelícukla Bruce se hizo famoso... pero para mí es de las peores. Para mí la mejor que tiene es Furia Oriental, no sé si es la ma´s exitosa, pero sí que hay dos secuelas (Fist of Fury II con Jackie Chan y Fist of Legensm, un remake con Jet Li) y de las otra que yo sepa no hay nada...

qué voy a deicr de bruce... en fin, me encanta, así de simple :D

dvd dijo...

Magnífica. Y de aquí salió el Kung Fu Master... (qué tiempos) y, aunque les pese a algunos, la parafernalia de KILL BILL...