sábado, 6 de marzo de 2010

RAPA NUI de Kevin Reynolds – 1993 – (“Rapa Nui”)


En la pequeña isla de Rapa Nui, perdida y olvidada al sur del océano Pacífico, una guerra civil parece estar a punto de estallar. Los Orejas Largas, la clase dirigente, se aprovecha sin miramientos del trabajo de los Orejas Cortas, los constructores de Moais, las estatuas sagradas. Cuando llega la competición anual en la que se decide quien será el nuevo líder de la isla, los Orejas Cortas, hartos de la opresión, exigen poder presentar un candidato al igual que hacen las demás tribus. Los Orejas Largas acceden, pero las rivalidades entre ambos son ya irreconciliables. Por si fuera poco, un noble Oreja Larga se ha prometido con una Oreja Corta, y ninguno de los bandos va a permitir esta relación.

Injustamente muy olvidado hoy, el norteamericano Kevin Reynolds es un excelente director de filmes comerciales centrado especialmente en el género de las aventuras aunque abierto a todo tipo de incursiones en otros. Actualmente un poco de capa caída debido a varios grandes y sonoros fracasos, fue un cineasta bastante arriesgado en los años noventa que trabajó con grandes presupuestos y en proyectos muy ambiciosos. Su estilo es de raiz clásica y muy centrado en crear evocadores y bellos ambientes ayudado siempre por una genial fotografía. Ambientadas en pasados lejanos muchas de ellas y llenas de espectaculares escenas de acción, sus películas, a menudo épicas y cargadas de misticismo, tratan asuntos universales como la libertad, el amor, la amistad o la lucha del bien contra el mal. Su actor fetiche fue durante un tiempo Kevin Costner, que tras protagonizar su cinta “Waterworld” y tras el descalabro de la horrenda “Mensajero del futuro” (esta dirigida por él mismo) se hundió profesionalmente durante un tiempo junto al propio Reynolds (aunque ahora Costner está levantando ligeramente el vuelo con creaciones propias muy infravaloradas como “Open Range”). Debutó el director que nos ocupa con el drama nostálgico universitario “¿Dónde dices que vas?”, al que siguió el bélico “La bestia de la guerra”. Llegaron después sus mejores películas de aventuras: “Robin Hood, príncipe de los ladrones”, “Rapa Nui” y “Waterworld” (la cual no considero tan mala como en su día se dijo que era, y no soy el único). Como las dos últimas fueron un total fracaso en las taquillas, Reynolds entró en una etapa de decadencia durante la que dirigió el irregular drama sobre la violencia escolar “187”. Su regreso a la aventura ha venido de la mano de las simplemente solventes “La venganza del Conde de Montecristo” y “Tristán e Isolda”. Aunque no está en su mejor momento, Kevin Reynolds es un director comercial que pienso que hay que reivindicar. Esperemos que vuelva a ofrecer alguna vez productos de la calidad que antaño le distinguía.

Infravalorada, como su propio creador, “Rapa Nui” es una maravillosa película de aventuras con hondura que en su día resultó un fracaso y que ha sido injustísimamente relegada a un terrible olvido. Es la primera vez (que yo sepa) que se trató en el séptimo arte el asunto de la decadencia de la civilización que habitó la mítica y misteriosa Isla de Pascua. Basándose en lo que se supone que ocurrió antes de la llegada de los holandeses que la descubrieron para el mundo occidental, Kevin Reynolds narra una fascinante historia de amor, de amistad, de traición y de lucha contra la opresión y el fanatismo cargada de excelentes escenas de acción (la carrera por el huevo sagrado está magníficamente rodada) ambientada en una isla idílica (la fotografía es soberbia) que se hunde en la miseria por culpa de sus propios habitantes. “Rapa Nui” no es, de todas maneras, una simple película de aventuras: es además todo un manifiesto ecologista (la catástrofe ecológica fue al parecer una de las causas de la caída de los isleños), una metáfora del miedo a adentrarse en “lo desconocido-la verdad” y un lúcido retrato de una guerra civil que tiene su origen en el odio de un pueblo oprimido por los dogmas de una clase alta hipócrita. El reparto es más que solvente (hasta el protagonista, Jason Scott Lee, resulta carismático), la ambientación es genial (los moais son verdaderamente espectaculares) y la trama resulta atractiva, ágil y poderosamente evocadora. “Rapa Nui” es el más claro ejemplo de que Kevin Reynolds ha de ser reivindicado como director comercial.

3 comentarios:

sé de cine dijo...

No conozco a este director y tampoco su filmografía. Parece interesante. Me gustó mucho tu blog, haces honor al nombre. Saludos

ethan dijo...

De acuerdo contigo: infravalorada la peli. Es una muy correcta cinta de aventuras, a la misma altura (o mejor) que Apocalypto, y menos tramposa.
Saludos

dvd dijo...

????...