Ryan Bingham es un especialista en recortes financieros cuyo trabajo consiste en viajar por todos los Estados Unidos despidiendo a los trabajadores que sus propios jefes no despiden por falta de valentía y, a la vez, ofreciéndoles otras oportunidades de seguir en el mundo laboral. Ryan vive viajando sin cesar
y habita en hoteles la mayor parte de los días del año. No tiene amigos ni pareja y a sus dos hermanas apenas las ve. A él no le importa: no quiere ningún tipo de compromiso ni de problema. Su vida, sin embargo, puede cambiar algún día... Aunque ni él mismo lo crea.
Antes de comenzar a hablar de "Up in the air" afirmo rotundamente que la sobrevalorada "Juno" no me gustó nada de nada (en la crítica que de ella hay en este mismo blog lo pueden ver). Sin embargo, he de reconocer que la tercera película del hijo de Ivan Reitman me ha gustado... Hasta su desenlace, lo cual me lleva a incluirla entre mis "Filmes mediocres y fallidos". George Clooney entrega un gran papel como el clásico individuo deshumanizado en un mundo deshumanizado que no quiere ni amor ni familia ni amistad ni nada que pueda suponerle una implicación emocional que pueda llevarle a un conflicto o a un compromiso. Los secundarios le acompañan y la cámara del director retrata, con unos pocos trazos iniciales marcados por un cierto efectismo suave (las secuencias de los despidos son verdaderamente geniales, lo mejor del filme), el mundo aséptico, ordenado y rutinario (rutinario a pesar de estar sumergido en el viaje constante por toda la variada geografía de los USA) de este personaje que, suavemente, se va tornando entrañable mientras el metraje avanza dosificando bien la información sobre su vida. Hasta aquí todo bien: se intuye que el personaje va a cambiar su concepción del mundo pero su historia se sigue con interés y amenidad. Sin embargo, Reitman demuestra ser más políticamente correcto de lo que parece ser en un principio y, el mensaje que en sus inicios "Up in the air" parece querer lanzar (contra el capitalismo agresivo y deshumanizado en el actual contexto de crisis económica casi mundial que estamos viviendo desde hace ya dos años) termina resultando ser un canto a la libertad... De oportunidades para volver a rehacer una vida... Según las reglas del mundo capitalista (esto se evidencia también en la conversación que sostienen las dos protagonistas, verdaderamente horrenda). La idiosincracia políticamente correctísima de "Up in the air" queda bien patente en su desenlace, en el que el protagonista aprende a valorar lo que los "buenos norteamericanos" valoran: la familia, el amor... Y por supuesto, la vida profesional, que nunca se puede olvidar. Una pena, porque el tercer filme de Reitman comienza siendo una cosa (muy grato comienzo) y termina siendo otra radicalmente distinta (la opuesta).
1 comentario:
A mí también me gustó bastante esta película y también coincido en que Juno está sobrevalorada y me dejó un poco indiferente pese a tanto "bombo"
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