domingo, 2 de mayo de 2010

MAD MAX II. EL GUERRERO DE LA CARRETERA de George Miller – 1981 – (“Mad Max II. The road warrior”)


La Tierra ha sido sacudida por un desastre nuclear que ha dejado a la raza humana menguada y reducida a un estado de salvajismo casi absoluto. Entre las ruinas de su destruida civilización todos luchan por el bien más preciado del planeta: la gasolina. En este ambiente, un grupo de hombres y mujeres que todavía cree en un futuro mejor vive constantemente asediado por la brutal banda de Humungus, un terrible señor de la guerra. En el camino de ambos bandos se cruza Mad Max, un antiguo policía que va a ayudar a los primeros a enfrentarse a los segundos. El combate definitivo va a estallar.

Después del gran éxito de “Mad Max” era de esperar que su correspondiente secuela no tardase en llegar a las salas. Dos años fueron suficientes, y se volvió a repetir aquel éxito mencionado. “Mad Max II. El guerrero de la carretera” fue la película más cara rodada en Australia en su momento. En ella, las aventuras de Max continuaban ya plenamente inmersas en un mundo post-apocalíptico en el que una gran catástrofe se ha desatado (en la primera entrega esta catástrofe aún no ha ocurrido, aunque en todo momento da la impresión de estar a punto de estallar debido al estado de caos en el que la humanidad se encuentra). Mel Gibson, que empezaba a asfaltar su camino al estrellato, volvió a dar vida al ya entonces mítico antihéroe ex policía en un registro en el que demostró sentirse más que cómodo y al que de nuevo imprimió un notable carisma. La historia que “Mad Max II” narra vuelve a ser tremendamente simple, presentándose como un vehículo para el desarrollo de un festival de acción frenética, carreras, luchas, destrucción y explosiones, festival que se ve mejorado de una manera sobresaliente gracias al enorme presupuesto que se invirtió en la película y que permitió muchos más extras y más y mejores efectos especiales. Mad Max vaga por los restos de la civilización humana luchando por su supervivencia y hastiado por el detonante de la venganza de la primera entrega, la muerte de su familia y de su mejor amigo. En su camino se topan dos bandos enfrentados: uno de hombres y mujeres necesitados que buscan la libertad y otro de, como no, salvajes motoristas que quieren hacerse con la gasolina (el bien más preciado en lo que queda del planeta) que los otros tienen. Mad ayudará al primer bando por puro interés a luchar contra el segundo, aunque, poco a poco, el espectador irá descubriendo que todavía late bondad en él (se operará un cierto nuevo cambio inverso al de “Mad Max”: de antihéroe el protagonista volverá a ser un héroe). El género es el mismo, el western futurista, y el estilo narrativo también: rápido, directo, casi cortante. Hay pocos diálogos y el filme es corto y conciso. Los personajes no tienen relieve, aunque están bien delineados y hay entre ellos un secundario de aires cómicos (Bruce Spence) que no resulta irritante, como estos personajes suelen resultar. Lo mejor que ofrece la película es, sin ninguna dura, el mencionado festival de acción, muy bien montado y llevado en todo momento por George Miller, que no busca otra cosa para su filme salvo divertir por medio de la aventura digna (la persecución final es realmente emocionante). Otro punto muy destacado es el ambiente desértico y ruinoso que recrea, que gracias al mayor dinero invertido llega a resultar verdaderamente desolador y evocador, un ambiente de ambigua inspiración punk que, por cierto, marcó muchas de las pautas de muchas películas posteriores sobre futuros post-apocalípticos. Por desgracia, “Mad Max II” pierde, al tratarse de un filme muchísimo más comercial que su antecesor, la dosis de violencia que aquel mostraba, por lo que en todo momento (salvo por alguna que otra perversa sugerencia sexual) se pone más del lado de un filme de consumo familiar. Sin embargo, no por ello deja de ser una película de acción recomendable. En muchos países “Mad Max II” se estrenó con el único nombre de “El guerrero de la carretera”, ya que “Mad Max” no era lo suficientemente conocida aún.

2 comentarios:

john mcclane dijo...

A mi gusto esta es la mejor película de la trilogía, por lo menos en lo que a entretención se refiere.

Saludos.

dvd dijo...

Yo he hecho apuestas acerca de si era Stallone o Schwarzenegger... Humungus, digo... Es broma...