martes, 20 de julio de 2010

JFK. CASO ABIERTO de Oliver Stone – 1991 – (“JFK”)


1966. Nueva Orleans. El fiscal Jim Garrison comienza a investigar uno de los asesinatos más misteriosos del siglo: el del presidente de los Estados Unidos John Fitzgerald Kennedy. Estudia archivos, viejos casos, realiza entrevistas. Muy pronto, hace sus averiguaciones, y está casi seguro de que todo fue obra de una oscura conspiración en la que podía haber intervenido el FBI, la CIA y hasta el propio vicepresidente Lindon B. Johnson. Muy pronto, también, comienza a ser investigado y amenazado. Pero no piensa echarse atrás hasta descubrir y mostrar la verdad.

Uno de los cineastas más controvertidos del nuevo cine norteamericano es sin ninguna duda Oliver Stone. Quiso ser escritor, y se inició en el mundo del séptimo arte con los guiones de películas míticas de otros directores como “El expreso de medianoche”, “Conan, el bárbaro”, “El precio del poder” o “Manhattan Sur” hasta que pasó a dirigirlos con “Seizure”. Oliver Stone ha sabido, dentro de un ámbito muy comercial, realizar un cine puramente de autor, de estilo a menudo muy efectista, lleno de impactante crudeza expositiva, de violencia y sexo descarnados y de contundentes y lúcidos mensajes críticos. Desde una postura de amor a su país, no ha dejado de mostrar todos los entresijos de sus muchas caras oscuras. Ha cultivado el drama social y el drama político, histórico y/o revisionista, con los que ha repasado con un ojo muy agudo y a menudo sin piedad la Norteamérica de su pasado más reciente y de su presente, lo que le ha llevado a algún que otro escándalo y a muchas críticas. Lo ha hecho además con el mencionado estilo comercial que ha sabido cultivar como nadie y con el que ha atraído a todo tipo de público a las salas, estilo que también ha propiciado muchas críticas, ya que se le ha acusado de querer realizar un cine social y político desde dentro de la industria. Después de “Seizure”, dirigió Stone un thriller de terror, “La mano”, tras el cual entraría de lleno en su cine social y político con “Salvador”, sobre las tragedias de las guerras y las dictaduras de Centroamérica. Traumatizado por el infierno que vivió en la Guerra de Vietnam, a la que, según él, acudío “de derechas y volvió de izquierdas”, realizó después la primera entrega de su trilogía sobre esta contienda: “Platoon”, una de sus obras maestras. Después llegaron “Wall Street”, sobre el mundo de los corredores de bolsa; “Hablando con la muerte”, sobre el mundo de la radio; “Nacido el 4 de Julio”, su segundo volumen sobre el Vietnam; “JFK. Caso abierto”, sobre el asesinato de John F. Kennedy; “The Doors”, biopic del gran grupo de rock; “El cielo y la tierra”, volumen final de la trilogía del Vietnam; “Asesinos natos”, sobre la cultura de la violencia en los USA; “Nixon”, sobre el referido presidente; “Giro al infierno”, un thriller kafkiano más convencional; “Un domingo cualquiera”, thriller sobre el mundo de los deportes; “Persona non grata”, documental sobre el conflicto entre Palestina e Israel; “Comandante” y “Looking for Fidel”, documentales sobre el dictador de Cuba Fidel Castro, “Alejandro Magno”, biopic sobre el gran conquistador de la Antigüedad; "World Trade Center", drama sobre los supervivientes del 11-S; la suerte de biopic sobre la figura de George W. Bush "W." y el documental sobre Hugo Chávez "Al sur de la frontera".

“JFK. Caso abierto” es, si no la mejor película de Oliver Stone, una de sus más impresionantes obras maestras y una de las más grandes películas de su década en los USA. Basándose en el “Informe Garrison” (fiscal al que interpreta un genial Kevin Costner, acompañado de un elenco de verdadero ensueño), realiza el cineasta un monumental thriller judicial con escenas puramente documentales e imágenes de archivo en el que saca a la luz sin concesiones los sombríos resultados de los muchísimos años de trabajo de muchas de las personas implicadas en el caso y de él mismo para intentar realizar un fresco lo más completo posible sobre todo lo que rodeó al asesinato del presidente Kennedy, uno de los más misteriosos de todo el siglo pasado. La maraña de datos está distribuida de una forma limpia y precisa, ordenada con precisión milimétrica y cimentada para su exposición en un soberbio montaje y en un pulso narrativo inimitable que consiguen que tres horas de complejo metraje se pasen en un vuelo. La vida de Garrison, como las de su familia o sus colaboradores, se convierte en un infierno: hay fuerzas que luchan para que no consiga descubrir la verdad. Hay en los USA todo un mundo de oscuridad y miedo, todo un engranaje de corrupción que permite que casos como este se queden en las sombras para siempre. Es lo que finalmente ocurre: tras tantos datos, tras tantos juicios, tras tantas investigaciones, todo queda en el aire. No hay conclusiones. Sigue existiendo un velo por encima de este caso, caso que por cierto estuvo a punto de ser reabierto por la Administración Norteamericana ante la tremenda polémica que planteó “JFK”, que fue atacada, desacreditada y vilipendiada sin piedad.

3 comentarios:

john mcclane dijo...

Una buena película, pero no se si de para tildarla de obra maestra.

Saludos.

Lucifer, Becario del Mal dijo...

Stone domina como pocos el arte de la provocación y su puesta en escena, sus trabajos dan buena cuenta de ello. Pero claro a mi es que Costner me da cosa y el thriller judicial en este caso, lo mas interesante es lo que no sabemos.
saludos!

paz martín dijo...

Peliculón! SI, probablemente de lo mejor y mas documentado que ha hecho!
aunque en EEUUuuuuu pasó penas y glorias la peliculita! pues siguen pensando que a J.F.K. lo mató Oswald...
y Kevin Cotsner? menos mal que nos dejó esto, porque después de bailar con los lobos e interpretar magistralmente al fiscal con la ayuda, eso si, del mismísimo Jim Garrison, que hace un pequeño cameo como juez, se le volcó la cabesa (expresion de la tierra andaluza). Esperamos a 2.029 a ver el resto del informe de la Comisión Warren.
Saludos con la boca piñonera! a ver si va a estar por aquí Warren, el ef.bi.ai. la CIA y compañía ;D