martes, 28 de julio de 2009

DRÁCULA de Tod Browning – 1931 - ("Drácula")


Finales del siglo XIX. Llegado desde la lejana y misteriosa Transilvania, un extraño hombre que se hace llamar Conde Drácula se acaba de instalar en la populosa Londres. Allí, la joven y hermosa Mina Harker sufre una irreconocible enfermedad y comienza a perder sangre sin que nadie sepa la razón. El profesor Van Helsing y sus amigos, allegados a Mina, intentarán averiguar las causas de su mal… Y acabarán descubriendo que todo lo que ocurre está directamente relacionado con las siniestras actividades nocturnas del Conde Drácula, que es en realidad un ser maligno y maldito con unos poderes sobrehumanos y unas monstruosas intenciones.

Actor y director estadounidense, a menudo despreciado por cierta crítica “seria” y prejuiciosa, Tod Browning ha sido uno de los directores que más ha ayudado a desarrollarse al género fantástico y de terror clásico junto a otros grandes (algunos también despreciados) como Friedrich W. Murnau, James Whale, Roger Corman o Terence Fisher. Muy joven se marchó de su casa para actuar en teatros ambulantes como actor, cantante, bailarín y contorsionista. En esa etapa de su vida conoció a numerosos freaks, malformados, prestidigitadores, locos y artistas bohemios que retrataría en sus obras. Debutó como actor nada más y nada menos que en los cortos y en las películas de David Wark Griffith, que además fue su maestro en la dirección. Alcohólico, Don Juan y aficionado a las juergas, tuvo un brutal accidente automovilístico una noche, tras intentar conducir borracho, en el que murió su amigo, el actor Elmer Booth, y en el que él quedó desfigurado a medias. Se recuperó, pero tras su trauma, se lanzó a dirigir sus propios filmes. La temática de muchos de ellos gira en torno a la monstruosidad, a lo bizarro, a lo extraño y freak. Suelen ser protagonizadas sus películas por seres de aspecto aberrante atrapados en un mundo que les desprecia o verdaderas criaturas del mal en las que aun late algo de humanidad encubierta. Su gran actor fetiche fue Lon Chaney, el maestro del transformismo, “El hombre de las mil caras”, que interpretó a muchos de estos atormentados personajes fuera de la sociedad y hasta de la ley. Influenciado por Edgar Allan Poe, el estilo de Browning es exacerbadamente romántico, tenebrista, oscuro y a veces gótico, otras barroco, a menudo morboso y hasta macabro. Su versión de “Drácula”, la película comentada, fue un gran éxito de taquilla. Sin embargo, fracasó completamente e incluso llegó a ser censurada su mejor película, la social obra maestra indiscutible “La parada de los monstruos”, lo que hizo que Tod Browning fuera relegado sin piedad por la industria a producciones de serie B. Sin embargo, versátil como pocos, supo rodar grandes obras en este “formato” y, actualmente, aún siendo despreciado en su época (como tantos artistas) es uno de los directores fantásticos más reconocidos, clara influencia en el cine de autores modernos como Tim Burton o Terry Gilliam. Obras para la posteridad dejó muchas: “Drácula” y “La parada de los monstruos”, “Garras humanas”, “La casa del horror”, “Los antros del crimen”, “Los pantanos de Zanzíbar”, “La rosa del arroyo”, “Fuera de la ley”, “Puppets”, “Muñecos infernales” o “La marca del vampiro”.

En “Drácula”, protagonizada por un genial e inolvidable Bela Lugosi en el papel del Conde que da nombre al filme, Tod Browning demuestra su maestría tras la cámara para regalar al público una versión no fiel pero personalísima de la inmortal novela de Bram Stoker, la primera que pudo lucir el título original de dicha novela después de que el cineasta alemán Friedrich W. Murnau hiciese su propia y polémica adaptación en la también magristral y mítica "Nosferatu". "Drácula" de Tod Browning supuso para muchos críticos el verdadero inicio del cine de terror como género con personalidad propia y también el verdadero inicio del subgénero de los vampiros (otros reniegan de esta conclusión aludiendo precisamente a "Nosferatu" o a obras de terror anteriores como "El gabinete del Doctor Caligari"). Bela Lugosi, que ya había encarnado a Drácula en Broadway, sustituye al repentinamente fallecido de cáncer de pulmón e inicialmente "dueño" del papel Lon Chaney (actor fetiche de Browning) y entrega una interpretación soberbia del terrible personaje en la que el refinamiento más exquisito se da la mano con la violencia, con el malditismo y con la fascinación sexual. Este Drácula de marcado acento húngaro ha sido imitado, homenajeado y parodiado hasta la saciedad en millones de productos narrativos y audiovisuales y todavía hoy es un icono básico del cine de terror que ha pasado ya por culturas como la pop, la pulp o la kitsch. La película sin embargo tiene muchísimos más méritos: secundarios geniales (Edward Van Sloan, Helen Chandler, Dwight Frye...), un ambiente cargado de romanticismo, tenebrista y onírico como pocos (el castillo del Conde y las catacumbas son inolvidables) retratado con la genial fotografía de aura expresionista del gran Karl Freund, un guión lleno de ritmo, unas geniales escenas de lucha, unos grandes efectos especiales, una trama llena de escenas terroríficas (para la época lo fueron) y un delicado lirismo que lo empapa todo configuran una de las mejores películas de terror de la historia y una de las mejores adaptaciones que se ha realizado nunca del mito de Bram Stoker. Todo un éxito de la Universal más esplendorosa de los años treinta.

4 comentarios:

Alhy dijo...

¡Peliculón! and more than 3 years ago flashback. ¡No me puedo creer que la gente este tan vaga como para no postear! ¡Indignadísima me hallorl!

Es bonito recordar los principios. No he podido evitar rememorar todas mis ciberprimeras veces this week, supongo que es inevitable. Lo bueno, es que salvo alguna triste excepción, tengo muchas ganas de volver a ver y compartir momentos con vosotros. Claro que iremos al cine, nene. And more than once, you'll see :)

Acabo de colgar mi crónica bodil gastronomica horrenda, para que os solidariceis conmigo. De hecho, la empece a escribir mentalmente desde el propio restaurant. Ais :(

A Russian Red llegamos un poco tarde y la gente estaba sentada en la arena, familias enteras, guiris, comiendo, liganding... hablando en voz alta la mayoría. Costaba meterse de lleno en el concert, pero a ratos lo consegui, sobre todo en la segunda mitad, sus temas mas miticos y algunas versiones preciosas. La chica parecia impresionada con el escenario y el hecho de actuar en aquel "marco incomparable". A mi no me resulto nada languida-que-me-rompo, sino dulce. Suena exactly the same, no pierde nada en directo, au contraire.
Sorry si no me he extendido con Lourdes, pero es que luego se fue el sol, la gente se puso de pie, llegaros mis vetustos y se completo el eclipse...

¿Qué tal llevas el hot, el estudio y el summertime? ¡Animoooor!

Kisses sedientos no de blood, sino de experiencias intensas ***

Giancarlo Verástegui dijo...

Simplemente....una obra maestra.
Saludos!

Spiderignacio dijo...

Heeeeey!! Oye, luego te llamo pa ver si puedes quedar luego. Ya te he agregao x fin como enlace amigo mi Blog. Esta guapo como te lo estas montando x aquí, aunque subir toooooodas las críticas del fotolog te va a llevar un tiempo.

Yo estoy rescatando mis favoritas tambien, remasterizandolas y mezclándolas con novedades.

Bueno, pos ya hablamoooooos

CINEXIM dijo...

Hombre el cine de terror yo también pienso que empezó con el expresionismo alemán. Quizás Dracula fue el pistoletazo de salida para las llamadas películas de Terror Universal, de las cuales soy un gran admirador en especial de la obra de Whale. Para mi la obra maestra de Browning es esa inmensa Parada De Los Monstruos.

Respecto a Nolan y Singer yo creo que el 1º es que ha sabido llevarse el gato al agua respecto a conjugar calidad y comercialidad, que Singer es mucho más irregular. A mi personalmente de Singer me gusta mucho la 2ª entrega de X-Men.

Un abrazo