sábado, 5 de septiembre de 2009

TRAINSPOTTING de Danny Boyle – 1996 – (“Trainspotting”)


Renton, Sick Boy, Spud, Tommy y Begbie son amigos y viven en Edimburgo. Sólo existe algo que llena sus vidas sin sentido: las drogas. Pasan los días colocándose e intentando conseguirlas cuando les faltan, sin hacer nada y viendo el tiempo pasar entre caminatas perdidas por las calles, sexo, fiestas, peleas, alucinaciones, enfermedades y depresiones. Sus vidas no tienen ningún comienzo ni ningún fin. Sólo hay una cosa en ellas: la droga. Su salvación y también su destrucción.

El inglés de ascendencia irlandesa Danny Boyle ha creado una filmografía que, conformada por varias películas de culto, conjunga a la perfección la comercialidad con una gran personalidad e independiencia artística y temática. Tremendamente ecléctico, cada uno de sus filmes pertenece a un género distinto y presenta una estética diferente aunque marcada por un efectismo comedido con numerosos toques de pequeñas innovaciones estéticas (animación, efecto pintura, concepción de videojuego…). Sus tramas también son todas distintas las unas de las otras, aunque a menudo aparecen marcadas por una considerable carga de violencia física y psíquica, por un humor muy negro y en ocasiones muy cínicio, y también, a veces, por momentos líricos y muy intimistas. El actor fetiche de su primera etapa fue Ewan McGregor. Después de las producciones para televisión “Inspector Morse” y “Mr.Wroe’s Virgin”, debutó en el cine con la comedia negra “Tumba abierta”, que fue muy bien acogida, tras la cual rodó una de las películas de culto de finales de los noventa, el drama/comedia juvenil sobre las drogas “Trainspotting”. Sus dos siguientes filmes fueron algo más convencionales: la comedia romántica “Una historia diferente” y el drama de aventuras “La playa”, que fue muy mal acogido en líneas generales. Rodó después un genial y aterrador filme de zombies, “28 días después”, con el que se recuperó y con el que supo aportar una gran frescura a un género muy trillado. Después dirigió la comedia seria infantil "Millones", el excelente filme de ciencia ficción "Sunshine" y la que para mi es su peor película hasta la fecha, la supersobrevalorada "Slumdog Millionaire", un retrato maniqueo de La India moderna desde el punto de vista occidental más prejuicioso y tópico.

“Trainspotting”, película muy controvertida por su bien visible desencanto y nihilismo y acusada de fomentar el consumo de las drogas en los jóvenes, está basada en la también controvertida novela homónima de Irvine Welsh. Su título hace referencia a las marcas que deja el inyectarse heroína por vía intravenosa. Como la novela, de 1993, el filme realiza un seguimiento por las vidas de un grupo de jóvenes heroinómanos de la clase media de Edimburgo a los que no les mueve nada salvo la droga y la manera de conseguirla. El protagonista es Renton, un genialísimo Ewan McGregor, un joven desencantado al que nada le importa y que intenta escapar de una vida abocada a un futuro monótono y mediocre por medio del vicio mortal al que está enganchado. Sus amigos son el freakie cínico y con estilo Sick Boy, el tontorrón Spud, el deportista y sano Tommy (que cae en las drogas y se convierte en el mayor adicto de todos) y el psicópata violento Begbie (soberbio Robert Carlyle en uno de sus grandes papeles), mientras que su “novia” es una pequeña femme-fatale de medio pelo menor de edad: Diane. El filme está dividido en dos partes: una primera que muestra las vidas diarias de todos: sus relaciones con sus entornos y con los que les rodean, sus colocones, sus pequeños trapicheos, sus búsquedas inmediatas de sustancias que ponerse, sus amores, sus fiestas, sus callejeos, sus brutales broncas. Quedan todos delineados por medio de, cimentada en un montaje muy ágil y dinámico, una visión increíblemente cínica y cargada de humor negrísimo de sus existencias nihilistas de niños mimados de la sociedad moderna sin horizontes o con horizontes nada satisfactorios a los que no quieren enfrentarse. Ninguno de ellos quiere acabar como la generación de sus padres: encerrados en casa, con trabajos monótonos y mediocres y con vidas muertas. Escogen para escapar un camino: las drogas. Válido como cualquier otro. En la segunda parte del filme, se centra la acción en un gran trapicheo que todos preparan para dar “el golpe de sus vidas”. Aún con toques de comedia, esta parte cae en el puro drama, aunque por momentos no da esa impresión. Todo se desmorona: hasta la amistad. El desenlace es triste como pocos, aún camuflado con la falsa alegría del dinero. “Trainspotting” representa a una porción de la juventud actual con gran precisión y conocimiento. Las drogas pueden ser lo de menos al fin y al cabo. La juventud, con ellas o sin ellas, no está satisfecha con el futuro que le han impuesto, pero a la vez está muy perdida y muy poco le interesa salvo el hedonismo. ¿Una forma de huída?

2 comentarios:

Mike Lee dijo...

Buena reseña de una película que supuso la consagración de Danny Boyle y de Ewan McGregor. Has dejado muy claros los temas que plantea y siguen de actualidad.
Por cierto, Slumdog Millionaire tampoco me pareció para tanto.

¡Saludos!

Lucifer, Becario del Mal dijo...

Además de lo expuesto es una peli muy asequible para el sector joven, buen cine con aire de comedia y muy desmitificadora sobre las adicciones, las amistades, el sexo y las preocupaciones juveniles. Todo un logro.
Saludos!