Teodoro es un ingeniero español que trabaja como profesor en la Universidad de Oklahoma y que regresa a su país para disfrutar de un año sabático junto a su viejo padre, Jimmy, en una moto con sidecar. Un día, los dos llegan a un pequeño pueblo de montaña de Albacete en el que se quedan un tiempo. Poco a poco conocen a sus locos habitantes: al sacerdote más pesado del mundo, al negro Ngé Ndomo, a los hombres vegetal que crecen en las huertas, a sus labradores ilustrados, a los disidentes de los Coros del Ejército Ruso exiliados o a los estudiantes de la Universidad de Eaton, que están de viaje y que como ellos se han asentado un tiempo allí. También pueden visitar la feria para adultos (a la que los niños no pueden ir) u observar las elecciones generales para los cargos de alcalde, cura, maestro, puta, marimacho y adúlteras. También verán, sin embargo, cómo los del pueblo de arriba les invaden…
Director, productor y guionista de cine y televisión, el albaceteño José Luis Cuerda es otro de los cineastas más sólidos y personales de nuestro cine moderno. Influenciado, como Manuel Gutiérrez Aragón, por la estructura del cuento de hadas clásico, su obra es también lírica y evocadora, onírica y minimalista, pausada unas veces, pero, y aquí se diferencian ambos, otras loca y surrealista (fue uno de los grandes surrealistas españoles de su generación). Se ha movido en dos vertientes básicas: el drama crudo y desgarrador, de ilusiones rotas y personajes destrozados por la sociedad o sus circunstancias, y la comedia más absurda, más surrealista, en la que se ha mofado como nadie de la idiosincracia española y de sus tópicos. Aunque algunas de sus películas tengan ciertas pretensiones sociales, no es Cuerda un cineasta de lo social. Es un creador de arte aparte dentro de nuestra filmografía, con un universo propio que bebe del realismo mágico. Poco prolífico en lo que a largometrajes se refiere, debutó en el ámbito de la “nueva comedia madrileña” con “Pares y nones”, pero muy pronto mostraría su personalidad indiscutible en el hermoso drama de mágico ambiente “El bosque animado”, tras la que haría reír a toda España con sus comedias sin sentido “Amanece, que no es poco”, “La marrana”, “Así en el Cielo como en La Tierra” y “Tocando fondo”, que instaurarían su estilo más característico. También encontramos en su filmografía, sin embargo, como comenté antes, crudos dramas: los retratos de posguerra “La viuda del Capitán Estrada” y "Los girasoles ciegos", la película histórica sobre la Guerra Civil “La lengua de las mariposas” y el drama de relaciones personales "La educación de las hadas". José Luis Cuerda fue el descubridor del sobrevalorado Alejandro Amenábar, al que ayudó a salir adelante durante toda su primera etapa como director.
“Amanece, que no es poco”, es una de las obras más famosas de nuestro cine y una de las más aclamadas de su creador, que en ella realiza un retrato lisérgico y delirante, absurdo y esperpéntico, de la idiosincracia española más castiza y zafia a la vez que se burla de nuestros tópicos más típicos. Con un gran reparto de estrellas del momento, nos introduce José Luis Cuerda en un loco pueblo de la España profunda (uno de Albacete, la tierra natal del director, a la que homenajea) poblado por seres tan aberrantes como entrañables y en el que se despliegan, con un trazo tremendamente grueso (y conscientemente grueso) hábitos, fiestas y costumbres exageradas y sin sentido que no son sino escenificaciones grotescas de las nuestras. Sin embargo, la película también contiene un acertado toque de minimalismo y lirismo dentro de su abigarrado universo de realismo mágico, y sus personajes conmueven y emocionan a la par que hacen reír. Una comedia para ver sin prejuicios, para pasar un buen rato, para que uno no pare de desternillarse durante dos horas de pura locura.
5 comentarios:
Esta película a todo el mundo le hace mucha gracia, pero la verdad es que no lo entiendo. No le veo la gracia por ninguna parte, y lo mismo me pasa con las otras comedias de Cuerda. Para mi está sobrevalorado el y la mayoría de sus películas, por lo menos las cómicas.
Pues a mí me encanta ese humor disparatado y surrealista del que hace gala. El reparto es impresionante, y además, cuenta con tres de mis secundarios preferidos: José Sazatornil "Saza", Luis Ciges y Miguel Rellán. Sólo por esto último bien merece la pena, claro que para gustos los colores... Entiendo que pueda no caer tan en gracia para otros. Es, simplemente, distinta.
Interesante blog. Saludos.
Me encanta esta pelicula, una de las mas entrañables de Cuerda.
Si Anónimo no lo entiende tendría que volver a verla! es lo que todos hacemos para acabar gritandoo. " Alcalde, nosotros somos contingentes, pero tú eres necesario!!!"
Buah! si tengo q volver a verla me pego un tiro, xq no le veo la gracia (y ya no digamos el ingenio) x ninguna parte, q se ríe d muchas de nuestras costumbres está claro pero no m parece tan siquiera inteligente. Lo del flashback, absurdo es, pero... gracioso... en fín, para reírme prefiero Torrente. Y ahora, venga, todos los cinéfilos podéis empezar a ponerme a parir, estoy preparada
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