jueves, 7 de enero de 2010

EL ESPÍRITU DE LA COLMENA de Víctor Erice – 1973 - ("El espíritu de la colmena")


1940. Plena posguerra en España. En el pequeño pueblo segoviano de Hoyuelos ponen, en el cine improvisado del ayuntamiento, la película "El Doctor Frankenstein". Isabel y Ana, hijas pequeñas de Fernando y Teresa, un matrimonio encerrado en un mundo silencioso de frustración y desilusiones, acuden, como casi todo el pueblo, al evento. Tras el visionado, Ana sale cautivada por un personaje: por el horrible y a la vez tierno monstruo Frankenstein. A partir de aquí, comienza su despertar a la madurez... Un despertar que la va a estrellar contra un mundo de opresión, de miseria y de violencia.

Víctor Erice es uno de los directores más destacados del cine español contemporáneo, un autor férreamente independiente y a contracorriente que ha dirigido únicamente tres películas a lo largo de los últimos casi cuarenta años; tres obras de culto, una por cada década desde que empezó a dirigir exceptuando esta última que se va a cerrar con este 2010 que ha comenzado: "El espíritu de la colmena" en 1973, "El sur" en 1983 y el documental "El sol del membrillo" en 1992. Con un estilo pausado, contemplativo, minimalista muchas veces, realista pero cargado de símbolos y recreador de hermosísimas atmósferas y paisajes (siempre apoyado en una esplendorosa fotografía), Víctor Erice, con tan sólo sus tres cintas, ha tocado una enorme variedad de asuntos universales y propios de la idiosincracia y de la historia española reciente: la Guerra Civil, la dictadura de Franco, la opresión y la censura, la persecución de los perdedores de la mencionada guerra, la memoria, la muerte, la soledad, el paso del tiempo, la frustración política, social y personal; la infancia y la adolescencia y el descubrimiento del mundo adulto o la naturaleza misma del arte y su relación con la vida y con otros artes como el cine o la pintura. Es legendaria la independencia de hierro de este creador que nunca hace concesiones a nada y que prefiere no rodar que rodar algo controlado por intermediarios o traficantes de arte sin escrúpulos y/o sin idea ninguna de arte. Célebre fue su desacuerdo con el productor Andrés Vicente Gómez cuando planeó rodar la adaptación de la novela de Juan Marsé "El embrujo de Shanghai", que finalmente terminó abandonando para que acabase en las manos de Fernando Trueba. Las últimas obras de Erice han sido su colaboración en la colección de cortometrajes "Ten minutes older: The trumpet" y el mediometraje "La morte rouge".

La primera película de Víctor Erice, considerada por muchos la mejor película de la cinematografía española, fue esta maravillosa obra maestra que es "El espíritu de la colmena". En un estilo minimalista y contemplativo, el genial director nos muestra el despertar de una niña al mundo adulto de la inmediata posguerra por medio de una fábula social cargada de símbolos y metáforas que realiza una desoladora crítica a la dictadura mientras revisa con un ojo aún más desolador el gran fantasma de la guerra y de la persecución y extermino de los vencidos por parte de los vencedores del conflicto. La pequeña Ana (la entonces una niña Ana Torrent), tras ver la película "El Doctor Frankenstein" de James Whale en el cine improvisado de su pequeño pueblo, comienza a descubrir la dura realidad que la rodea por medio de juegos con su hermana (que, más mayor y también escéptica, ya ha descubierto gran parte de esta realidad, aunque la siga mirando desde ojos infantiles), de las lecciones de su profesora y de su propio padre (genial como siempre Fernando Fernán Gómez), de sus correrías por las afueras de su pueblo y, sobre todo, de su encuentro con un "rojo" al que la Guardia Civil persigue. En el viaje interior y exterior de Ana todo se desata ante el espectador, que lo hace suyo: la represión de la dictadura, el horror de la guerra y la posguerra, el silencio en una casa en la que un terrible drama ha dejado su huella, el abismo que existe entre una pareja destrozada, el primer horror ante la muerte, el paso del tiempo implacable, el durísimo despertar al mundo adulto o la persecución del disidente o simplemente del diferente (relacionado con el marginado monstruo Frankenstein y con el propio personaje de Fernán Gómez). En un estilo como he señalado minimalista cargado de lirismo y con un ambiente y una fotografía cuidadísimos, Víctor Erice traza uno de los más soberbios y estremecedores retratos de la posguerra española de nuestro cine.

4 comentarios:

El Deme dijo...

La mirada de esos niños de pueblo viendo en el cine a Frankestein, es uno de los planos más conmovedores que hemos podido ver. Una película mágica, cargada de símbolos ¡y con un inmenso Fernán-Gómez!.

Anónimo dijo...

Clasicazo del cine español. Posíblemente sí sea la mejor película de nuestro cine.

Dr. Quatermass dijo...

Hola, buen comentario de esta maravillosa cinta. La vi de pequeño y siempre me impactó el comportamiento y lo que les pasaba a aquellos niños, un maravilloso homenaje al cine. Todas las películas de Erice son especiales sin duda.

Un saludo!

dvd dijo...

Oye, lo nuestro ya es para enviarlo a Cuarto Milenio... Jaja... Ahora en serio: si no es la mejor película española debe andar muy cerca. A mí Erice me sirve como medidor de cultura cinéfila, un referente, un genio...