MUERTE DE UN CICLISTA de Juan Antonio Bardem - 1955 - ("Muerte de un ciclista")

María José, una guapa joven de la burguesía madrileña, y Juan, profesor universitario enchufado por su influyente familia, mantienen una relación secreta. Un día, en una solitaria carretera de las afueras de su ciudad, ambos atropellan por accidente a un ciclista... Al que abandonan a su suerte, ya que si alguien les ve juntos su relación saldría a la luz. Al día siguiente, en los periódicos aparece la noticia de que el ciclista ha muerto. Un infierno está a punto de comenzar para María José y para Juan, acosados por el tormento moral y por el miedo de que alguien les descubra...

Promotor esencial junto a Basilio Martín Patino de las Conversaciones de Salamanca (famosísimo es un genial discurso: "El cine español es políticamente ineficaz, socialmente falso, intelectualmente ínfimo, estéticamente nulo e industrialmente raquítico"), Juan Antonio Bardem renovó junto a su amigo Luis García Berlanga nuestra cinematografía durante el franquismo. Miembro del Partido Comunista y luchador incansable del sindicato de directores, Bardem fue el creador de un cine de claro contenido político izquierdista basado estéticamente en el Neorrealismo Italiano aunque de sabor puramente español y de gran prestancia formal. Tras debutar junto al mencionado Berlanga en "Esa pareja feliz", lo hizo en solitario con "Cómicos" y "Felices pascuas", tras las que llegarían sus obras maestras "Muerte de un ciclista" y "Calle mayor", dos brutales críticas a la clase media-alta española del momento y a la hipocresía y rigidez de la sociedad que le encumbraron mundialmente. Por desgracia, su filmografía se tornó inexplicablemente irregular a partir de entonces. Alternó algunas muy buenas películas en su línea de cine del compromiso ("La venganza", "Nunca pasa nada", "El puente" o "Siete días de enero") con otras realmente flojas o fallidas y alejadas de su estilo inicial ("Sonatas", "Los pianos mecánicos", "La Isla Misteriosa y el Capitán Nemo") y con otras realmente horrendas como varias películas que realizó "de encargo" para divas como Sara Montiel, Marisol e incluso Mar Flores (la última película de este director, "Resultado final", es un despropósito que empaña su carrera de una manera vergonzante). Cuando Juan Antonio Bardem comenzó a caer en la irregularidad que ya nunca le abandonó, el mismo François Truffaut, que le había alabado con sus primeros filmes, sentenció tajante "Bardem est mort". Una lástima.

Triunfadora fulminante en el ámbito internacional y calificada como "gravemente peligrosa" por la censura franquista, "Muerte de un ciclista" es la primera gran obra maestra de Juan Antonio Bardem y tal vez su mejor película junto a la inmediatamente posterior y también soberbia "Calle mayor". Basándose ligeramente en una cierta estructura de thriller, narra el filme la historia de una pareja adúltera (geniales Alberto Closas y Lucía Bosé) de la clase alta urbana española que, tras atropellar a un ciclista, le abandonan a su suerte temiendo, simplemente, que este hecho descubra su relación secreta. El ciclista muerte, y esta muerte sale en los periódicos; el mundo de ambos se derrumba, por supuesto. Bajo esta premisa, Bardem teje una trama cruda y directa explotando el suspense maravillosamente que deja al descubierto toda la miseria moral en la que las clases altas del franquismo se veían inmersas mientras que no queda en el filme ni un solo asunto del momento o universal por tocar: la hipocresía, el esnobismo (los críticos de arte salen aquí especialmente mal parados), la censura, el nepotismo, las injusticias del sistema educativo, el clientelismo, la abismal desigualdad social y la miseria que de ella se extráe (inolvidable la visita al corralón), la frustración sexual e intelectual, la envidia, la codicia, la falsedad, la supervivencia por la posición social en un sistema tiránico. Sin embargo, sí que brilla entre todo este muladar el asunto de la redención, que acosará al protagonista y que le liberará a pesar de su destino final. "Muerte de un ciclista", con un desenlace descorazonador (impagable la vuelta de tuerca que deja bien claro que, después de todo, todas las clases sociales son iguales), es una de las más grandes obras maestras del cine español del franquismo y de todos los tiempos. Que lástima que Bardem no siguiese esta estela todo lo a menudo que hubiésemos querido.