TE DOY MIS OJOS de Iciar Bollaín - 2003 - ("Te doy mis ojos")

Pilar lleva nueve años casada con Antonio. Ambos viven una vida normal y corriente en Toledo y tienen un hijo pequeño. Antonio la quiere con locura, pero es celoso, desconfiado, está acomplejado por no tener demasiado dinero y por verse menos inteligente que otros hombres y tiene problemas con sus nervios y con su agresividad incontrolable, por lo que a veces le ha llegado a pegar. Pilar le ha perdonado siempre, pero, sin embargo, la última paliza fue tan brutal que ella huyó llevándose a su hijo con su madre y con su hermana. Ahora, Antonio quiere recuperarla. Ella no ha dejado de amarle, y le quiere dar una nueva oportunidad. Sin embargo, Antonio no puede escapar de su infierno interior…

La madrileña Icíar Bollaín comenzó su carrera en el mundo del cine como actriz en la legendaria “El Sur” de Víctor Erice, carrera que nunca ha abandonado y que la ha confirmado como una de las grandes intérpretes españolas modernas. Poseedora de un universo propio y de una filmografía aún muy corta, ha destacado por narrar fabulosas historias de relaciones personales de todo tipo (aunque especialmente de amor y de amistad) en un estilo intimista y delicado, con incidencia en el retrato emocinal de la mujer perdida en un mundo opresivo y/o machista, de la que Bollaín es luchadora por sus derechos. Su estilo es menos pedante y menos pretencioso que el de "colegas" como Isabel Coixet, y más comedido en la administración del lirismo de su mundo poético realista. Debutó tras las cámaras en 1995 con la fresca y bonita historia de mujeres aventureras “Hola, ¿estás sola?”, tras la que rodó una bella historia coral de relaciones hombres-mujeres en un ambiente de despoblación rural “Flores de otro mundo”. Su tercera película fue la comentada “Te doy mis ojos”, sobre la violencia de género, y su cuarta el drama sobre mujeres detectives privadas "Mataharis". Es todavía pronto para valorar su carrera en conjunto, pero va por un buen camino.

Sin llegar a ser perfecta, “Te doy mis ojos” tiene algo que miles de películas y libros sobre el terrible asunto de la violencia de género no tienen: un retrato acertado y no maniqueo del personaje del hombre, a menudo retratado como un simple "zombie" sin alma malo porque sí que no tiene nada que envidiar a los villanos de cualquier película norteamericana maniquea y mediocre. Luis Tosar (genial y maravilloso papel, para variar) da vida a un marido violento y víctima de sus demonios interiores que no puede controlar su agresividad para con su mujer y para con el mundo que le rodea por mucho que lo intenta. Laia Marull (también maravillosa), su mencionada mujer, es la que sufre la exteriorización de este mundo horrible, el de un hombre de buen fondo pero acomplejado por pertenecer a la "clase obrera" y por no tener tanto dinero ni inteligencia como otros y que no sabe expresar ningún sentimiento sin recurrir a la violencia. Ambos se aman y luchan por seguir juntos. El hombre intenta cambiar, la mujer le da otra oportunidad y le apoya en todo momento, poniéndose en peligro ella misma para curarle. Sin embargo, el hombre no puede salir de su infierno, y también la termina arrastrando a ella. El desenlace de "Te doy mis ojos", a pesar de lo que se pueda esperar, se aleja de todo tópico posible, es acertadísimo y comedido, preciso y todo un ejemplo de cómo resolver una situación cruda sin efectismos baratos (toda la película tiene sus dosis justas de equilibrio, toda la película huye de lo facilón y de lo maniqueo, y es esto lo que sobre todo la encumbra). El hombre no es en “Te doy mis ojos” un ser sin sentimientos, un monstruo horrible y malo porque sí (aunque tal vez le haga falta un poco de más desarrollo, alguna pincelada más, aunque las que hay son suficientes). Posiblemente sea este filme el mejor sobre el terrible asunto que trata y el mejor de su directora.