lunes, 24 de mayo de 2010

SPIDERMAN de Sam Raimi – 2002 – (“Spiderman”)


Peter Parker, un joven tímido y débil pero inteligente y sobresaliente en los estudios, ve cómo su vida cambia radicalmente cuando una araña modificada genéticamente le pica y le otorga la fuerza, la agilidad, la velocidad y los poderes de una de ellas. Peter se transforma en Spiderman, personalidad secreta tras la que defiende a los débiles del mal. Sin embargo, terribles hechos cambian su vida en otros aspectos: su tío Ben es asesinado y una amenaza como ninguna otra aparece en la ciudad de Nueva York… El Duende Verde, su primer gran enemigo.

Después de bastantes series para televisión de animación y de actores reales de muy diverso acabado y de alguna que otra desafortunada película que es mejor olvidar, “Spiderman”, uno de los superhéroes más importantes y famosos de la casa Marvel y uno de los grandes iconos del mundo del comic de todos los tiempos fue llevado a la gran pantalla, por primera vez con una cierta dignidad, por Sam Raimi. El gran éxito de esta adaptación ha propiciado hasta ahora dos secuelas (una mediocre pero entretenida y otra del todo despreciable) que han dejado la saga en una trilogía que, al parecer, va a terminar en un "reinicio" de dicha saga (reiniciar sagas que a veces no tienen ni una década: la nueva moda de los próximos años del Hollywood falto de ideas y de ganas de arriesgarse de siempre). La adjudicación de las hasta ahora tres adaptaciones de las aventuras del Hombre Araña a Raimi ha propiciado una cierta polémica que todavía continúa entre los fans y entre el público en general: muchos las detestan, otros tantos las adoran y otros cuantos las ven sólo aceptables. En mi opinión, las tres son cintas fallidas, aunque las dos primeras pueden resultar distraídas. Es bastante decepcionante que un director como Sam Raimi, de filmografía irregular pero muy curtido en el cine fantástico, en adaptaciones de historias de las viñetas y gran amante de Spiderman, haya optado en sus nuevas creaciones por rodar lo que otros tantos directores sin personalidad han rodado (los de bazofias como “Daredevil”, "Elektra", “Los 4 Fantásticos” y su secuela, la segunda “The Punisher”, “El Motorista Fantasma”, "X-Men III"…): tres películas para niños que no rescatan en ningún momento el concepto “serio” de superhéroe que sí que lograron llevar a las salas creadores como Richard Donner con los dos primeros "Superman", Tim Burton en los dos primeros “Batman”, Christopher Nolan con las soberbias "Batman Begins" y "El Caballero Oscuro", Ang Lee en la injustamente infravaloradísima “Hulk” o Bryan Singer con la también injustamente infravalorada "Superman Returns". “Spiderman” y sus dos secuelas son películas de acción con protagonistas planos, antagonistas planos y tramas planas que vuelven, una vez más, a presentar al clásico superhéroe que no pasa de ser un simple cartón con traje de colores que lucha contra el mal. Hay que decir que las elecciones en el reparto son acertadas: todos los personajes, entre los que destacan Tobey Maguire como Peter Parker, Kirsten Dunst como Mary Jane y Willem Dafoe como el Duende Verde (el villano de turno de la entrega que comentamos hoy), son físicamente bastante parecidos a los de los comics. Pero todo queda ahí. “Spiderman” no comienza nada mal: sabe mantener el interés e incluso resulta emocionante en todo su primer segmento, segmento que culmina con la terrible muerte del tío de Parker. Hasta aquí Raimi sabe llevarlo todo con pulso, soltura y bastante fidelidad al original. Sin embargo, a partir de la mencionada muerte todo se desinfla irremisiblemente. ¿El principal fallo? Los personajes: Spiderman es un héroe cínico, descreído por momentos y a veces un directo antihéroe que no para de hacer chistes y de burlarse con ironía de todo lo que le rodea a pesar de vivir atormentado por un pasado triste y un presente incierto. No es así en estas películas: Spiderman es un “niño bueno” sin ningún carisma que tras la muerte de su tío se queda estancado y no evoluciona en toda la saga. Su primer enemigo tampoco ayuda: Willem Dafoe es un soberbio actor, pero con el disfraz "ultratecnológico" (en realidad bastante cutre) que le han colgado no puede desarrollar un villano que habría dado muchísimo juego si hubiera sido como el original en el que se basa, un duende auténtico, y no un simple hombre con una armadura. Ni el protagonista ni el antagonista tienen poder para llevar la trama a buen puerto, pero además, ni un solo secundario aporta algo digno de elogio (ni siquiera Mary Jane) y las escenas de acción son simplonas y sin imaginación. “Spiderman” podría haber sido una excelente película, y no lo ha sido porque ni el mismo Raimi se la ha sabido tomar en serio. Por cierto que, teniendo al Duende Verde como villano, se podría haber llevado a la pantalla la saga de la muerte de Gwen Stacy, la primera novia de Spiderman (no, no fue Mary Jane), que falleció por culpa del referido Duende en uno de los momentos más duros, desencantados y dramáticos de los comics. Extrañamente, al personaje de Gwen no nos lo encontraremos hasta la tercera y horripilante entrega y con una concepción que nada tiene que ver con la original. Mal, Raimi, mal, y muy decepcionante por tu parte. Y lo peor es que no mejora con las demás cintas de la hasta ahora trilogía.

3 comentarios:

Pepe Cahiers dijo...

Creo que si hubiera escrito un post sobre "Spiderman" me hubiera salido con las mismas premisas que el suyo. Efectivamente, cuando Peter Parker se viste de Spiderman, cambia la personalidad, y de ser un tipo soso y sin gracia, pasa a ser un superhéroe irónico y que, por sus burlas, saca de sus casillas a sus enemigos. Lo de las chicas no tiene sentido. Primero saco a una Mary Jane con la personalidad de Gwen y luego al contrario, además de privarnos, como usted dice, de la muerte de esta última en una de las obras maestras del cómic. Otro fallo terrible de Raimi es despojar, cada vez que puede, de la máscara a Spiderman y ponerlo a luchar a cara descubierta. Donde discrepamos es en la segunda parte, para mi la mejor de la saga.

jesus (of suburbia) dijo...

Mi superhéroe favotiro, de hecho el único que me gusta. Por ello, a la primera le tengo aprecio por lo esperado y era entretenida. La segunda, para mí la mejor y a un gran nivel. La tercera absolutamente decepcionante.

ethan dijo...

Yo al que le tengo aprecio es a Sam Raimi. Y quizás por eso me gusta Spiderman más que el resto de películas del mismo corte. El humor contenido (y a veces no tanto) de Raimi es lo que me atrae más. Una joya como "Un plan sencillo", por ejemplo, demuestra como es este tipo. Simpático, eso es, me cae simpático.
Saludos!