CRISIS de Ingmar Bergman – 1945 – (“Kris”)

La profesora de piano Ingeborg ha entrado en la madurez y pasa por una crisis: en breve, Nelly, su joven hija adoptiva, va a dejar la pequeña ciudad en la que viven para marcharse a Estocolmo con su madre biológica, que ha venido para llevársela junto a Jack, su cínico amante. En el baile del sábado se celebrará la despedida. Mientras Ingeborg se hunde en la tristeza, Nelly descubre el mundo de la madurez, mundo que va a depararle sus primeras y dolorosas decepciones.

“Crisis” es la muy poco conocida ópera prima de Ingmar Bergman, una obra en la que, como en tantas de su primera etapa, realiza un estudio psicosociológico de la Suecia de su tiempo y en la que ya se pueden encontrar algunas de las constantes de sus posteriores películas, las que le llevarían a la cumbre. Bergman, que venía del mundo del teatro, rescribió el guión original que le dieron para que lo dirigiese, ya que, basado en una obra de lo que él llamo “un escritorzuelo danés” cuyo nombre no mencionó, le parecía horrible. Su objetivo al ponerse tras la cámara en “Crisis” fue el de aprender la labor de director para afrontar futuras películas, cosa que él mismo nunca negó. A pesar de todo, el filme presenta un acabado muy aceptable. “Crisis” narra una historia de relaciones personales de un grupo de seres vitalmente perdidos de una pequeña ciudad. Una mujer que entra en la vejez pasa una crisis al descubrir que cada día está más cercano el momento en el que su joven hija adoptiva, Nelly, haya de marcharse a la capital. Mientras, Nelly vive otra “crisis”: la del fin de los felices años de la adolescencia, época en la que descubre el sexo, el amor y la libertad que no va a poder desarrollar con fluidez en su limitada pequeña ciudad, encorsetada en tradiciones envejecidas y prejuicios. Encontramos el asunto “bergmaniano” del peso del paso del tiempo, que trae la muerte y toda la incertidumbre y el pánico que rodea al que tiene que recibirla, así como el de la soledad. Estos dos asuntos vienen retratados en el personaje principal, el de la profesora Ingeborg, la mencionada mujer madura y enferma que ha de ver cómo su hija adoptiva se marcha con su madre biológica. El otro tema principal es el enfrentamiento generacional y materno-filial (constante en el autor) entre Ingeborg y esta hija, pertenecientes a dos mundos muy distintos que vienen representados por la pequeña ciudad de provincias encerrada en sí misma y por la gran metrópolis abierta a la modernidad (la madre biológica de la joven tiene un salón de belleza en Estocolmo). Poco más encontramos del Ingmar Bergman que todos conocemos. El estilo visual tampoco está cercano al de sus posteriores películas: “Crisis”, fotografiada en un hermoso blanco y negro, no es innovadora, está rodada en gran parte dentro un estudio y no tiene formas arriesgadas. Es un drama sencillo de corte intimista sobre personajes contradictorios, solitarios y solos, y su mismo autor no pretendió nunca que resultase otra cosa. El rodaje fue muy accidentado, pero sirvió a Bergman para experimentar todo lo que pretendía. Comenzaba una de las más grandes carreras de la historia del cine…